miércoles, 31 de diciembre de 2008

Don Carlos


Esta tarde ha fallecido en Madrid don Carlos Escartín, sacerdote del Opus Dei. Llevaba bastantes años enfermo y muy limitado. Cuando me llamaron a Asturias para darme la noticia, recordé aquello que suele decirse en estas fechas: "año nuevo, vida nueva". San Josemaría prefería hablar de "lucha nueva" para animarnos a comenzar el año con propósitos de renovar las batallas de la lucha interior.

Para don Carlos, sin embargo, la vida nueva sí que se hace realidad: una vida feliz y para siempre.

Ya descansa en paz. Pidamos por él y demos gracias a Dios, porque tenemos un nuevo intercesor en el cielo.


Ritos de la Nochevieja


Leo en el abc una lista de rituales que es necesario vivir para entrar con buen pie en el año nuevo :
  • Tomar doce uvas a las doce (yo me tomaré sólo una a la una. Es más barato y además a las doce estaré diciendo Misa).
  • echar oro en la copa: un anillo, una pulsera, etc. (¿Valdrá un diente de oro?)
  • brindar con champán (del cava no se dice nada. Yo brindaré con sidra cantando “Asturias Patria querida”).
  • Sacar las maletas a la calle, aunque estén vacías. (Eso sí que no lo entiendo)
  • Abrir las ventanas. (Ningún problema: la mía está siempre abierta)
  • Escribir en tres papelitos: “bueno, malo, regular”. Se doblan, se agitan y se elige uno al azar. (Te toque lo que te toque se demuestra que eres un poco cretino).
  • Ropa interior roja (No comment)
  • Tirar un zapato al aire: si cae boca arriba, buena suerte; si cae de lado, regular; si cae boca abajo, mala suerte. (Y si le das a alguien, p.ej., a Bush, sales en la prensa como un héroe).
  • Comer lentejas después del champán. (Hay que haber bebido mucho para ser capaz de acometer un plato de lentejas en esos momentos).

¿Y por qué no renovar los ritos? Kloster propone las siguientes novedosas supersticiones:
  • Tomar doce aceitunas con hueso al compás de las campanas, expeliendo los huesos de uno en uno lo más lejos posible. Si salen por la ventana, tendremos un año nuevo la mar de feliz.
  • Llevar un langostino fresco en el ojal (si es congelado no vale)
  • Antes de que termine la noche, comerse de un bocado el propio langostino del ojal doblando bruscamente el cuello y sin ayudarse de las manos.
  • Bailar la música del telediario o la sintonía de La Guerra de las galaxias disfrazados de Matías Prats o de Obi-Wan Kenobi. Ellas pueden disfrazarse de Princesa Leia o de Ana Blanco.
  • Ponerse tirantes bicolores (rojo y blanco, verde y amarillo, etc.)
  • A las tres menos veinte de la madrugada, guardar un minuto de silencio. Como es sabido, en ese momento el universo entero se multiplica por 3. Lo que pasa es que como todo crece en la misma proporción, no nos damos cuenta.
  • Salir a buscar setas en la Gran Vía a la 5 de la mañana.
  • Concluir la fiesta con dos gramos de paracetamol y una copita de orujo.
Hala, ya podéis ir preparándoos, y mañana a las 8 os quiero ver a todos en pie, que la crisis viene dura.


    2008, el año en que jugamos (todos) maravillosamente ( y III)



    El mejor partido de la historia del baloncesto.


    España cayó ante los Estados Unidos, pero fue la derrota más gloriosa del deporte español.


    Amanece


    ¿Por qué llamamos Nochevieja a la última noche del año? Las noches son siempre nuevas. Sólo nosotros envejecemos. Quizá sea porque cuesta arrancar esta hoja del calendario; querríamos prolongar la noche, envejecerla un poco o hacerla eterna para que no termine.

    Nunca he sido trasnochador. “Yo soy un hombre de la madrugada/comprometido con la luz primera”, escribió Rafael Alberti. También yo prefiero el amanecer y tengo una cita cada día con la primera luz del sol. Ahora mismo, en Solavieya, agradezco el privilegio de poder descubrir desde el balcón de mi cuarto cómo despunta detrás de los montes.

    Por tanto, no contéis conmigo a las 12 de la noche. No tomaré las uvas, que es un rito respetable y divertido con cierto sabor pagano. A esa hora lucharé con el sueño para celebrar la Santa Misa en la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios. Es la fiesta de la Virgen más importante del calendario litúrgico, y es justo empezar el año con Ella.

    ¿Propósitos? Sí, soy partidario de hacer pequeños propósitos; algo de eso escribí hace meses; pero hoy prefiero hablar de deseos. Al llegar la Nochevieja, ¿por qué no recordar las ambiciones grandes, aquellas metas enormes, incluso utópicas, que parecían perdidas en el fondo de la memoria, pero sólo están un poco apolilladas? El año nuevo invita a levantar la vista y a soñar como soñábamos antes, cuando el futuro era un reto y no una amenaza; cuando el porvenir aparecía sembrado de promesas.

    Pienso que en un día como hoy todos deberíamos elevar el punto de mira del arco sin miedo a lanzar la flecha demasiado alta o demasiado lejos. Los propósitos pequeños a veces desaniman, cuando comprobamos que no hemos sido capaces de ponerlos en práctica aun siendo tan sencillos. Los deseos grandes, en cambio, nunca nos harán sentir la amargura del fracaso. Habrá derrotas, desde luego, pero ya estaban previstas. Lo verdaderamente importante es mantener erguida la cabeza y la vista en la diana.

    El que no se cansa de mirar a lo alto descubre que Dios también amanece cada día para decirnos que Él hará realidad nuestros afanes más grandes, incluso el deseo ser santos, que es la aspiración más descabellada.

    Ya nace el día 31. Son las siete y cuarto de la mañana y aún falta una hora para que el sol aparezca en el horizonte. Dicen los pronósticos que lloverá en Asturias, pero supongo que eso ocurrirá el año que viene. Ahora hay estrellas en el cielo.


    2008, el año en que jugamos (todos) maravillosamente (II)

    Nadal, un extraterrestre que cayó en Manacor hace algunos años, ganó el torneo de Wimbledon. He aquí el final del partido.


    martes, 30 de diciembre de 2008

    Ante la clínica Dátor

    José Ignacio Moreno me envía esta noticia, que reproduzco con mucho gusto
    Jesús Poveda
    El doctor Jesús Poveda fue golpeado, esposado y detenido el domingo por la policía nacional al lado de la madrileña cámara de muerte abortista Dator.

    Yo estaba allí. Desde las 8 de la mañana un grupo de personas que defienden la cultura de la vida se concentró en frente de la Clínica Dator para testimoniar la crueldad del aborto, la falta de seriedad en el cumplimiento de la ley actual, y las estupendas alternativas existentes al aborto que se le presentan a la mujer –de las que no se informa en el negocio abortista-. En un clima simpático, sin ningún insulto y con nula violencia, el grupo de personas por la vida –la mayoría jóvenes- pasaron, a las 10, a sentarse en la acera de la Dator sin impedir la entrada.

    La policía avisó de que no tenían permiso para estar sentados ahí. No se hizo caso y se permaneció. Pasadas las once, la policía perdió la paciencia: un chico de dieciséis años fue fuertemente golpeado por un policía en la cara y comenzó a sangrar. A una chica le desgarraron el abrigo. Otra muchacha fue zarandeada y detenida con una especie de cuerdas en la mano. El Doctor Poveda fue golpeado, tirado al suelo y esposado. Conviene destacar que nadie de la concentración por la vida emitió ningún insulto ni ofreció ninguna resistencia. Jesús Poveda se comportaba al más puro estilo Gandhi. También resultó contusionada Esperanza Puente, Presidenta de Red-Madre, que había abortado en esa cámara de muerte 13 años antes y cuyo conmovedor testimonio a favor de la vida pronunciado en el congreso de los diputados hace unas semanas fue silenciado por los medios sectarios adictos al pensamiento único que defiende el gobierno.

    Por la tarde me acerqué a la comisaría de Tetuán donde un buen grupo de amigos esperaba para ver qué sucedía con los detenidos: Silvia y Jesús. La policía les había acusado no de falta sino de delito –algo bastante más grave- por resistirse a la autoridad. Finalmente salieron Silvia y posteriormente Jesús, ambos con paz y buen humor. Posteriormente me enteré que el Doctor Poveda se había quedado toda la noche anterior haciendo una vela al Santísimo por la vida en la iglesia de San Germán. Nos hicimos unas fotos en un ambiente festivo propio del día de la Sagrada Familia. El juicio se celebrará próximamente. El Doctor Poveda no quiso interponer denuncia contra los policías por el trato recibido.

    Me pregunto: ¿Por qué la policía y el Estado no ha comprobado a lo largo de estos años la legalidad del homicidio prenatal de más de un millón de vidas humanas, salvo en las esperpénticas cámaras de muerte del Dr. Morín? Sinceramente creo que aplicar la fuerza pública violentamente contra un grupo de jóvenes pacíficos y desatender la legalidad en motivos penales donde se cometen homicidios es puro fraude al derecho hecho desde el poder, es decir: fascismo.

    José Ignacio Moreno Iturralde.


    2008. El año en que jugamos maravillosamente


    De
    vez en cuando uno recuerda aquel campeonato de Europa de fútbol y le asalta la sospecha de que todo fue un sueño. ¿De verdad que ganó España jugando tan fantásticamente bien?

    Por si tenéis dudas, aquí dejo este vídeo. Véase tres veces al día para el tratamiento de las depresiones más graves.




    lunes, 29 de diciembre de 2008

    Los lunes, publicidad

    No he entendido ni media palabra de lo que anuncia este vídeo. Espero que se trate de productos lícitos y legales. Lo publico como me lo mandan.








    domingo, 28 de diciembre de 2008

    Hace cincuenta años, el Domingo de la Sagrada Familia...



    ...Me levanté temprano. Recuerdo que quería preparar muy bien el examen de Derecho Romano, previsto para la vuelta de las vacaciones, y como por entonces yo era un empollón compulsivo, sin apenas desayunar estuve un par de horas delante del libro. Vivía en Pamplona, en una pensión de la calle Tafalla, a pocos metros del recién inaugurado Colegio Mayor Aralar, del Estudio General de Navarra.

    Hizo buen tiempo. Como era domingo, fui a Misa en la Iglesia de los Capuchinos donde un piadoso fraile de larga barba soltaba unos sermones que a mí me parecían interminables.

    Comí en el Colegio Mayor: me invitó Ignacio, alias el Forqui, un viejo residente de quinto de Derecho. Al terminar, acompañado por alguien, fui corriendo hacia el viejo estadio de San Juan, donde Osasuna se enfrentaba al Athletic de Bilbao. El Athletic venía muy fuerte: en los dos partidos anteriores había ganado por 9-0 al Betis y a otro equipo que no recuerdo. Tuvo mala suerte el Osasuna: Marañón, el mejor de la plantilla, se lesionó a mitad de partido. El resultado final fue Osasuna 1, Athletic 8.

    Al salir del campo oí todo tipo de lamentos:

    —Si no se cargan a Marañón...

    El caso es que yo estaba contento e inquieto. Contento, porque todavía creía en el Athletic de Bilbao. Inquieto, porque llevaba más de un mes tratando de pedir la admisión en el Opus Dei, y el director de Aralar no me dejaba:

    —Espera un poco, piénsatelo bien —me decía—.

    Y yo, que prefería no pensármelo mejor, no fuese a recular en el último momento, terminado el partido y después de la segunda mano de mus con mi amigo Juan Enrique, fui al Colegio Mayor decidido a resolver el asunto. Me metí en la capilla del centro y una hora después, temblando como un flan, escribí la carta más importante de mi vida.

    En el bar Mauleón celebré el acontecimiento ante unos pinchos de morcilla y un par de vinos en buena compañía.

    Han pasado 50 años y no parece que fue ayer; yo creo que, en efecto, fue ayer mismo. Si no, ¿por qué recuerdo con tanto detalle cada una de las horas de aquel domingo?

    Al día siguiente, lunes, al despertar pensé que lo había soñado todo, incluso el resultado del encuentro; pero "El Pensamiento Navarro" me trajo a la realidad con un titular antológico. Decía, más o menos, "el Athletic vino a por 9 y tuvo que quedarse con 8".

    sábado, 27 de diciembre de 2008

    Las vacaciones de don Jordi






    Fernando Acaso me manda esta historia, que me apresuro a publicar


    —Bon día, vengo a solicitar un crédito.

    —Encantado de atenderle, don Jordi. Veamos, ¿qué cantidad?

    —Un euro.

    —¡Cómo! Por favor, don Jordi, no es necesario solicitar un crédito por esa cantidad. Puede usted retirarlo de cualquiera de sus cuentas. ¿Se lo saco de su cuenta corriente o de su libreta de ahorros?

    —He dicho que quiero que me conceda un crédito por un euro. Si no me lo concede retiro mi cuenta, mi libreta, el fondo de inversiones y me voy a otro banco.

    —Oh no, don Jordi, por favor. No me malinterprete. Desde luego, no tenemos ningún inconveniente en concederle su crédito, faltaría más. Bien, ¿qué plazo desea?

    —Un mes.

    — ¿Un mes? Bien, como es un plazo corto le aplicaremos un interés de un 10% y… por ser usted uno de nuestros mejores clientes, lo dejaremos en un 5%. ¿Qué le parece?

    —Molt be. Como garantía quiero dejar mi Mersedes.

    — ¿Su Mercedes? ¡Pero don Jordi! Por esa cantidad no es necesario que nos deje esa garantía. Además tratándose de usted, sobra cualquier garantía.

    —He dicho que quiero dejar como garantía el Mersedes. Si no me lo aceptan retiro mi cuenta, mi libreta, el fondo de inversiones y me voy a otro banco.

    —Oh no, don Jordi, por favor. Aceptamos con mucho gusto su garantía. Claro que sí, puede dejarlo en el parking de estas oficinas. Ahora no tiene más que firmar aquí. Eso es. Muy bien, don Jordi. Muchas gracias y aquí nos tiene siempre a su disposición.

    Don Jordi llega a su casa y le dice a su mujer.

    —Montserrat, ya nos podemos ir de vacaciones. Encontré parking vigilado para el Mersedes durante un mes, y sólo por 1,05 Euros.


    Orvallo

    Al fin, después de una semana de sol, la costa asturiana ha amanecido envuelta en nubarrones grises y negros, con una brisa fría estimulante y un sirimiri, que aquí llaman orvallo, capaz de serenar los ánimos y de calmar las prisas de los ansiosos. Asturias ya se parece a Asturias.

    A las 12 del mediodía me he plantado en Gijón. Enfundado en un chaquetón impermeable, con los prismáticos de pajarero colgados del cuello y los zapatos voladores “Masai”, me he dejado empapar por el orvallo paseando junto a la playa. La ciudad aún bostezaba con la resaca de la Navidad. Entre los caminantes nadie llevaba paraguas. En esta tierra, como en la mía, la lluvia y el paisaje son la misma cosa.

    La bruma había borrado la línea del horizonte y la mar aparecía inquieta, como si calentara motores para un temporal. Las gaviotas, gritonas como suelen, jugaban con el viento y las olas. A lo lejos, una moto náutica corría de este a oeste dando tumbos en el agua

    Ya sé que casi nadie comparte mi entusiasmo por esta llovizna que nos ha visitado de pronto. Ni siquiera los que me acompañan en Solavieya están muy contentos; pero hace tanto tiempo que no paseaba, sin prisas, bajo el sirimiri familiar y confortable del Cantábrico…

    Me han dicho que mañana volverá a salir el sol. Espero que se equivoquen.



    viernes, 26 de diciembre de 2008

    jueves, 25 de diciembre de 2008

    Campanas de Belén




    Campana sobre campana,
    y sobre campana una,
    asómate a la ventana,
    verás al Niño en la cuna.
    Belén, campanas de Belén,
    que los ángeles tocan
    ¿qué nueva me traéis?
    Recogido tu rebaño
    ¿a dónde vas pastorcillo?
    Voy a llevar al portal
    requesón, manteca y vino.
    Belén, campanas de Belén,
    que los ángeles tocan
    ¿qué nueva me traéis?
    Campana sobre campana,
    y sobre campana dos,
    asómate a esa ventana,
    porque está naciendo Dios.
    Belén, campanas de Belén,
    que los ángeles tocan
    ¿qué nueva me traéis?
    Campana sobre campana,
    y sobre campana tres,
    en una Cruz a esta hora,
    el Niño va a padecer.
    Belén, campanas de Belén,
    que los ángeles tocan
    ¿qué nueva me traéis?

    Tu scendi dalle stelle

    ¡Cuantos recuerdos de Italia me trae este villancico!



    Tu scendi dalle stelle
    O Re del Cielo
    E vieni in una grotta
    Al freddo al gelo
    E vieni in una grotta
    Al freddo al gelo.

    O Bambino mio Divino
    Io ti vedo qui a tremar,
    O Dio Beato!
    Ah, quanto ti costò
    L'avermi amato.
    Ah, quanto ti costò
    L'avermi amato.

    A te che sei del mondo,
    Il creatore,
    Mancano panni e fuoco,
    O mio Signore.
    Mancano panni e fuoco,
    O mio Signore.

    Caro eletto pargoletto,
    Quanto questa povertà
    Più mi innamora,
    Giacchè ti fece amor
    Povero ancora.
    Giacchè ti fece amor
    Povero ancora.


    Bajas de las estrellas
    Oh, Rey del Cielo
    Y vienes a una gruta
    Al frío y al hielo
    Y vienes a una gruta
    Al frío y al hielo.

    Oh Niñito mío Divino
    Yo te veo aquí temblando,
    Oh Santo Dios!
     ¡cuánto te costó
    haberme amado!
    ¡cuánto te costó
    haberme amado!

    A tú que eres del mundo
    El Creador
    Faltan vestidos y fuego
    Oh mi Señor,
    Faltan vestidos y fuego
    Oh mi Señor.

    Querido elegido, niñito
    Cuánto esta pobreza
    Me inspira amor hacia ti,
    Luego que el amor te hizo
    Aún más pobre
    Luego que el amor te hizo
    Aún más pobre.

    Perdonad la traducción. Es espantosa, pero la he copiado y pegado sin más. Sorry.



    Madre, en la puerta hay un Niño

    ... en versión de Rosa




    Madre en la puerta hay un Niño,
    más hermoso que el sol bello,
    diciendo que tiene frío,
    porque viene casi en cueros.
    Pues dile que entre y se calentará,
    porque en esta tierra
    ya no hay caridad,
    porque en esta tierra,
    ya no hay caridad.

    Entró el Niño y se sentó,
    y mientras se calentaba,
    le preguntó la patrona,
    ¿De qué tierra y de qué patria?
    Mi Padre es del Cielo,
    mi Madre también,
    Yo bajé a la tierra para padecer
    Yo bajé a la tierra para padecer

    Hazle la cama a este Niño,
    en la alcoba y con primor.
    No me la haga usted, señora
    que mi cama es un rincón.
    Mi Padre es del Cielo,
    mi madre también,
    Yo bajé a la tierra para padecer.
    Yo bajé a la tierra para padecer.






    Adeste fideles



    Adeste, fideles, leti triunfantes. 
    Venite, venite in Bethleem. 
    Natum videte Regem Angelorum. 
    Venite, adoremus  
    venite, adoremus,
    venite, adoremus Dominum.  
    En grege relicto, humiles ad cunas   
    vocati pastores approperant  
    et nos ovanti gradu festinemus .
    Venite, adoremus
    venite, adoremus
    venite, adoremus Dominum.
    Eterni Parentis splendorem eternum  
    velatum sub carne videbimus: 
    Deum infantem, pannis involutum.  
    Venite, adoremus
    venite, adoremus
    venite, adoremus Dominum.
    Pro nobis egenum et feno cubantem, 
    piis foveamus amplexibus.
    Sic nos amantem, ¿quis non redamaret?  
    Venite, adoremus
    venite, adoremus
    venite, adoremus Dominum.

    Acercaos, fieles, alegres y en triunfo, venid a Belén./Ved al nacido Rey de los Ángeles./
    Venid, adoremos,/venid, adoremos,/venid, adoremos al Señor
    Dejado el rebaño, llamados los pastores, se apresuran a ir a la humilde cuna,/y nosotros con paso festivo apresurémonos./ 
    Venite, adoremus...
    Del Eterno Padre el esplendor eterno,/ velado bajo la carne veremos/ al Niño Dios envuelto en pañales./
    Venite, adoremus...
    Por nosotros pobre y acostado en el heno./ Démosle abrigo con piadosos abrazos./ A quien así nos ama, ¿quién no le devolvería amor?
    Venite, adoremus...

    miércoles, 24 de diciembre de 2008

    Mi Crisma

    Enrique G-M es partidario de castellanizar los christmas y convertirlos en crismas a secas. Me apunto a la idea, aunque tengo la sospecha de que en el Puerto de Santa María, que es el pueblo de nuestro poeta, los lugareños ya han suprimido un par de consonantes más y los han transformado en "crimma".

    Bueno, pues éste es mi crisma para el 2008, uno de los veinte dibujos que hizo Hortensia Núñez-Ladevece para la edición holandesa de "el belén que puso Dios". Aquí aparece Moreno, el borrico a quien Dios besó en la frente y le dejó un lucero en toda la crisma.

    Ya lo dice Enrique en su artículo de Nochebuena:

    "La mejor felicitación y el único consejo para hoy consiste en que nos metamos bien el crisma en la crisma. No perdamos de vista que la clave es el misterio del Belén, y todo lo demás -zambombas, polvorones, caganets, pestiños, petardos, suegras, cuñados, copas, uvas, besos, anises y nostalgias- todo, se nos da por añadidura y de acompañamiento."

    Meterse "el crisma en la crisma" es sólo dejarse besar por el Niño. O sea, como borricos.

    Nochebuena



    Alguien escribió que el día más feliz de nuestra vida será la víspera.

    Quizá sea cierto, sí, que la alegría presentida, el cosquilleo de la esperanza, dejan una huella más honda incluso que el logro de aquello que se desea.

    Hoy es la víspera de la Navidad. ¿Nació Jesús de noche? La verdad es que no lo sabemos; pero es posible que nos guste tanto la Nochebuena porque es la víspera.

    Los cristianos estamos siempre en vísperas. Vivimos de Esperanza; de la ilusión de abrazar al Niño en Belén; de recibirlo, glorioso, en la Pascua; de contemplarlo cara a cara cuando Él nos llame.

    Esta noche los sacerdotes se apresuran a celebrar la Eucaristía de la Navidad. Cuando yo tenga a Jesús en mis manos pensaré que es ese Niño que la Virgen María nos entrega. Y nadie podrá impedirme que, sin palabras, le cante un villancico.

    Feliz Nochebuena a todos, que mañana, por fin, es Navidad


    martes, 23 de diciembre de 2008

    Cuentos de Navidad

    Durante
    estos días sigo muy atentamente los "supermicrovídeos" de Alfonso Sanz. Os recomendaría unos cuantos, pero, puesto a elegir uno sólo, me quedo con



    Me han preguntado algunas veces por qué no cultivo más este género literario, por qué no escribo cuentos de Navidad. "Imaginación no te falta", me dicen, y, como soy un poco presuntuoso, creo que tienen razón; pero, la verdad, temo no estar a la altura. Además, me pregunto si no correremos el peligro de situar la Navidad en un mundo irreal, de pura fantasía literaria.

    El nacimiento de Jesús es una historia verdadera, un hecho histórico, por más que intervengan ángeles, pastores y Magos de Oriente. Además es un "misterio", un acontecimiento de fe que se repite en el corazón de miles de personas buenas y santas, cristianas o no. Lo escribí hace más de diez años: si nos dejamos, Dios nos pondrá un belén en el alma cuando llegue la Navidad. Basta con que recurramos al estupendo detergente de la penitencia para quitarnos la mugre de encima, el polvo del camino que hemos ido acumulando.

    Si recibimos así a Jesús, con el corazón limpio, nuestra vida entera se convertirá en un cuento, en una novela maravillosa con un final feliz en el Belén del Cielo.


    lunes, 22 de diciembre de 2008

    Pascal (II)




    Te prometí un poema sobre Pascal. Aquí lo tienes. Lo pongo en el blog con la secreta y vanidosa esperanza de terminar el año con 500 entradas


    Hijo de una nobleza venida a menos
    pero hijo sobre todo de su madre
    la Iglesia Católica
    a los 12 años Pascal dedujo por su cuenta las primeras 32 proposiciones de Euclides
    es decir reinventó las matemáticas sin saber que existían
    a los 16 escribió un tratado sobre las secciones cónicas
    y a los 19 inventó la máquina aritmética
    abuela de la computación por parte de padre
    pero muy pronto abandonó esas minucias cuantitativas
    para dedicarse a la investigación del hombre
    se le atribuye el descubrimiento de su corazón
    fue la llamada noche de fuego del 23 de noviembre de 1654
    lágrimas lágrimas lágrimas de alegría
    por fin el Dios de Abraham el Dios Padre de Jesucristo
    lágrimas lágrimas del amor de Dios
    los hechos se precipitaban en el amor
    a partir de 1656 el corazón de Pascal estalló en forma volcánica
    los fragmentos de esa rara explosión se conocen con el nombre de sus Pensamientos
    la parte visible de esos fragmentos es una defensa irrefutable de la verdad católica
    y su parte invisible es toda una filosofía anticartesiana
    que por desgracia ardió con la explosión
    a él no le venían con aquello de las ideas claras y distintas
    por algo su corazón había estallado en el amor de Cristo
    lágrimas lágrimas del amor a Cristo
    por esas lágrimas navega como un arca el propio Pascal
    va en el techo de sí mismo y nos dice adiós adiós
    no hay nada como naufragar en el océano infinito del amor de Dios

    José Miguel Ibáñez Langlois (1983)



    Los lunes, publicidad.

    Hoy vienen al pelo estos dos anuncios: el primero nos sitúa en la noticia del momento. El segundo nos recuerda al famoso "Pancho" y la Primitiva.

    Que la suerte os acompañe. Y nunca mandéis al perro a cobrar el premio.

    domingo, 21 de diciembre de 2008

    Retiro a cuatro días de la Navidad



    la ermita de Solavieya

    Se enciende la cuarta vela de la corona de Adviento. En Solavieya resplandece un sol de hielo que escarcha el rocío el jardín.

    Me he asomado al balcón muy de madrugada. Me gusta sentir la brisa fría que se levanta en el momento mismo de la salida del sol, y contemplar esa luz primera que galopa como un marea por la ladera del monte. Ya amanece. Es mi mejor hora.

    Hoy la liturgia recordará las palabras de Isaías:

    Rorate Caeli desuper et nubes pluant Iustum!… Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad al Justo: ábrase la tierra y brote el Salvador.

    Ojalá llegue el Señor así: como la escarcha que baña el campo esta madrugada; como la brisa fría que me pone en pie; como la luz blanca que enciende cada rincón del paisaje y va descubriendo los colores de las cosas y las coloca en su lugar.

    Ojalá no llegue sólo a los belenes y a los templos. Ojalá celebremos todos la Navidad con el Niño en casa, sin ocultarlo en el trastero para que no nos amargue la fiesta. Ojalá abramos nuestro corazón de barro para que brote el Salvador.

    He aquí que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré. Y cenaré con él, y él conmigo (Apocalipsis, 3, 20)


    sábado, 20 de diciembre de 2008

    Pero mira cómo beben...


    Leo
    en un diario digital que el Parlamento de Cataluña debate desde el pasado jueves una ley que prohibirá "golpear las aguas" y "tirar piedras" a los ríos de la Comunidad autónoma. Se trata, al parecer, de que los peces catalanes no se asusten. Si se aprueba esta conmovedora disposición, tampoco se permitirá engañar a estos húmedos animales llevándolos en una dirección concreta para atraparlos más fácilmente.

    Nada más leer la noticia Kloster ha situado un equipo de grabación en el fondo del Río Llobregat y ha captado la siguiente conversación entre un trucho y una trucha.

    —Estarás contenta, Nuria. Ya no te tirarán piedras los de arriba y podrás llevar de paseo a los niños sin temor a agresiones.

    ­—Muy contenta tampoco estoy. Habría que precisar si se pueden tirar o no euros al río. De vez en cuando caen algunas monedas y nunca viene mal ahorrar un poco.

    En cualquier caso, durante esta Navidad todos podremos cantar sin sobresaltos en Cataluña aquello de “però mira com beven els peixos en el riu/ però mira com beven pero veure a Dieu nascut”.

    Es que nuestros políticos están en todo.



    viernes, 19 de diciembre de 2008

    El retorno de los brujos


    Imparibus dii gaudent, en los años impares se alegran los dioses, decían los antiguos. O sea, que las divinidades paganas de antaño jugaban a los números y eran tan supersticiosas como los echadores de cartas de ahora mismo. Al menos eso se deduce del libro de chascarrillos latinos que tengo sobre la mesa.

    —Pues tiene usted razón —afirmó Vanessa Gómez, alias la vidente del pijama floreado, que tomaba el té en animada charla con su amiga y colega Érica Kloster, en el siglo Merche Pajarillas, especialista en tarot y medicina alternativa—. Entramos en un año impar, o sea en un buen año. Además ha nevado en media España, y como todo el mundo sabe, año de nieves, año de bienes.

    —Además —apostilló Érica—, la guerra civil española comenzó en un año par y terminó en uno impar. No sé cómo no había caído yo. Y también es cierto que terminamos un año par, o sea desastroso, con crisis económica, recesión y paro. Para colmo ha caído Schuster en el Real Madrid y mi reúma no mejora.

    —Bueno, chica, pero ganamos la Copa Davis, la Eurocopa de Fútbol, el Tour de Francia, la Vuelta y el Giro, el oro olímpico en tenis y casi el de baloncesto. O sea que tampoco ha resultado tan horrible. Además, reconócelo, a ti y a mí la crisis nos ha venido de cine. Estamos como nunca. En los viejos tiempos de prosperidad teníamos unas clientes que apenas dejaban cuatro duros. Eran amas de casa aburridas, solteras desesperadas y gentes de medio pelo; pero, desde hace unos meses, ¡qué cambio, cariño!: tengo mi templo lleno de brókeres y empresarios en crisis.

    —¿Llamas templo a tu consulta?

    —Sí, hija sí. Hay que dejar las cosas claras. Porque fíjate, la televisión nos ha hecho mucho daño. Esas gordinflonas que aparecen en las teles locales y se titulan “videntes” tienen pinta de cajeras de supermercado, dicho sea sin ánimo de ofender. Pero es que no es serio que las llamen por teléfono y despachen en cinco minutos a un espíritu atormentado que les pide ayuda profesional. Están desacreditando la astrología y el personal empezaba a cachondearse de nosotras. Y es que han banalizado la magia.

    —Y tú crees que basta con llamar “templo” a tu piso de López de Hoyos…

    —No hay color, Érica, cielo. Mira, recibes a los clientes en un salón con mucho lujo: candelabros de bronce, cortinas, aroma de incienso (lo venden los chinos superbarato)… Pones una música adecuada New age. Hay unos discos divinos en el Corte Inglés. Luego les haces esperar diez o doce minutos y, cuando miran al reloj por tercera vez, entras en la sala bien arreglada para el caso diciendo frases en latín.

    —No, si te entiendo, pero el problema es que los clientes de ahora te preguntan unas cosas que no sabes qué decir. Como guapos, son más guapos, no te lo niego, y tienen dinero. O sea, que bien; pero ya no quieren saber nada de amores imposibles, de ligues contrariados ni de asuntos del corazón, que en eso, chica, te juro que he tenido unos éxitos que ni te cuento. Elaboraba yo unas infusiones de yerbas de mi pueblo que eliminaban el mal de ojo en dos semanas. Pero ahora lo que priva es el Ibex, el Nasdaq y el precio del barril de crudo. Chica, yo así no aguanto. No querrás que haga Empresariales a estas alturas. Una tiene su dignidad.

    —Lo que necesitas es un poco de sicología. Tú les preguntas por sus temores, y si te cuentan que están angustiados, pongamos, por si baja o sube Repsol, te quedas con el nombrecito y les tranquilizas diciéndoles que todo lo que baja, sube, y santas pascuas…

    —Muy fácil lo ves tú…

    —Al fin y al cabo ellos tampoco aciertan mucho más en sus previsiones. Lo que importa es darles esperanza, ¿no crees?

    Vanessa suspiró, soñadora. En efecto, para ella como para la mayor parte del sindicato de brujos, se presenta un año prometedor. El laicismo tiene estas cosas: vuelven los alquimistas y los adivinos. Leo en un periódico digital que ya hay cursos de tarot, astrología y adivinación para los que quieran entrar en el negocio. No se exige gran cosa; por lo que veo, ni el graduado escolar.

    —¿Y pagará el INEM las clases?

    —Eso me temo.

    jueves, 18 de diciembre de 2008

    Pascal

    Ayer asistí a un interesante acto en la Universidad de Navarra. La doctora Carmen Monasterio disertó sobre "Filosofía y fe en Pascal".

    Supongo que soy fríamente objetivo al afirmar que nunca he oído una conferencia tan interesante, expuesta con tanta claridad y elocuencia por una doctora tan joven, elegante y guapa.

    Tuve que hacer serios esfuerzos para contener mi entusiasmo y mantenerme dentro de los límites que la corrección académica exige.

    De regreso a Bilbao fui considerando con cierta melancolía que en esa Universidad, donde empecé mis estudios hace tantos años, ya no soy nadie: sólo "el hermano de Carmen".

    Algunos suponen que soy su tío.

    miércoles, 17 de diciembre de 2008

    La tía Pili



    Acaba de morir mi tía Pili. Tenía 8 años menos que mi madre, y así de guapa estaba hace bien poco.
    Pili tuvo 13 hijos y multitud de sobrinos que la queríamos como a nuestra tía favorita.

    Mañana, fiesta de Nuestra Señora de la Esperanza, rezaré por ella especialmente en la Santa Misa. Hoy no escribiré más. Pedid por ella, aunque sé que no lo necesita.


    La espera


    Hoy
    el Adviento cambia de signo . La liturgia ya no habla de la segunda venida de Cristo, al final de los tiempos, sino de su llegada a la tierra en Navidad. A ocho días de la Nochebuena, la mirada de la Iglesia descubre a una chiquilla que acaba de llegar a Belén con su esposo. Está embarazada, casi fuera de cuentas.

    "María lo esperó con inefable amor de Madre", leo en el Prefacio de la Misa. ¿Y José? José corre por las callejuelas de Belén en busca de un trono para el Rey de los judíos.

    Todo está preparado : en el cielo ya parpadea la nueva estrella que guiará a los Magos de Oriente. Los ángeles afinan sus instrumentos musicales para el primer villancico de la historia y, mientras Herodes el Grande dormita en Jerusalén y el mundo descansa en la pax romana de Augusto, unos pastores limpian su establo y encienden una hoguera.

    ¿Por qué se esmeran tanto esta noche? ¿Quién les ha dicho que lo dejen todo tan bien dispuesto?

    "Cuando un profundo silencio lo envolvía todo y la noche se encontraba en la mitad de su carrera, tu Palabra omnipotente saltó del cielo desde el trono real." (Sabiduría, 18, 14)

    Es un silencio necesario que anuncia el estallido de la gran sinfonía de la Redención. El cosmos entero toma aliento. Callan las aves.

    Alguien dice "ha pasado un ángel". Y esta vez es verdad.

    martes, 16 de diciembre de 2008

    El cachete



    A ver si lo entiendo: un pobre chico recibió una bofetada con tan mala fortuna que cayó sobre el lavabo y se hizo una herida en la oreja. Un profesor del colegio denunció el hecho a la policía, y el juez dictaminó que había que castigar al niño sin ver a su mamá durante un año.

    Summum ius, summa iniuria, escribió Terencio. Lo que traducido a romance significa, más o menos, que el Derecho aplicado estrictamente es la mayor injusticia.

    Camino de Asturias

    Los Picos de Europa
    Por cuarto año consecutivo celebraré la Navidad en Asturias y pasaré veintitantos días en aquellas tierras. En 2005 llegué a Solavieya por accidente. Desde entonces cuento los días que me faltan para volver. Asturias es un mundo mágico que conviene descubrir. Yo aún no lo he hecho del todo, pero no dejaré de intentarlo año tras años, si Dios quiere.

    De momento estoy en Bilbao, en una parada técnica. No tendré más remedio que ir hacia Gijón por la autovía del Cantábrico, con los picos de Europa a la izquierda y el océano a la derecha.

    Cuento todo esto para pedir disculpas por la pérdida de ritmo de este blog en el que nos encontramos tantos amigos. Dentro de poco volveré a las andadas.

    Espero tener a mano una conexión razonable a la red.


    lunes, 15 de diciembre de 2008

    El lunes, publicidad.

    Estoy muy de acuerdo con el creador de este vídeo. Siempre me ha parecido un poco ridícula esa manía de tener un aparatito que sirva para todo: teléfono, fax, modem, ágenda, grabadora, impresora, fregona...

    Kloster hace un mes perdió un cacharro de esos y desde entonces no ha levantado cabeza. Se siente desolado, sin identidad y sin futuro.

    Yo, que pierdo el móvil tres o cuatro veces al día, prefiero seguir así.


    domingo, 14 de diciembre de 2008

    Alegría, a pesar de todo




    “Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. El Señor está cerca”.

    Lo escribió San Pablo desde su prisión, a pesar de que el Apóstol no tenía muchos motivos para estar contento. Él mismo lo cuenta en esta carta, pero, al final, pide a los cristianos de Filipo que se fijen en lo único importante: en el Señor, que está cada día más cerca.

    Esta mañana tendré que hablar de la alegría, que no es propiamente una virtud, sino un síntoma; un magnífico síntoma compatible con la crisis, con la pobreza, con la enfermedad, con la vejez… Incluso con la riqueza, aunque a los muy ricos les resulte tan difícil conseguirla.

    Hablaré de la alegría y de la cohorte de virtudes que la escoltan: la cordialidad, que es la alegría del corazón; el buen humor, que es el desbordamiento sereno de la alegría; el entusiasmo, que es lo que los antiguos llamaban la pasión de la esperanza; el optimismo, que algo tiene que ver con la Esperanza; el sentido de humor, que es capaz de convertir las lágrimas en carcajadas; la simpatía, que no consiste en hablar mucho, sino en saber escuchar y en dar paz a los tristes; y la humildad, sin la cual es imposible la auténtica alegría.

    Y la risa, naturalmente. ¿Qué haríamos sin la risa? 

    Cuando en la Santa Misa diga a los asistentes “daos fraternalmente la paz”, tal vez les pida que esta vez se den también la alegría; que se rían juntos. Una buena carcajada compartida puede ser un cántico litúrgico tan agradable a Dios como el más sublime motete gregoriano.

    sábado, 13 de diciembre de 2008

    La dignidad de la persona


    La Santa Sede acaba de publicar una "Instrucción" sobre algunas cuestiones de bioética. Se trata de un documento denso, pero diáfano, en defensa de la vida y de la dignidad humanas, que vale la pena imprimir y estudiar detenidamente. Aquí lo tenéis

    Yo comprendo que ser periodista no es fácil; que hay que buscar cuanto antes un titular que venda y que esté de acuerdo con la línea del medio en el que uno trabaja. Sólo así se explica que "Público", un diario la mar de privado, encabece esta información con la siguiente majadería: "El Vaticano intenta frenar el avance de la ciencia".

    Me dice Kloster que un buen nazi podría haber firmado el mismo titular en los viejos tiempos; pero, lo siento, hoy no le dejaré que diga ni una palabra más.




    Se van las pelucas



    Dicen que la acera de mi casa está maldita y que por eso los comercios que se instalan aquí empiezan a quebrar al día siguiente de su apertura.

    No llevo muchos años en el barrio, pero ya he asistido al entierro de una tienda de arte, un supermercado, una panadería, una establecimiento de electrónica, la sede de la Federación de fútbol sala, un restaurante, una inmobiliaria..., y todo en menos de cincuenta metros lineales.

    Sólo aguantan el tipo los bares y la tienda de la esquina: la de la foto. La he sacado un poco esquinada para que no se me ofendan. Se trata, como veis, de un comercio especializado en pelucas. El escaparate, demasiado amplio para mi gusto, está poblado de cabezas de aspecto funerario tocadas con postizos variados de pelo natural y sintético: barbas, bigotes, perillas, bisoñés, pelucones masculinos y femeninos...

    Cuando paso por delante siempre pienso en la revolución francesa y en la guillotina. Tanta cabeza suelta y tanto pelo..., no sé. Kloster dice que tengo una imaginación enfermiza, pero no puedo evitarlo.

    Jamás he visto un cliente. Quizá los esconden, o quizá no se atreven a entrar. Hay que tener en cuenta que el interior de la tienda se ve perfectamente desde la calle, y no debe ser cómodo que todos te vean cómo te pruebas frente al espejo el pelucón que necesitas para cubrirte la calavera.

    El caso es que la tienda ha aguantado veinte o treinta años. La dependienta, inasequible al desaliento, ha hecho todos los crucigramas de la prensa nacional y sólo de vez en cuando, sustituye una cabellera rubia por otra morena o quita el polvo (o la caspa) de las pelucas.

    La noticia de hoy es que el establecimiento se traspasa. Dice un cartel que se van a otro barrio. No explican cómo se las han ingeniado para resistir tanto tiempo ni por qué se han rendido a estas alturas.

    Los echaré de menos. A Kloster le gustaba un bigote romántico y ondulado que portaba una de las cabezas. Yo rezaré por los que vengan a ocupar el local.

    A ver lo que duran.


    viernes, 12 de diciembre de 2008

    Manolito


    Manolo, Manolito, ven aquí.

    La señora del bolso colorado salía de la confitería Mallorca con un gran paquete en los brazos.

    —Manolo, ¿se puede saber dónde te has metido? Si no vienes aquí ahora mismo, te vas a quedar sin chuches.

    Al fin apareció Manolito embutido en una especie de jersey rosa con borlas. La mendiga rumana, que estaba acosando a la señora, se apartó prudentemente, porque Manolo resultó ser un perro grande y negro con cara de cretino peligroso.


    jueves, 11 de diciembre de 2008

    Retiro y bocata a las tres



    A
    las tres menos diez de la tarde en los pasillos del centro había grupos de chicas que daban cuenta de unos bocadillos gigantescos. Las contemplé con asombro. ¿Cómo es posible, me dije, que criaturas tan frágiles estén en condiciones de deglutir sin el menor esfuerzo tal cantidad de material orgánico y a tanta velocidad?

    Entré en la capellanía. A las tres teníamos una meditación para las niñas que asisten a la catequesis de la Confirmación en horario extraescolar. A causa de ese horario, yo tenía mis dudas:

    -¿Crees que vendrá alguien? La verdad, no son horas...

    Kloster se encogió de hombros.

    Diez minutos después entré en la capilla. Estaba absolutamente llena: las devoradoras de bocatas esperaban el comienzo de la meditación.

    Me emocioné tanto que, por un momento, pensé que me iba a fallar la voz. Gracias a Dios pude contenerme, pero a los pocos minutos comprendí que había vuelto a bilocarme.

    Me oí hablar de la Virgen y de su visita a su pariente Santa Isabel, pero mi cabeza estaba en otro sitio, en cada una de aquellas chavalas que escuchaban en silencio, sin perder una sílaba de lo que yo decía.

    De pronto descubrí a Kloster que, sentado en la última fila, me miraba con una sonrisa irónica:

    -No te lo creas, colega -me estaba diciendo-. No están aquí por ti ni por mí. Es que son buenas chicas y, después del bocata, quieren tomar el postre. A ver cómo las alimentas.



    miércoles, 10 de diciembre de 2008

    Bilocaciones




    Hoy he tenido un sueño. Siempre que tengo un sueño me lo cuento a mí mismo nada más despertarme para recordarlo mejor después. Eso es lo que hice esta mañana.

    Soñé que debía predicar dos retiros en dos ciudades diferentes a la misma hora. Traté de excusarme alegando que era imposible, pero alguien me dijo que hiciera un esfuerzo. Lo hice y, ante mi sorpresa, logré bilocarme.

    El problema se me planteó a la hora de hablar. Como no era capaz de explicar dos cuestiones distintas al mismo tiempo, me callé y comuniqué a mis oyentes de Madrid (cuatro gatos, no creáis) que conectaríamos en directo con Pamplona para transmitir desde allí el retiro que yo mismo estaba predicando en ese instante. A la gente le pareció todo la mar de normal, y yo, para no defraudarlos fui moviendo los labios sincronizándome lo mejor posible con mi otro yo.
    Me he despertado con dolor de cabezas (de las dos cabezas) y me he tomado un gramo de paracetamol. Mi siquiatra imaginario asegura que necesito un descanso. Pronto llegará: la semana que viene vuelvo a Asturias. Qué se preparen las aves oceánicas.

    Hoy no pienso escribir ni una línea más.




    martes, 9 de diciembre de 2008

    Los lunes (aunque caigan en martes), publicidad

    Trozos de vidas, uno de los blogs que circulan por mi barrio, ha encontrado un buen anuncio que me apresuro a copiar. Ahora sólo falta que la propietaria del blog escriba con mayor frecuencia para que nos enganche definitivamente.




    El columnista


    Cuando publiqué este artículo hace ocho o diez años, algunos amigos me preguntaron intrigados a qué columnista me refería. Otros muchos lo dedujeron inmediatamente y hasta me felicitaron por “dar caña” al que ellos suponían que era protagonista de la historia. Lo cierto es que “el columnista” de mi artículo no es nadie en concreto. Sin embargo también debo decir que cualquier parecido con alguno de los más conocidos no es mera coincidencia.



    —No
    entiendo cómo lo defiendes. Ya has visto lo que dijo sobre el Papa la semana pasada. Y esta misma mañana vuelve con sus irreverencias de costumbre.

    —No es que lo defienda; pero tampoco se lo reprocho demasiado. Apenas tiene tiempo, y claro, en cada columna le salen dos o tres inexactitudes…

    —Dos o tres bobadas.

    —Como quieras; pero está súper acelerado y así no puede trabajar. Fíjate, a mí me piden sólo setecientas palabras al mes, y hay años en que no se me ocurre nada. ¿Te imaginas lo que debe ser escribir todos los días? Es lógico que él también cometa algunos deslices.

    —Sandeces.

    —Bueno, sandeces… Pero es que lo suyo era la literatura, el estilo, ¿me entiendes? Cuando empezó, en el pueblo decían que era de pluma fácil. Luego se hizo poeta y casi gana un Adonais, que aunque de eso no se come, sales en la prensa y te da un nombre. Después hizo teatro, alguna novela… Hasta que lo ficharon de columnista… Chico, qué triunfo.

    —Y tú que lo digas.

    —Lo peor es el estrés. Se levanta temprano, y corre hacia la emisora donde participa en una de esas tertulias políticas que alborotan las madrugadas. Sin apenas tiempo para hojear la prensa, toma carrerilla con un tenue carraspeo ante el micro, y hala, a improvisar sobre la sanidad pública o privada, la educación para la ciudadanía, el ipecé, la última Encíclica, el premio Nobel de literatura, el problema del euribor, las guerras de moda o sobre cualquier otra cuestión que le planteen los oyentes o el conductor del programa. Y todo, sin descomponer el gesto y casi sin desayunar.

    —Lo malo es que el tío se ha creído su papel, y como va de experto, es tan audaz en sus opiniones como enciclopédico en su ignorancia.

    —No digas eso… Es verdad que sabe poco. Pero ¿a que es simpático? Además cumple una función social impagable: despierta a los españoles y nos sume en ese estado de irritación que caracteriza al ibero cuando madruga.

    —¿Y por qué no reconoce alguna vez que no tiene ni idea de lo que le plantean?

    —¿Estás loco? Eso es imposible. No sería correcto. Hace ya tiempo se le ocurrió decir ante el micrófono: perdonen; me equivoqué. Ya ni recuerdo de qué se hablaba; pero se hizo un silencio… Creí que lo echaban de la emisora.

    Luego, después de la tertulia radiofónica, desayuna con la prensa recién salida y busca un tema para sus colaboraciones del día siguiente. Hace años, a esa hora más o menos le vino un ataque de pánico. Fue un momento de lucidez, casi de humildad. Por un momento le invadió la sospecha de que su cerebro se había atrofiado definitivamente, y se preguntó si no debería cambiar de oficio…

    —¿Y qué pasó?

    —Nada. Resolvió la crisis con un valium y un gin-tonic. Creo que alguna otra vez ha estado a punto de recaer; pero aguanta como un héroe. Selecciona tres o cuatro titulares en los periódicos para comentarlos en su columna, y…

    —¿Sólo titulares?

    —Claro. No querrás que estudie a fondo las noticias. No tiene tiempo y, para su brillante estilo, los titulares van mucho mejor. Los agita un poco…, y muchacho, ¡qué talento!: es capaz de insultar a una folclórica, a un arzobispo, a un subsecretario y a un colega de la competencia sin salir de la misma oración subordinada,. ¡Qué prosa! Nadie difama con tanto ingenio ni con léxico tan fresco y tan rico. No sé cómo no le han hecho aún académico. Hay personajes que, por salir en esa columna, aceptan con una sonrisa sus exabruptos. Es un honor ser agraviado por el más grande de los columnistas. Y por un elogio… ¡qué no harían por un elogio suyo!

    —¿Y por qué no rectifica jamás una información?

    —¿Rectificar? Eso es absurdo: él no se equivoca nunca.

    —¿Cómo dices eso?

    —Hablo en serio. Para equivocarse es necesario tener de qué. Hace falta creer en la verdad y buscarla sinceramente. Cuando se dan estas dos condiciones uno puede acertar o engañarse. Y entonces reconocerlo no es una humillación. Pero aquí hablamos de otra cosa. Lo suyo no es la verdad, sino el estilo; no la inteligencia sino el ingenio. Por una buena metáfora entregaría hasta la dignidad. ¿Rectificar? ¡Valiente tontería! ¿Cómo se rectifica una metáfora o un retruécano? No, no podemos permitir que algo tan reaccionario como la verdad malogre una prosa tan sublime.

    —Pero es que…

    —Además no tiene tiempo: Fíjate, por la tarde de nuevo le entrevistan en la radio; por la noche, tertulia en la tele. Si es que no sé como aguanta tanto. Pobre.

    lunes, 8 de diciembre de 2008

    En la Fiesta de la Inmaculada



    Una gota de veneno



    Traigo hoy a esta página unos párrafos de la homilía que pronunció Benedicto XVI el día 8 de diciembre de 2005. Me he sentido retratado por el santo Padre. En efecto, yo también he pensado alguna vez que "una gota de veneno" da sabor a la vida, que el pecado (o el pecadillo) contribuye a hacernos más humanos.

    La fiesta de hoy viene a decirnos exactamente lo contrario. Y el Papa lo explica muy bien.



    La fiesta de la Inmaculada Concepción deja en nosotros la sospecha de que una persona que no peca para nada, en el fondo es aburrida; que le falta algo en su vida: la dimensión dramática de ser autónomos; que la libertad de decir no, el bajar a las tinieblas del pecado y querer actuar por sí mismos forma parte del verdadero hecho de ser hombres; que sólo entonces se puede disfrutar a fondo de toda la amplitud y la profundidad del hecho de ser hombres, de ser verdaderamente nosotros mismos; que debemos poner a prueba esta libertad, incluso contra Dios, para llegar a ser realmente nosotros mismos. En una palabra, pensamos que en el fondo el mal es bueno, que lo necesitamos, al menos un poco, para experimentar la plenitud del ser.

    Pensamos que Mefistófeles —el tentador— tiene razón cuando dice que es la fuerza "que siempre quiere el mal y siempre obra el bien" (Johann Wolfgang von Goethe, Fausto I, 3). Pensamos que pactar un poco con el mal, reservarse un poco de libertad contra Dios, en el fondo está bien, e incluso que es necesario.

    Pero al mirar el mundo que nos rodea, podemos ver que no es así, es decir, que el mal envenena siempre, no eleva al hombre, sino que lo envilece y lo humilla; no lo hace más grande, más puro y más rico, sino que lo daña y lo empequeñece. En el día de la Inmaculada debemos aprender más bien esto: el hombre que se abandona totalmente en las manos de Dios no se convierte en un títere de Dios, en una persona aburrida y conformista; no pierde su libertad. Sólo el hombre que se pone totalmente en manos de Dios encuentra la verdadera libertad, la amplitud grande y creativa de la libertad del bien. El hombre que se dirige hacia Dios no se hace más pequeño, sino más grande, porque gracias a Dios y junto con él se hace grande, se hace divino, llega a ser verdaderamente él mismo. El hombre que se pone en manos de Dios no se aleja de los demás, retirándose a su salvación privada; al contrario, sólo entonces su corazón se despierta verdaderamente y él se transforma en una persona sensible y, por tanto, benévola y abierta.

    Cuanto más cerca está el hombre de Dios, tanto más cerca está de los hombres. Lo vemos en María. El hecho de que está totalmente en Dios es la razón por la que está también tan cerca de los hombres. Por eso puede ser la Madre de todo consuelo y de toda ayuda, una Madre a la que todos, en cualquier necesidad, pueden osar dirigirse en su debilidad y en su pecado, porque ella lo comprende todo y es para todos la fuerza abierta de la bondad creativa.

    En ella Dios graba su propia imagen, la imagen de Aquel que sigue la oveja perdida hasta las montañas y hasta los espinos y abrojos de los pecados de este mundo, dejándose herir por la corona de espinas de estos pecados, para tomar la oveja sobre sus hombros y llevarla a casa.

    Como Madre que se compadece, María es la figura anticipada y el retrato permanente del Hijo. Y así vemos que también la imagen de la Dolorosa, de la Madre que comparte el sufrimiento y el amor, es una verdadera imagen de la Inmaculada. Su corazón, mediante el ser y el sentir con Dios, se ensanchó. En ella, la bondad de Dios se acercó y se acerca mucho a nosotros. Así, María está ante nosotros como signo de consuelo, de aliento y de esperanza. Se dirige a nosotros, diciendo: "Ten la valentía de osar con Dios. Prueba. No tengas miedo de él. Ten la valentía de arriesgar con la fe. Ten la valentía de arriesgar con la bondad. Ten la valentía de arriesgar con el corazón puro. Comprométete con Dios; y entonces verás que precisamente así tu vida se ensancha y se ilumina, y no resulta aburrida, sino llena de infinitas sorpresas, porque la bondad infinita de Dios no se agota jamás".

    domingo, 7 de diciembre de 2008

    Cambia el decorado


    ¿Adónde fue la nieve?, ¿alguien lo sabe?

    Estaba aquí, al otro lado de mi ventana, alfombrando cada centímetro del jardín. Se mecía en las ramas de los árboles y me hacía guiños plateados en los raros instantes en que el sol se asomaba entre las nubes. El murete de entrada a la casa lucía un sombrero blanco de alta copa y en el camino no había más huellas que las de un pájaro desconocido, tal vez un zorzal invernante, que había escrito en la nieve con sus patas un mensaje para que yo lo interpretase.

    La nevada había sido intensa pero lenta y primorosa. Con paciencia de orfebre Dios creó cada copo para la hoja justa y lo puso en el lugar previsto desde toda la eternidad. No tuvo prisa el Señor de los Cielos y de las nubes.

    Pero llegó la noche. Alguien me dijo en sueños que el tiempo estaba cambiando. Por la mañana me asomé de nuevo al jardín y no había rastro de nieve. La lluvia culpable de la catástrofe se había escondido reconociendo su pecado, y Kloster, que no tiene la menor sensibilidad para estas cosas, se me rió a la cara.

    —Eres un cursi, colega. No llores por el hielo derretido. Ahora podremos volver a Madrid sin dejarnos la calavera en el asfalto.

    sábado, 6 de diciembre de 2008

    Novena de la Inmaculada (V)

    Vídeo de la exposición sobre Inmaculada Concepción. Organizada por la Conferencia Episcopal española en Catedral de La Almudena. Madrid, 2005.



    viernes, 5 de diciembre de 2008

    Novena de la Inmaculada (IV)

    Recuerdos de María

    Mel
    Gibson, en su película sobre la Pasión de Cristo se esmeró de modo especial al retratar a María Santísima. En este vídeo se ven algunas escenas de esa película; las que recogen los recuerdos de María al contemplar a su Hijo en la Cruz.

    Lástima que la calidad de las imágenes no sea buena.




    jueves, 4 de diciembre de 2008

    Desde mi iglú



    Iglú: Vivienda de forma semiesférica construida con bloques de hielo, en que, durante el invierno, habitan los esquimales y otros pueblos de análogas características (DRAE)

    Mi amigo Blas, que es hombre de extrañas querencias agrestes, hace años se vino de excursión a la Sierra de Madrid con la brillante idea de fabricar un iglú para pasar la noche. Según Kloster, que tiene un tío esquimal, el iglú es una vivienda acogedora y calentita dentro de lo que cabe. Probablemente resulta pequeña, pero, con la crisis inmobiliaria, es posible que lo adoptemos pronto como solución habitacional.

    Lamentablemente en aquella ocasión Blas no encontró hielo suficiente y tuvo que conformarse con dormir en una cama como casi siempre; pero yo hoy lo he recordado con afecto cada vez que me he asomado a la ventana para contemplar el manto de nieve y he visto el termómetro que he colocado al otro lado del cristal.

    Lo siento, a mí la nieve no me inspira nada. Todas las metáforas que me vienen a la cabeza tienen carácter funerario. Dejaré constancia sólo de que ayer miércoles no paró de nevar en Riaza en todo el día y, hacia las tres de la tarde, sobrevoló el jardín una bandada de avefrías camino del Sur.