José Luis, “el mendigo elegante”, sigue en la misma esquina con unos folios y un Nuevo Testamento en la mano.
Me ve llegar y me llama para darme las últimas noticias. Le han regalado un saco de dormir con el que no pasa nada de frío. El próximo viernes cobrará algo más de 400 euros y hoy ya ha comido dos churros, pero necesita tomar un café con leche.
Camino del bar me regala un abrillantador de calzado; imposible decirle que no. Luego me enseña lo que está escribiendo: una serie de poemas de inspiración evangélica.
José Luis tiene buena letra. Las mayúsculas vuelan hacia lo alto como si trataran de escaparse de la página y es generoso en los márgenes.
―¿Me dejas leerlo?
―Le regalo un poema si me invita a un café con leche.
El primero se titula “Resurrección” y vale más que un café. Dice así:
Se hizo la noche y los
corazones
se congelaron.
El pulso dejó de sonar.
El Señor ya estaba dormido
y María le volvió a alumbrar.
El polvo recobró el latido
y el sol volvió a brillar.
Le pido permiso para publicarlo en el blog, y se deja fotografiar para que mis lectores conozcan al poeta.Frente a un café con leche hablamos de poesía, del Evangelio, de los demás mendigos y…
No tengo ni idea de poesía, pero me gustan estos versos, y me cae simpático el poeta. Felicidades.
ResponderEliminarMe gustan esos versos... Se nota que es un hombre esperanzado, a pesar de los "corazones helados" que pueda haberse encontrado o de su propio corazón frío; es capaz de hallar un nuevo "latido", gracias a Dios. ¡Qué bonito! Felicite a ese poeta
ResponderEliminarQue precioso. El polvo recobro el latido.... Ah! Es ....precioso. Gracias. José Luis.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho su poesía y ese gesto de darse a conocer. Me alegro de conocerle y ahora que lo tengo en mi cerebro, será más dificil que olvide pedir por él.
ResponderEliminarSiempre ha habido "clases"y"clases"...y "mendigos"y"mendigos"
ResponderEliminarEste parece buena persona.
Me ha gustado muchísimo
ResponderEliminarEncantada de conocer a su Mendigo Poeta.
ResponderEliminarRealmente tiene un porte elegante... y una aún mayor elegancia interior.
Me encanta el poema!!!! Y el buen hombre tiene apariencia de muy majo, seguro que lo es!
ResponderEliminarJopete!Menudo mendigo!jajaja,dele recuerdos de mi parte y digale que como poeta muy bueno pero como estilista mejor....y que hoy hice la oración con su poema,me ha llegado al alma.
ResponderEliminarEsos puntos suspensivos...
ResponderEliminarO.
Es cristo que pasa a nuestro lado ...tuve hambre y me diste de comer...necesitaba cariño y me escuchaste...
ResponderEliminarLos últimos serán los primeros........
ResponderEliminarTiene cara de buena persona.
ResponderEliminarPedazo de versos. Me gustan.
ResponderEliminarEl manuscrito y la caligrafía recuerdan a ilustres poetas...
ResponderEliminarEntre las "últimas noticias", la "buena noticia" es que el poeta, el mendigo, entre la confusión callejera, ha encontrado calor y refugio en el Señor para crear imágenes tan hermosas de la Resurrección, que es fe, es resurgir, renacer.
Eres admirable José Luís, porque haces de tu adversidad una forma bella de hablar de Jesucristo.
Gracias don Enrique por dedicar sus letritas al mendigo poeta. ¿O al poeta mendigo?
(Padre, ¿acaso olvidó cepillarse los zapatos antes de salir de casa?)
Quizá no se gane la vida con la poesia pero por lo menos se ocupa en algo bueno, como decia mi madre de los paradoa: gente pará malos pensamientos- Aunque muchos no es por su cupa. Adiosle
ResponderEliminar¡Qué bonito! Enhorabuena al poeta y gracias por dejarle que nos lo dé a conocer.
ResponderEliminarQue bonito!!, que finura. Gran riqueza posee, en su pluma, en sus manos, en su alma.... Una suerte!!!
ResponderEliminarMe ha encantado! Verdades q se graban en el alma y llenan de Esperanza a quienes tenemos x madre a la Madre de Dios. Gracias x compartir este poema. Lourdes
ResponderEliminarCaramba con la Elegancia Mendiga.....!
ResponderEliminarsaludos y gracias.