sábado, 18 de octubre de 2014

Viento sur

En el Cantábrico, el viento sur de la madrugada es límpido y frío. Dentro de unas horas aparecerá la bruma y alcanzaremos los treinta grados, pero entre tanto el paisaje aparece diáfano, con una paleta de colores nueva, brillante e insólita.
Contemplo la mar con los prismáticos y me parece ver el fin del mundo. No me canso de mirar y de descubrir barcos lejanos que se sumergen y vuelven a emerger en la misma línea del horizonte.
En la oración de la madrugada pido al Señor que me mande, también a mí, un viento sur que me despeje la bruma del corazón y la sequedad de mis ojos, para que vea con claridad lo que soy: las mil manchas que oscurecen y ensucian el paisaje que Él puso para embellecer mi alma.  

6 comentarios:

  1. Déjame conocerme a mi para que pueda conocerte a Ti. No soy digno de que entres en mi casa, esta casa que es mi alma llena de basura, pegada en las paredes, maloliente de orgullo, pegajosa de envidia, oscura, sin luz. Pero solo una palabra, una mirada de tu misericordia, y quedara limpia, nueva, para ser digna de recibirte. De recibirte y de quedarte para siempre. Ya no quiero mas que estar solo contigo, Señor.

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  2. ¡Benditos vientos del sur! ¡Que en mi ciudad alivian el calor del verano, traen el remonte de cometas en primavera y despejan el cielo cubierto en el invierno!

    En la primavera (sé que no es original) es lindo pensar el viento como símbolo del Espíritu Santo, con las cometas, como si fueran las almas, remontándose hacia el cielo; pero en invierno me gusta más la imagen de San Bernardo, en la que el viento son las tentaciones, que, cuando bien combatidas con la ayuda de Dios, nos hacen más fuertes.

    Además si uno sale dormido por la mañana, seguro pero seguro que llega despejado al trabajo. :D

    ¡Saludos!

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  3. Y las banderitas que son ¡para animar la fiesta! Adiosle

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  4. Las banderitas celebran en Gaztelueta la Olimpiada de Otoño.

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  5. Qué bien nos vendría a más de uno/a ese viento sur de la madrugada.

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