Con este título, Paco Sánchez publicó anteayer un corto y certero artículo en "La voz de Galicia". Lo reproduzco por consejo de tres globeros:
Era libre para aceptar y libre para renunciar. Hizo ambas cosas: aceptó en el 2005, con 78 años, y renunció ayer, con 85. Dos decisiones tremendas: dudo que nadie sea capaz de ponerse en la cabeza y en el corazón de un hombre que sueña con retirarse a descansar y escribir, pero de pronto deviene papa, oficio poco compatible con tales aspiraciones, especialmente a los 78 años. Y luego, ya con 85, la duda tremenda de conciencia: «¿Debo seguir?», «¿renuncio porque quiero descansar, porque no puedo más o porque es lo que Dios pide, el mismo Dios ante el que pronto tendré que rendir cuentas?».
Benedicto XVI escribió tres encíclicas en siete años: dos sobre el amor y una sobre la esperanza, como si esas dos fueran a la vez las grandes dolencias de nuestro mundo y sus grandes remedios: amor y esperanza contra las plagas de desamor y desesperación. De ahí su empeño en volver a explicar a Jesús de Nazaret, que es Dios y es amor -como dice el título de su primera encíclica- y es hombre. Quizá su pontificado pueda resumirse en esto, en volver a Jesús. Frente a la percepción simplificada de la Iglesia como un conjunto casposo de normas morales, principalmente de carácter sexual, Ratzinger propone al mismo Cristo. Y frente al sentimentalismo relativista, tan inseguro como angustioso, reivindica el papel decisivo de la razón: Caritas in Veritate se titula su tercera encíclica.
Joseph Ratzinger pasará a la historia como uno de los más grandes teólogos de nuestra época, pero también como uno de los intelectuales que mejor supo entender y diagnosticar las crisis de nuestro tiempo. Crisis de la inteligencia y del amor. Justo las dos claves que explican la grandeza de su generosa aceptación en el 2005 y de su renuncia ayer.
Sabía que se lo enviarían!
ResponderEliminarCreo que no se puede resumir mejor lo que fue, lo que ha sido y por lo que se le recordará a este grande Papa. Para mí, una decisión valiente. ¿Cuántos renunciarían a un cargo de la índole que sea, por no verse capacitado? Rezaremos por él y por su sucesor
ResponderEliminarBuenoooo, el mejor artículo que he leído hasta el momento sobre el tema. Gracias por publicarlo
ResponderEliminarNo me habia parado hasta ahora, he dejado tortillas hechas esta mañana, estamos en cuaresma no hay mucho para elegir si se quiere elegir bien y aunque no es comparable el Papa nos da ejemplo y seguramente ha elegido lo mejor. Ahora me vuelvo al tajo, ofreceré mi trabajo por él y por el que venga detrás. Adiosle
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