"Creo
en un solo Señor, Jesucristo, Hijo Único de Dios"
Me
dicen que no te llame “Señor”, que tú has querido ser nuestro hermano y amigo,
y nunca buscaste señoríos humanos.
Es
cierto. Trataron de coronarte rey, ¿recuerdas? Aquella multitud que comió los
panes y los peces te habrían llevado en volandas a Jerusalén si tú no hubieses
huido.
Sin
embargo, cuando estuviste a solas con los apóstoles y te inclinaste como siervo para lavarles los pies, al acabar, puesto en pie, dijiste:
―Vosotros
me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy.
También
a mí me has lavado los pies cuantas veces que te lo pedí. Y has sido mi Siervo,
mi Hermano, mi Amigo; mi único Señor.
No sé qué decir... Gracias, otra vez?
ResponderEliminarAhí queda eso. Me ha gustado mucho. Gracias
ResponderEliminar¡Señor! si ¡Señor! como dirian los militares solo que nosotros sabemos reconocer al Unico Seños. Bonita imagen de Jesús abrazando al Mundo. Adiosle
ResponderEliminarGracias por este desglose diario del Credo que nos ayuda a rezar
ResponderEliminarOfrezco mi trabajo de esta tarde que la pase haciendo pizzas para el proximo colegio para que todos le reconozcan como su Dios y Señor. Adiosle-pido
ResponderEliminarD. Enrique, sus palabras son hermosas. Ahora bien, ¿cómo "mi Siervo, mi Hermano, mi Amigo; mi único Señor" puede permitir esto?:
ResponderEliminarhttp://noticias.terra.es/espana/los-dos-fallecidos-en-portbou-eran-padre-e-hija,460ae918eafa8310VgnVCM4000009bcceb0aRCRD.html
Aquí hay algo que no cuadra...
Agradecería un comentario o respuesta un poco lógica; no me sirve algo así como "los misterios del Señor son insondables".
Nick: Sócrates
Me ha ayudado mucho. Gracias.
ResponderEliminarAveces es difícil tratarle como un amigo o un hermano. Talvez solo tengo que intimar mas con El.
ResponderEliminarCreo en un solo Señor,Jesucristo,Hijo Único de Dios.
ResponderEliminarDe acuerdo con Tania...
ResponderEliminarSócrates, me das en mi punto débil: el por qué del sufrimiento, más aún si es el sufrimiento de los inocentes o de los más débiles. Una vez escuché a un sacerdote -a propósito del terremoto de Haití- algo así: a nosotros nos sobrecoge y sobrepasa un hecho tan terrible, pero en cierto modo sólo percibimos el dolor de una inmensa masa de gente o miles de fallecidos que desconocemos. Sin embargo, en el momento de su muerte Dios ha estado con cada uno de ellos -no de forma genérica sino personal-, les ha asistido, les ha amado. Este verano ingresamos a mi padre por un pequeño problema, una "tontería"; un mes después, fallecía. Tuve la oportunidad de cuidarlo y sufrí mucho viendo su propio sufrimiento pero también fui testigo de su evolución personal interior, q no voy a contar aquí. Su última noche la pasé yo con él. Al día siguiente y contra todo pronóstico, falleció. Estuve todo el día en estado de shock y sin embargo, a una de mis mejores amigas le dije: he entendido el valor del sufrimiento.
ResponderEliminarBueno, normal si sigues sin entender nada...claro: no era tu padre ni viste el antes y el después. Al menos lo he intentado.
:-)