El Opus Dei ha cumplido ayer 79 años. Para mí, como para otros muchos miles de personas de todo el mundo, ha sido un día de acción de gracias.
Mi reflexión de esta noche es bien sencilla: llevo 49 años en la Obra. Eso significa que el Opus Dei y yo hemos compartido la mayor parte de nuestras vidas.
No escribo más, porque el blog es un diario y en los diarios uno corre el riesgo de soltar las amarras del corazón y dejar a la intemperie sentimientos que deben reservarse para Dios y para los más íntimos.
Me pregunto si en este último año he aprendido algo nuevo. La respuesta es sí. Gracias al Opus Dei sigo aprendiendo…, geografía. Y es que la Obra llega cada vez más lejos; deja su semilla en países por los que nunca me había interesado hasta ahora. Y yo, que ya he perdido la esperanza de aprender finés, lituano, ruso o vietnamita, me resigno a quedarme en Madrid mirando un atlas o llenando de jaculatorias un mapamundi, que cada vez se me hace más pequeño.
¡¡¡Muchas felicidades!!!, por poder y querer cumplirlos. Animo con los que queden. Tiene usted un blog flipante. Marga
ResponderEliminar¡Felicidades!
ResponderEliminarUn saludo.
Felicidades, don Enrique! y también a su ángel custodio!
ResponderEliminarMe uno a las felicitaciones... ¡¡¡y que sean muchos más!!! (muchoa años más, muchas cosas aprendidas más, muchos paises más... jejeje)
ResponderEliminarSe le ve feliz, Don Henry. Me alegro por usted :-)
ResponderEliminar¡Felicidades! ;-)
ResponderEliminarQuerido Don Enrique: Los dos estamos de enhorabuena... Felicidades, y que se sigan quedando pequeños los mapas!!!
ResponderEliminarLe creía más joven, cincuenta y pocos. Felicidades
ResponderEliminar