jueves, 22 de mayo de 2008

Un amigo imaginario


Tiene 18 años y no está bautizada. Tampoco sabe nada de Jesucristo ni de la Iglesia.

—Mis padres me han enseñado que lo importante está aquí y no en el cielo —me dice—.

—¿Y qué es lo importante?

—Tener éxito y muchos amigos que te quieran, para poderles ayudar.

Habla con sencillez, sin hacer alarde de nada. Le gusta charlar conmigo porque, según dice, hablo un idioma que ella entiende.

Me cuenta sus proyectos, sus ideas sobre el mundo, la política, el hambre, el calentamiento global, que le preocupa más que ninguna otra cosa… De pronto le interrumpo:

—¿Piensas en Dios?

Se ríe.

—Todo el mundo piensa en Dios.

—¿Y has hablado con Él alguna vez?

—Dios no existe…

—Ya. ¿Pero has hablado con Él?

Entonces, algo se le rompe por dentro y se pone a llorar.

—Todo el mundo lo hace. Es como un amigo imaginario…

—¿Quieres que hablemos de eso?

Ella asiente. Y tenemos una conversación encantadora sobre ese amigo "imaginario".


5 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que es complicado hacer ver, a quien no tiene fe, que Dios existe, te quiere, te espera, te escucha.... El salto de la fe es harto complicado.

Anónimo dijo...

Don Enrique, hace dos semanas pasamos en catequesis un vídeo de una monja de clausura. A una de las preguntas respondió, más o menos, que todos buscamos y no nos damos cuenta de que nadie busca si no tiene una semilla que le impulsa a buscar. Nadie va tras algo que no tiene noción de su existencia. Se refería a Dios, claro.Decía que a los jóvenes muchas veces les pasa eso y hay que ayudarles a que se den cuenta que esa inquietud es Dios mismo que está dentro de sus almas.
Los chicos dijeron que les había ayudado mucho.

zocadiz dijo...

mariazell... asi te llamas?
nunca habia conocido a alguien que se llamara igual que yo!!!
pasate por mi blog.
www.zocadiz.blogspot.com
salu2,

Antonia Macaya Fonts dijo...

He leído atentamente su relato y me he puesto a mirar las teclas de mi ordenador porque algo me decía por dentro que debía escribir lo que pienso al respecto.
Lo primero que me ha venido a la cabeza es que muchas veces nuestras conversaciones son "insípidas" "absurdas" "sin sentido alguno"...
Ya sé que siempre hablo más de la cuenta y que me gusta escribir. Y también sé que conversar es un don precioso que tenemos los seres humanos.
Después de leer esto, creo que pensaré un poco más en cómo son mis conversaciones a partir de ahora.
Muchas gracias por permitirme opinar otra vez.

Anónimo dijo...

"El salto de la fe es harto complicado"...?
La fe es un DON de Dios que hay que pedir... para uno mismo y para otros...
Y que hay que "regar"... y alimentar.También la de uno y la de otros...