“Lo último que uno sabe, es por donde empezar”.
Leo una vez más este pensamiento de Pascal y caigo en la cuenta de que, en efecto, es mi mayor problema.
He terminado de hacer el examen de conciencia y, como todas las noches, trato de poner a cero el contador de mi vida. Querría situarme en el primer kilómetro de este viaje, tan alegre y penoso, desprendiéndome para siempre de la carga de miserias, que la memoria alimenta cada día.
Hago el esfuerzo de olvidar lo que Dios perdonó y olvidó hace años. Y, en medio de tantas dudas, digo, como me enseñó San Josemaría, nunc coepi!, ¡ahora comienzo!
Un segundo después comprendo que no basta con decirlo. ¿Por dónde empiezo? ¿Cuál debe ser la primera piedra del edificio? ¿Cuál de los cien agujeros de este barco debo tapar primero para no naufragar definitivamente?
Me acuesto pensando que, esta noche, Dios se ríe de mis inseguridades y titubeos. Y me viene el recuerdo de San Pedro, que llegó a caminar unos pasos sobre las aguas del mar, y sólo se hundió cuando recuperó la razón.
Recuerdo a una persona amiga, a quien el sacerdote le dijo en un determinado momento: "¿no tienes la sensación de que has perdido el control de tu vida, que es Dios quien te lleva?" Yo no entiendo mucho de esto pero supongo que se puede sentir cierta inseguridad -temor ante la propia pequeñez- , cuando uno ve que en efecto, es Dios quien hace todo, aprovechando hasta nuestros defectos. El Capitán del barco es Él y es quien mejor sabe qué agujeros hay que reparar urgentemente y cuáles son insignificantes para la navegación.
ResponderEliminarSe hundió pero no se ahogó: Jesús le asió y saco del agua. Porque la misericordia del Señor es infinita. Duerma tranquilo que esta en buenas manos.
ResponderEliminarGracias, hoy especialmente
ResponderEliminarPues a mi me parece que el primer agujero a tapar es el del miedo. Tenemos miedo a enfermarnos, a que nos despidan del trabajo, a suspender un examen, a que se muera alguien muy querido, a que la crisis termine con nuestras ilusiones...
ResponderEliminarEl Señor le decia a Sor Faustina Kowalska: lo que mas daño te hace son tus razonamientos y el querer resolver las cosas a tu manera...
Jesus...enseñanos a confiar en TI
Al igual que Cordelia, le doy las gracias porque no sabe lo bien que me ha venido hoy esta entrada.
ResponderEliminarGracias mil!!
Muy de acuerdo con yomisma... lo cual siempre es un consuelo.
ResponderEliminar...o la perdió. supongo que lo que le falló a Pedro fue la confianza. en mi humilde opinión todo comienza y acaba en Cristo y como Él nos dijo, ama a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo. Yo creo que es un buen comienzo el que empieza con amor, no le parece? sé que suena evidente e incluso un poco ingenuo o utópico, pero creo que merece la pena intentarlo. Así, al menos tendremos la seguridad de irnos con una sonrisa al finalizar la jornada
ResponderEliminarDesde luego que a veces no se sabe si ponerse a achicar el agua del bote o taparle los agujeros en cuanto a la rapidez o las dos cosas a la vez, acudir al dueño de la barca y desaparecer el peligro es todo uno. tengo el recuerdo de mi padre que cada noche se iba a la cerca de enfrente donde teniamos los animales para hacer su examen y pedir perdón a Dios. Me lo contaba una vez que le pregunté descaradamente. No tengamos miedo a la verdad. Adiosle
ResponderEliminarTambién yo le digo Gracias.
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ResponderEliminar,,,,,,,,,,,,,Pues yo ahora estoy pasando por una época de muchas crisis de ansiedad y la verdad que es como si me entrase el agua por todos lados y no puedes achicarla....
GRACIAS,!!! Yo tampoco sé por dónde empezar. Cuando me bloqueo, me repito lo del salmista: Lámpara es tu Palabra para mis pasos, luz en mi camino....
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