Lagarto gigante de Gran Canaria
Ripios del solsticio
La primavera se ha ido
aunque nunca haya venido.
Sin despedirse se marcha
con lluvia, nieve y escarcha.
Y uno que empieza a estar harto
está añorando al lagarto,
aquel lagarto del huerto
que a mis pies se hacia el muerto,
boquiabierto.
¿Vendrá mañana el verano
o esperaremos en vano?
A ver dónde está el simpático
que habla del cambio climático.
Mañana empieza el verano, queramos o no, hoy ya luce el sol yo que estuve en el baratillo me compre unos pantalones fresquitos, ya están prepardos, mañana estreno sin demora. Adiosle
ResponderEliminarQue habilidad para rimar Don Enrique! Me nace la envidia!
ResponderEliminarO.
Jajaja.
ResponderEliminarMe gustó mucho la parte del lagarto XD
ResponderEliminarHasta luego,
Alis
¡Poeta! ¡Está usted hecho un pedazo de poeta, Padre!
ResponderEliminarQue sea un verano llevadero para todos... yo, con los efectos del calor reptaré, como todos los veranos...
Gracias por sus versos, que nos hacen olvidar lo prosaico de esta vida a veces.
(Me acuerdo de su lagarto; no sé por qué pero le he tomado cariño...)
Muy chulo el poema pater.
ResponderEliminar¿cuando le va ha poner nombre al lagarto?
Jajajajajaj
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