jueves, 12 de octubre de 2017

Otoño en Riaza

Los pájaros ya se han ido. Ellos saben que es otoño y, por tanto, tiempo de volver a casa.
Las aves del norte vendrán un día de estos. Pasarán el invierno con nosotros, pero este año han retrasado el viaje.
Los árboles aún visten de verde, pero es un verde viejo, casi sin vida.  El robledal también sabe que es otoño y las hojas preparan su librea de oro para desprenderse de las ramas y caer en tierra.
La puesta de sol se adelanta. Se incendia el horizonte a media tarde. Llega un viento de la Sierra, que tendría que ser frío, pero aún no lo es.
—Lo siento —me dice la brisa—.  Aún no puedo refrescarte cuando sales a pasear. Ya sé que es otoño. Ten paciencia.
Desde el Albergue hasta el pueblo hay dos kilómetros. Los hago paseando, sin prisas, mientras preparo las meditaciones del retiro de mañana.
—¿Cómo le va, don Enrique? Hace mucho que no nos visita. ¿Ha visto cómo está "la cosa"? Un poco caliente, ¿verdad?
Supongo que "la cosa" es Cataluña; pero yo me hago el tonto.
—Sí que está caliente… Nadie diría que ha llegado el otoño.
De regreso al albergue veo que han encendido la calefacción. Me apresuro a cerrar el radiador de mi cuarto.

8 comentarios:

Cordelia dijo...

Este otoño viene calentito... En Madrid casa vez más restricciones al tráfico por la contaminación. No llueve ni parece que tenga intención. El sentido común de los políticos se marchó antes que los pájaros. Tampoco se le espera entonces mucho tiempo. Qué bien se tiene que estar en Riaza!

goyo dijo...

Querido D.Enrique la observación de la creación produce silencio hasta en los más ateos, cuando subes con alguien a la montaña ,esos tipos a los que no les dice nada la misa, ni mucho menos leer la vida de Jesús pero si observan atónitos el vuelo perfecto de milano real, que simplemente con unos pequeños movimientos con su cola aprovechando las corrientes de aire logra cambiar de dirección a gran velocidad, o los andrinos verdes con racimos morados con los que alguna mano cuidadosa hará pacharán del bueno, o el paso silente pero rápido del zorro a pocos metros de donde paramos a descansar y que decir de las encinas centenarias que han visto varias revoluciones y dan cobijo en sus alas verdes varios nidos de pájaros que siendo diferentes se respetan y complementan.

En ese momento el silencio de la observación habla a gritos

Antuán dijo...

Hola. Buenas tardes d. Enrique me parece muy bien que se vaya de paseo al pueblo. Que es bien bonito por cierto. Hay paisanos míos allí. Uno tiene un bar en los soportales donde la parada de los taxis. Eso si abríguese que ya empezó a llover y a refrescar, no vaya a pillar una buena. De esas de miel y limón. Dicen que el catarro no se cura, se pasa y por lo menos dura 8 ó 10 días. Cuídese. Adiosle

goyo dijo...

Hoy llueve en Segovia, aún es de noche y mientras rezo doy gracias a Dios por el agua, que siempre me parece un milagro cotidiano al que no hacemos mucho caso.
Miro a al pequeño niño Jesus que me regalaron Carmen y mi amigo Mr M, y empiezo a intentar trabajar.

Gracias por la lluvia Señor

Alejandra dijo...

Me acaba de llegar un WhatsApp de un amigo sacerdote, confirmando lo que se rumorea sobre la salud de Benedicto XVI. También va una oración por él. Bueno, sólo comunicároslo, aunque seguro que ya lo sabréis. Rezaremos, es un santico.

Enrique Monasterio dijo...

Alejandra, se trata de un bulo, que ya ha sido desmentido

Alejandra dijo...

Me alegro! Gracias!.

Cordelia dijo...

https://es.aleteia.org/2017/10/18/tras-rumores-benedicto-xvi-rompe-el-silencio-con-su-profunda-paz/