Ha venido al Soto mi colega y tocayo Enrique. Estamos los dos solos y hemos desayunado juntos.
La administración de la casa nos trata mejor de lo que nos merecemos: cafe con leche, mermelada, mantequilla, aceite de oliva virgen, zumo de naranja..., y 3 bollos recién hechos, ni muy grandes ni muy pequeños.
La "5ª ley de Kloster sobre desayunos en pareja" se cumple inexorablemente. De los 3 bollos ha sobrado uno. Eso significa que somos gente de bien. En cambio, si hubiese habido 4 bollos, no habría sobrado ninguno. Estaban deliciosos.
Otro día contaré la 2ª ley de Kloster sobre el consumo de cacahuetes en la sobremesa.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
Cómo se nota que a los hombres les importa menos engordar. Entre mujeres, de 6 bollos para dos habrían sobrado 4, y dos de ellos a la mitad.
ResponderEliminarQué bueno todo lo que saca la Administración, ¿eh? mmm...
ResponderEliminarEl desayuno ,en los cursos de retiro, es super buen , además la administración le ponen tanto cariño.
ResponderEliminarEn mi tierra, si sobra uno se dice: anda tomate el de la vergüenza.
D. Enrique! Gracias por saludar a Paloma. Esto del blog....is fabulous!!!
ResponderEliminarCon lo que saca la Administración por acá, es imposible que sobre algo...imposible.
ResponderEliminar¿Y qué tal a medias?
ResponderEliminarEn efecto, Juan Luuis, la tercera ley de Kloster dice que, en estos casos, cuando se trata de mujeres, parten los bollos por la mitad y casi siempre sobran tres mitades.
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