Hoy debería contar muchas cosas.
Por ejemplo, que los chicos y chicas de 2º de bachillerato han recogido sus notas finales entre abrazos, risas y clines (de ahora en adelante los escribiré así) para secarse las lágrimas.
Elena, que calza zapatos masai como los míos, ha sacado 9,8 de media en los dos cursos, y me enseña el papel que lo acredita. Si ya se lo decía yo: son zapatos mágicos.
...Pero no puedo seguir. Tengo los ojos rojos e hinchados como dos cerezas maduras y me pican como como guindillas rabiosas. La culpa es del polen: a la vejez, alergia. Lamentablemente tampoco veré el partido.
Ya lo dijo el poeta: la primavera ha venido y doña Bibiana Aído.
¿O no era así?
Pero qué vejez ni qué vejez, D. Enrique, si está usted hecho un chaval.
ResponderEliminarSe lo he dicho, los del Barça se han despeinado un pelín.
¡Liiiiiiiiiiiiiiiiiiiiga, Cooooooooooooooooooopa i CHAMPIONS!
ResponderEliminarCuídese, que la alergia es un tostón, pero nada podrá con don Enrique Monasterio...
ResponderEliminarCreo que el poema era de otra manera...