A la sonrisa de don Santos
En mi encierro de Riaza me entero de que don Santos Velasco, sacerdote del Opus Dei, ha fallecido en Madrid. Lo conocí hace medio siglo, antes de su ordenación y de la mía. Hoy he ofrecido la Misa por su eterno descanso, y al recordarlo durante la ceremonia, me he sentido acompañado por su permanente sonrisa, serena, acogedora, llena de paz.
El corazón de don Santos no andaba bien y estaba a la espera de una nueva intervención quirúrgica. En los últimos tiempos apenas salía del confesonario. En la Iglesia del Espíritu Santo, don Santos era “el cura que siempre está”.
Los miles de penitentes que han pasado por sus manos de sacerdote lo encomiendan hoy igual que yo. Ellos saben que el Cielo se parece también a la sonrisa paternal de don Santos.
Yo siempre he pensado que ese silencio, esa paz y esa sensación de felicidad que hay dentro de un confesionario es también un trozo de Cielo que Dios nos concede aquí en la tierra.
ResponderEliminarOtro sacerdote más al que Dios premia con el cielo. ¡¡Cuántos debe haber allí arriba!!
Éstos hombres humildes y leales y sobre todo sacrificados y que los tienes para todo...son trocitos de cielo en la tierra.
ResponderEliminarHablando con personas que se han confesado con él coincidíamos en que era como notar realmente el abrazo de Dios Padre...y saber que alli estaba siempre y que contabas con su oracion verdadera SIEMPRE!!
ResponderEliminarBellísimas fotos !!!!!! todas: preciosas... Don Santos Velazco descanse en Paz junto a Dios Padre, que El interceda por todos nosotros...Gracias Pater !!!!!! por éstos pedacitos de Cielo nos hacen muchoooo bien...
ResponderEliminarMe confesé pocas veces con el porque voy al Espíritu Santo cuando no encuentro en mi zona un sacerdote. Me gustaba que estuviera el confesando porque salía con gran paz y me hacia sentir mejor de lo que soy. Rezare por el y me encomendare a el.
ResponderEliminarLucia
D. Santos: lo más parecido a Dios-Padre!!!. Gracias D. Santos porque siempre estaba ahi, acogiendo, suavizando, animando y bendiciendo.
ResponderEliminarCuando me he enterado ésta tarde, me ha dado mucha pena.
ResponderEliminarIr al Espíritu Santo y no verlo sentado en su confesionario, entrando a la derecha, se me va a hacer muy raro.
Hay que dar gracias a Dios por estos sacerdotes santos, por su entrega por su fidelidad, por su paciencia.
Lo encomendare mañana en Misa, aunque seguro que ya estará en ese Cielo que usted describe, como una sinfonía maravillosa.
Dos días antes estaba en su confesionario....Se habrá encontrado un cielo enorme, del bien que hizo a tantas almas...
ResponderEliminarImpresiona mucho cuando no sabes nada y de repente...Dios viene y ya.....
Me cuentan de una madre de tropecientos, trabajadora ella, que después de un día especialmente agotador le pidió a su grupo de oración: "Cuando yo me muera, me hacéis el favor de dejarme en paz unos añitos, ¿eh? Nada de encomendaciones ni intercesiones, que yo me iré allí a ver si consigo descansar un poco..."
ResponderEliminarDescanse en paz.
ResponderEliminarEl cielo se parece a un lugar desde el que don Santos, ahora, nos envía puñaditos de sonrisas para ver si somos capaces de recogerlas... Con su sonrisa los penitentes debieron sentir plenamente el perdón y el amor de Dios.
Gracias por sus letritas; veo el confesionario de otra forma, no sé...
Doy fe de ello, yo también pude beneficiarme de sus consejos de padre y de su sonrisa. Era un buen Padre. Se ha ganado el cielo. Adiosle
ResponderEliminarDescanse en Paz.
ResponderEliminarNunca podré dejar de agradecer a D, Santos su cariño paternal, su paz y la sutileza para animar en los planes apostólicos que le contabas. Te hacía sentinte alguien con una misión importante en la vida. Descanse en paz-
ResponderEliminarPitu, tu comentario me ha llegado repetido 12 veces. Eso suele pasar cuando cliqueas varias veces en el mismo sitio. No seas impaciente; con un click basta.
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