Hace cuatro años, en vísperas de la final del campeonato mundial de fútbol, Kloster escribió en el globo este profético poema
Holanda es un tulipán,
España, un pobre clavel.
El tulipán-mazapán
ahora se cree Superman;
pero España es cascabel
que hace bailar a su son
al luso y al alemán,
al portugués y al teutón.
España será un clavel,
pero un clavel reventón.
Después del partido de ayer, en vista de que las circunstancias han cambiado, mi amigo ha corregido ligeramente la copla:
Han
reventado el clavel
los
chicos del tulipán.
“Donde
las toman las dan”
Ha declarado
Rubbén.
Entre tanto, de rodillas,
llora Casillas.
No recordaba las habilidades poeticas de Kloster.....
ResponderEliminarPero si una vez fue "profeta" lo podia volver a intentar...... digo yo
Desde luego que es una lástima. Sufrimos la derrota pero esto es solo el principio. No hay que rendirse tan pronto. Adiosle
ResponderEliminarNo está mal un poco de humildad al comienzo...
ResponderEliminarPor cierto, dicen mis niñas que en 2010 también empezamos perdiendo.
Sí que empezamos perdiendo, ¡pero no 5-1!
ResponderEliminarEl problema que tenemos en España es que nos acostumbramos rápido a ganar y nos cuesta aceptar que podemos perder.
ResponderEliminarCon Nadal pasa lo mismo: más cosas que ha ganado ese chaval, nadie. Sin embargo, en cuanto pierde un partido, ya le están echando a los leones.
España es un país cainita, está claro. No hay nada que nos dé más placer que el hundir a nuestros propios héroes..., y así nos va.
(Y que conste, don Enrique, que no lo digo por su entrada, sino por los comentarios que leo en un sitio y en otro, a montones).
De los errores,se aprende.Es mas importante el final que el comienzo.Muy cierto el comentario de Juanma Suarez.Es un gustazo entrar en este lugar.Mil gracias
ResponderEliminarQ ganas nos tenían.... Espero q espabilemos, xq fue un sustito... Así no nos conformaremos con ir tirando
ResponderEliminarLa verdad es que la poesía no es lo suyo.
ResponderEliminarSF, ¿crees que lo tuyo es el humor?Yo creo que tampoco
ResponderEliminarTiene que ser más abierto a las críticas, don Enrique, y más si son inocentes y bienintencionadas como las mías.
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