Caramba con d'Ors. Nunca habría pensado que la breve "viruta" de su taller que incluí anteayer en esta página iba a provocar semejante revuelo. Y eso que he rechazado 10 comentarios porque la mitad de los comentaristas se iban por las ramas y el resto, más que opinar, descalificaban a todo quisqui.
Bueno, pues ahí tenéis otras dos virutas. Como ya dije, me lo pasé muy bien con este libro.
"Mundo actual: como en los espejos del callejón del Gato, sólo aparecen con buena figura los que son deformes."
"Otro de los peligros de la democracia: que hace que muchos confundan la potencia de los micrófonos con la verdad"
(*) Prometo no volver a hacer juegos de palabras tan espantosos como éste
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
Claro,... y otro peligro es que unos confundan la libertad con el libertinaje y la libertad de opinión con el insulto y la laicidad con el laicismo y la libertad de cátedra con el adoctrinamiento y quizás la democracia no es sino la dictadura del número...
ResponderEliminarNo hay régimen perfecto pero, con todo, es preferible a cualquier tiranía. ¿O acaso el viejo Platón tenía razón: gobierno de los mejores Y de los más sabios?
ROPEGRA
Lo de los micrófonos debe ser por Chávez y Castro, muy demócratas ellos, que callan o cierran los medios que dicen cosas distintas a la 'pravda' del poder.
ResponderEliminarDe verdad Ropegra, que esto es preferible? No será que se parece mucho a una tiranía? Podríamos denominar el sistema actual como tiranía de partidos y no nos quedaríamos cortos. No hay ociones reales para elegir democráticamente. Es como si te dieran a elegir entre morir y perder la vida.
ResponderEliminarEn mi modesta opinión, el argumento del volumen y los micrófonos no tiene nada que ver con la democracia, porque puede decirse lo mismo de las dictaduras (por ejemplo).
ResponderEliminarEl verdadero problema es el del relativismo, el de formar la verdad a mano alzada, el de confundir cualquier explicación con una justificación.
Ya lo dijo "el otro": Las cosas son lo que son, y no lo que nos gustaría que fuesen.
http://www.youtube.com/watch?v=nqno8H-mjeY&feature=player_embedded
ResponderEliminarEn ese enlace hay un político que habla con convicción,desde la razón y el corazón, desnundando la hipocresía y la mentira, -que no es poco-
Creo que es interesante. No todo está perdido.
Amanece, D. Enrique, lo demás no importa.
ResponderEliminarAl final, nos iremos sólo con el cuerpo y ni éste nos pertenece.
Chao.
Muy buenas las virutas!
ResponderEliminarY nada despreciables, porque un buen fuego se comienza a encender con pajitas, con virutas de madera que se encienden y propagan su calor incendiando a otros!