sábado, 25 de junio de 2011

Diario de un día complicado y gozoso.




Parroquia del Cristo de Ayala
Ya sabéis que yo lo acabo contando todo; lo bueno y lo malo.
A las 12, 30 de la mañana empieza la Misa de San Josemaría. Concelebramos cuatro sacerdotes. La Iglesia del Cristo de Ayala está bien llena. Fuera hace calor. Dentro, ni siquiera el aire acondicionado puede evitar que me emocione un poco al activar el mecanismo de mis recuerdos. Para evitar esas sensiblerías siempre peligrosas, me he preparado  un guión, pero se conoce que el corazón no sabe someterse a esquemas. Quizá es mejor así.
Nada más llegar a casa, recibo una llamada telefónica del centro de la Obra que atiendo habitualmente. Me dan una terrible noticia: Pili Fonseca, una de las numerarias, ha fallecido de un infarto agudo a las 12 del mediodía. Tardo unos segundos en reaccionar. Luego pienso en las coincidencias: se va al Cielo en la fiesta de los tres primeros sacerdotes. Fallece a la misma hora que San Josemaría. Además es sábado, el día de la Santísima Virgen.
Celebro la misa Corpore Insepulto en presencia de sus dos familias: la de sangre, y la pequeña gran familia del Opus Dei que siempre se apiña en los momentos de dolor. Esta vez no llevo guión, pero el corazón vuelve a dictarme las palabras que debo decir en la homilía.
―”Señor, si hubieses estado aquí no habría muerto mi hermana” ―le repito al Señor remedando las palabras de Marta y María―.
Durante la Misa, siguen entrando docenas de personas a despedirse de Pilar y a rezar por ella. Al final, cantamos la Salve.
Regreso a casa. Aún tengo una tercera Misa, a la que me comprometí hace tiempo. Misa de acción de gracias por la sorprendente ―diría que milagrosa― recuperación de Carlos. Asisten casi doscientas personas, la mayoría amigos de la familia. A esta hora de la noche, no sé muy bien de qué he hablado.
En casa de Carlos y Lupe, confraternizo con la tribu. Ya anochece y ha bajado la temperatura: el termómetro del coche sólo marca 34º centígrados en el exterior.

12 comentarios:

GAZTELU dijo...

Pues yo si quiere le recuerdo de que nos habló en su última misa :de lo agradecidos que debemos ser en la vida, para todo y ante todo.
Luego nos relató varias anécdotas ocurridas en su vida en torno a la virtud del agradecimiento....

GRACIAS POR ESTAR CON LA TRIBU LLAMAS-PIMENTEL CELEBRANDO LA RESURECCION DE LAZARO

Papathoma dijo...

A eso le llamo yo estar de continuo entre el Cielo y la tierra. Que Dios le bendiga.

Marita dijo...

Felicidades, enhorabuena y gracias. Entre otras cosas, gracias por compartir todo esto con nosotros.
Y un abrazo, por la pérdida... Rezaré por ella para que rece por todos nosotros.

yomisma dijo...

Don Enrique, me ha dejado sin palabras. Tres misas tan... diferentes y sin embargo la misma. La de hace 2000 años en el Calvario. Gracias.

pacita dijo...

Pido por los sacerdotes ,que haya muchos, que sepan transmitir el Amor A Dios como lo hace el dueño de este globo¡

Anónimo dijo...

Está mu bien que se preparen las homilias, pero en momentos importantes lo mejor es orar y pedir al Espíritu Santo su ayuda, Él conoce nuestras necesidades y sabe lo que tenemos que decir en Cada momento.
La mejor oración es la Que sale de corazón, no son las circuntancias las que nos marcan, sino la sabiduría la serenidad y la calma, que pone en nosostros el Espíritu Santo en cada ciscuntancia. Elpidio

DAVID DIAZ CRIADO dijo...

¿cuantas misas puede celebrar un sacerdote a diario? ¿dos,tres?

Enrique Monasterio dijo...

David. con la dispensa oportuna, tres. Eso es lo que hice yo

Vila dijo...

Cuando me he enterado de la muerte de Pilar, que vivió con mi hermana bastantes años, me he conmovido al pensar en el inmenso Amor que nos demuestra Dios al llevarse a una hija suya numeraria de esa manera tan sencilla, silenciosa y discreta, si sin previo aviso, pero lo veo como una demostración de amor inmenso hacia sus dos familias.
Yo he podido comprobar el calor que da las personas de la Obra a la familia de sangre, cuando murió hace años mi hermana y hace meses mi madre... Y afirmo que arropáis a la familia como parte vuestra. Gracias por ello. El espíritu de familia es algo que siempre me ha atraído de la Obra.

Por cierto su homilía en el Cristo de Ayala me ayudó a rezar y el "postre" del final, porque "se le quedaban cosas en el tintero", fue tan contundente como la parte principal.

Le deseo que pueda descansar, a pesar de estos calores.

Macarena dijo...

Un "abrazo virtual". Rezo por Pilar y sus dos familias. Y por Carlos y la suya. Y por usted, ¡para que siga aguantando el ritmo! y nos siga haciendo partícipes de sus días... ¡Gracias!

Anónimo dijo...

Está clarísimo: Carlos tiene mucho corazón.

Anónimo dijo...

Pues a mí nunca se me ocurrió lo de la Misa de acción de gracias, ups!