No
me ha costado encontrar la casa. Tengo buena memoria y estuve aquí hace cinco o
seis años. Fue un día de viento y aguanieve. Hoy en cambio he venido protegido
por la niebla. Como todo el mundo sabe, me apaño mejor en la oscuridad
La primera vez llegué renqueando, pero no
puedo olvidar la amable acogida de aquel tipo. Dentro de la casa había sólo una luz muy
tenue. Me arrimé a la ventana con cierto temor, y entonces me vio. Era grande y
vestía de negro. Dejó el periódico sobre la mesa y salió al exterior. No se
asustó por mi presencia. Dijo algo, pero como es natural no le entendí. Entonces
le mostré la herida que tenía en la pata derecha y su mirada afectuosa me
tranquilizó.
Me
tomó en brazos y me llevó al interior de la casa. Yo le di un picotazo cariñoso
en la mano, sin ánimo de hacerle daño, y sangró un poco; casi nada, en realidad.
Él me aplicó sobre la pata un líquido de color oscuro y, con la ayuda de un
amigo que andaba por allí y con unos palillos de dientes y un esparadrapo me
entablilló la pata con más afecto que habilidad.
Aquella
noche dormí en el jardín junto a la ventana. Tardé algún tiempo en poder cazar,
pero mis dos anfitriones me alimentaron con pedazos de carne.
Pocos
días después el tipo grande tuvo que marcharse. Yo regresé muchas veces a la
misma ventana, pero no volví a verlo hasta hoy. Ahora mismo está sentado en otra butaca
y tiene en las manos una especie de libro luminoso. He dado un picotazo en el cristal y se ha
sobresaltado al verme. Creo que me ha reconocido.
Me
llamo Donato y soy un cárabo común.
¡Qué guapo Donato!
ResponderEliminarDonato es el prota de este episodio, yo acabo de llegar de renovarme el carnet y despues de entregar la foto y firmar y todo eso, poner el dedo -ya no se usa la tinta- es digital. Antes de irme le pregunto a la señorita su nombre y darle las gracias y he de reconocer que ya lo olvidé, me resultó un poco raro. Adiosle
ResponderEliminarCura de almas y de algún cuerpo...todos agradecidos.
ResponderEliminarLucía
¡Es monisimo!.Que patitas debe tener de finitas para que un palillo le sirva.Es muy redondito.Ay,pater!
ResponderEliminarSerá un cárabo común, pero ¡parece tan humano! Otro bicho que le da las gracias. Buenas noches
ResponderEliminarEncantada Donato! Conozco aquí un primo tuyo, pero no le veo las plumas últimamente! Espero que está bien, y me saluda algún que otro día, o mejor dicho; noche, cuando paseo a mi Galga.
ResponderEliminarSalu2
Ay qué monooooo!!! Y también qué agradecido, que ha vuelto todos los años a saludar.
ResponderEliminarMuy bueno lo del libro luminoso.
Bellísima foto, preciosa historia, simpático Donato, pero ese bicho no me gusta... Perdón pleasseee !!!!! Gracias Pater por acompañarnos siempre: hermosas sus letritas... Grandeeee Pater !!!!!! Grandeeee !!!!!
ResponderEliminarA dormir que es muy tarde pleasseee...
ResponderEliminarCon lo redondo que es, le debio costar encontrar las patas ;) nunca había oído hablar de este pájaro... Tiene cara de "bueno"
ResponderEliminarGracias D.Enrique,muchas gracias, el que no vea a Dios en la naturaleza no lo vera nunca .
ResponderEliminarQué agradecido. Y además, discreto. No ha contado nada de su reacción al picotazo. O será porque sabe que no le gustan los tacos impresos...
ResponderEliminarUna historia de las que da gusto leer. Lo del "libro luminoso" me ha conquistado. Qué pluma tienen algunos pájaros.
ResponderEliminarGRACIAS
Donato es amigo de Kloster?
ResponderEliminarMi abuela me contaba un cuento en el que un lobo se comía un cárabo. Me acuerdo más bien poco, salvo que al final el pajarito, dentro de la tripa del lobo, convencía a éste para que gritara "cárabo comí" y se escapaba volando. De ahí me quedó la idea de que el cárabo era pequeñísimo, como un gorrión o así.
ResponderEliminarNo me había vuelto a acordar hasta ahora. Gracias!
Esta mañana ha entrado un Petirrojo revoloteando en el comedor de profesores (surtido como las Bodas de Camacho), cuando se ha cansado lo he embotellado en una garrafa, y se lo he llevado a los de 1º y 2º de Primaria. Se armó la de Troya.
ResponderEliminarPor decisión tumultuaria y democrática, desde esta mañana el pájaro se llama Tomeu y ha sobrevivido.
El Profe, a duras penas.