sábado, 30 de mayo de 2015

La décimas de la final (y III)


Entre euforias y alirones
el día 30 del mes
se lanzaron los culés
al foso de los leones.
Los de Bilbao, fanfarrones,
con fiereza y arrebato,
lucharon como jabatos
llenos de garra y pasión.
Lo malo es que el Rey León
al final sólo era un gato.

H. Kloster

viernes, 29 de mayo de 2015

Las décimas de la final (II)



Tres  genuinos catalanes,
Messi, Suarez y Neimar,
piensan que van a aplastar
a un equipo de haraganes,
y ya tienen grandes planes
para festejar la copa:
butifarra hasta en la sopa,
y habrá más celebraciones
cuando ganen en Europa
la liga de champiñones


Décimas de la Final (I)



El rojiblanco león,
como finalista ya,
es seguro que será
al menos subcampeón;
pero me apuesto un riñón
a que el poderoso Barça
completará su gran farsa
ante el club de San Mamés
cayendo muerto a sus pies
como un grotesco comparsa.




jueves, 28 de mayo de 2015

Al corrupto desconocido

Querido e innominado corrupto: en casi todas las naciones occidentales hay un monumento dedicado “al soldado desconocido” como homenaje a los ciudadanos anónimos que luchan en el campo de batalla en defensa de su país. En Madrid, por ejemplo, tenemos un obelisco de dudoso gusto con una especie de altar y un sarcófago a sus pies al que se accede por una escalinata de piedra. Se ha inaugurado tres o cuatro veces con distintos nombres, pero pocos lo conocen, quizá porque corren malos tiempos para la épica, y, en esta época mustia y asustadiza que nos han tocado vivir, entregar la vida por la Patria no mola nada. 
Hace años uno veía a los soldaditos por las calles vestidos de caqui. Era un espectáculo tierno y, por supuesto, pacífico. Nuestros queridos guripas iban al parque los domingos a explorar nuevos territorios. ¡Qué contentos se veían exhibiendo su uniforme con aire marcial ante el afectuoso enemigo del sexo opuesto! 
Un mal día los reclutas —y también las niñeras— se desprendieron de los atavíos propios de su oficio y pasaron a la clandestinidad, quiero decir al anonimato. Fue una epidemia anti-uniformista que contagió a los taxistas, a los dependientes de comercio, a los clérigos, a los porteros de fincas urbanas…
A los chorizos, no, porque vosotros no habéis llevado jamás uniforme. Vuestro hábitat es la oscuridad. De ahí que me atreva a sugerir a nuestras autoridades que levanten un monumento “al corrupto desconocido” para que se os vea. Más que un homenaje, sería un reproche y una advertencia a las gentes honradas, ya que todos podemos caer en la tentación, si es que no caímos ya hace años.
Porque, veamos, ¿a quién podemos llamar “corrupto”? Los niños, cuando se han portado mal y confiesan su pecado, no se limitan a describir la falta cometida. No dicen “he hecho tal cosa”, sino “he sido malo”: ¡sorprendente sabiduría! Ellos saben que el pecado no es un mero desperfecto técnico, que se repara y ya está; es un error que deja huella en el alma; afecta a lo que somos: nos hace “malos”, nos deshumaniza y corrompe.
¿Entonces, “pecador” y “corrupto” son vocablos sinónimos? No del todo. El pecador que habitualmente se arrepiente, confiesa su pecado y repara el daño ocasionado no es un corrupto; es sencillamente humano, y Dios cura sus heridas. Corrupto es, en cambio, el que enmascara sus miserias, el farsante endurecido y tan comprometido con su basura que ya no concibe otro modo de vida.
No es más corrupto quien más roba, sino quien tiene más oxidado el sismógrafo de la conciencia. El que sustrae bolis de la oficina para la familia y folios para la impresora de casa; el que engaña sólo un poco a su mujer o a su marido con un coqueteo anodino; el que cobra o paga facturas sin IVA; el que hace trabajitos en negro sin ponerse rojo; el que se apropia de ayudas públicas a las que no tiene derecho; el que se embolsa el PER y no conoce más campo que el de fútbol; el que miente en el currículum y en la declaración de la renta… 
¿Chorizos caseros? El Papa Francisco les dedicó unas palabras bien expresivas: “una podredumbre barnizada: ésta es la vida del corrupto. Y Jesús a éstos no les llamaba pecadores. Sino que les decía hipócritas.”
Y, desde fuera, ¿cómo se distingue un corrupto de un pecador convencional?
No es fácil; pero hay un síntoma que casi nunca falla: Jesús, en presencia de una adúltera a la que pretendían lapidar, dijo aquello de que el que esté libre de pecado, tire la primera piedra.
Pues bien, si asistís a una tertulia cualquiera en la que se despotrica contra la corrupción de los políticos, los banqueros, etc., siempre habrá uno dispuesto a tirar la primera piedra, la segunda y la tercera a voleo, sin mirar; ése que razona con insultos, el que se indigna hasta la apoplejía; el que, de vez en cuando, asegura que no comprende cómo hay gentes capaces de tanta fechoría.
—¿No irás a decirme que…?
—En efecto: ése es, probablemente, el corrupto desconocido al que dirijo hoy este mensaje.

miércoles, 27 de mayo de 2015

5 de mínima…


...Y 26 de máxima. Esto es Riaza. 
A las 12 del mediodía la primavera está esplendorosa. El robledal verdea arrogante con un color fresco, recién nacido, casi comestible. Sus hojas son como esmeraldas al sol. Y ya están aquí mis amigos de todos los años: los pardillos con sus galas de primavera; las currucas, que no paran de cantar mirando al cielo; los ruiseñores, que toman el relevo cuando el sol se apaga, y, en lo alto, la silueta fulminante del halcón peregrino.
Salgo a pasear, y trato de seguir el consejo de mi pediatra:
—Camine, pero deprisa, no como quien mira escaparates…
Pero los pájaros me obligan a detenerme cada diez pasos. En el sendero de peatones que bordea la carretera me quedo ensimismado contemplando un alcaudón que sube y baja desde su posadero en plena cacería.
—Bonito, ¿eh?
El pájaro huye despavorido. Bajo los prismáticos y compruebo que se me ha pegado a la diestra un paseante de cierta edad, que camina apoyado en una cachava. Como esta vez voy vestido de clergyman, se anima a exponerme sus dudas —cómo no— a cuenta de las elecciones y la conciencia moral de los que echamos la papeleta.
—Pero tú habrás votado, ¿verdad?
Se ríe como si mi pregunta fuese muy graciosa.
—Si no voto, mi mujer me echa de casa. Ella y yo hacemos siempre lo mismo: ella decide y mete las papeletas en el sobre.
Vuelve a reírse cuando apostilla:
—Llevamos demasiado tiempo juntos para pelearnos por estas cosas…
Hoy he dado las dos primeras clases sobre el matrimonio y la familia. Mis alumnas están preparadas. Yo las recomendaría para el próximo Sínodo.                                              

martes, 26 de mayo de 2015

Me escapo a Riaza

Llego a Riaza a las 5,30 de la tarde y me acerco a la plaza para saludar a los amigos. Me hablan de las elecciones:
—Aquí ha ganado el pepé, pero les falta un concejal para hacerse con el Ayuntamiento. Se lo tendrán que prestar los "Independientes por Riaza". Ya están hablando, ya… Claro que también pueden ayudar al psoe. Ellos tienen la llave.
—O sea, que aquí también estáis con trapicheos políticos...
—Igual que en Madrid. ¿De qué vamos a hablar si no?
Como voy a estar en Riaza una temporada larga, no me detengo más y voy a la casa de convivencias para deshacer las maletas y ordenar el trabajo que me espera. El jardín está espléndido y no hay una sola nube en el Cielo. Además la wifi funciona como un tiro. Por si acaso se trata de un espejismo, escribo apresuradamente esta breve reseña, hago click con el ratón y la cuelgo aquí.


lunes, 25 de mayo de 2015

Sobre la Final


Le he contado a mi gatito que los del Barca creen que van a ganar la final de copa al Athletic.



Consejos para perdedores


No te confundas, amigo; no hablo de las elecciones. No quiero bromitas con los políticos derrotados. Hablo de mi amigo Kloster, quien, según propia confesión, es un perdedor profesional, ya que se pasa media vida perdiendo objetos y otra media encontrándolos. Él me ha sugerido que escriba estos saludables consejos para los que tienen costumbre de perder los siguientes bienes de uso o consumo:
a) Las gafas. "Si no sabes dónde has puesto las gafas y recorres en vano el camino que que hiciste desde que notaste su desaparición, lo más probable es que las lleves puestas.
b) El móvil. Te dirán que llames por teléfono a ese aparato. Es un mal consejo: aunque te sepas de memoria tu número, la ley de Murphy hará que el móvil esté apagado, fuera de cobertura o con el sonido desactivado.
c) "Ese objeto que tenía-que-estar-en-ese-cajón y no en otro". Miras en el cajón diez veces y sacas a la superficie todo su contenido. Luego inicias la búsqueda por el resto de la casa. Cuando estés a punto de sentirte abatido por el desaliento, vuelve al inicio: el objeto está en el cajón. O sea, donde tenía que estar.
d) Si pierdes el paraguas y lo necesitas porque está lloviendo, tranquilízate; cuando deje de llover, aparecerá de nuevo en el paragüero, un tanto húmedo, pero intacto.
d) Las llaves del coche. Antes de ponerte a buscarlas, piensa mal: tu hijo/a, esposa/o o cuñado/a parásito/a, te las quitó para hacer una gestión con tu automóvil.
e) El bastón que te ayuda a conservar la verticalidad a partir de los 90 años. Si lo pierdes, llama al Notario y cambia el testamento.
f) El boli… Kloster sugiere que robes uno y te asegures de que funciona; al fin y al cabo los bienes de primera necesidad son de todos.
g) El bocata de jamón. Si es ibérico de bellota, olvídate. 
h) El cargador del móvil. Llámame a mí. Los tengo de todos los modelos a buen precio.
i) Una lentilla. Cuando toda tu familia se arrastre por el suelo para buscarla, puedes sacar una bonita fotografía. 
Para éstos y para todos los demás casos posibles, no cometas jamás el error de ir al Corte Inglés para comprar otro igual. A Murphy no le importa si eres rico o pobre: cuando vuelvas de la tienda con tu paraguas, bastón, sombrero o móvil nuevos, aparecerá espontáneamente el objeto perdido y sabrás que has vuelto a perder tontamente una pasta.
(Admito más sugerencias)

sábado, 23 de mayo de 2015

¡Tiembla, Messi!


Copio la noticia que me envía mi amigo Lucas,
que por cierto es del Barça
¿Qué hace esta Parroquia de San Mamés en pleno Burgos?
La asociación de comerciantes BilbaoCentro de la capital vizcaína ha habilitado un santuario para que los aficionados del Athletic recen a San Mamés por el triunfo del equipo vasco en la final de Copa del próximo día 30 en el Camp Nou frente al Barcelona.
La agrupación ha creado en sus locales un espacio con la imagen del santo, velas, una bandera del Athletic y un reclinatorio forrado con los colores rojo y blanco donde los aficionados pueden realizar sus peticiones para que el santo "obre el milagro", según destacan sus promotores, de empujar a la victoria a los de Ernesto Valverde.
Este pequeño santuario forma parte de una exposición montada por los comerciantes que completan proyecciones, una exposición de instantáneas del fotógrafo deportivo Juan Flor y un pequeño museo con camisetas históricas, insignias, balones y otros artículos relacionados con el Athletic.
"Creamos y generamos ambiente ante una oportunidad histórica de ganar un título. El Athletic le da mucho a la ciudad y a su área comercial y todos los esfuerzos giran en torno a generar ese ambiente para animar al equipo", explica el gerente de BilbaoCentro, Jorge Aio.

Estrella fugaz

"Gracias por haber publicado en su web algunos párrafos de mi mensaje sin revelar mi identidad. Me gusta el nick que me ha puesto: Estrella. Eso soy, una estrella fugaz, y no quiero convertirme en satélite de nadie. Ya me libré de un hombre hace años."
Así comienza el segundo mensaje de Estrella (no sabía que también ella había descubierto mi globo). Luego me pide que "nuestra relación se quede en el ámbito privado. No me apetece tener una corte de consejeros; con uno basta".
Ésta es, por tanto, la última vez que Estrella sube a mi globo. Como el resto del mensaje es aún más duro que el primero, os pido que sigáis rezando. La historia será larga, pero terminará bien.

jueves, 21 de mayo de 2015

La llamaré Estrella

Después de muchas dudas me decido a copiar, para pediros ayuda, unas pocas palabras del largo mensaje que acabo de recibir. Al ver la firma me ha venido inmediatamente a la memoria la cara redonda, colorada y traviesa de una niña que conocí hace casi treinta años. La llamaré Estrella. Era una chiquilla inteligente y simpática. Trato de imaginármela ahora. Andará cerca de los cincuenta, y sospecho que si vuelvo a verla, me costará reconocerla.
"Estoy lejos de Madrid y de España, no le diré dónde. Es lo de menos, porque no pienso volver. Si me vieran mis amigos de entonces, me moriría de vergüenza (…)"Soy alcohólica. La ginebra es mi vida. También la coca, aunque no estoy muy enganchada a ese polvo divino. Sólo pienso en huir. Un día usted nos dijo que si Dios se olvidase de nosotros por un instante, desapareceríamos, no quedaría nada, ni cuerpo, ni alma, ni memoria. Sería la aniquilación definitiva. Ya sé que eso es imposible, pero a veces sueño con que ocurra; desaparecer, dejar de ser del todo…""¿Puede rezar, por favor, para que Dios me olvide?"(…)"Desde que me escapé de casa Dios no deja de acosarme. Él me ha pedido que le escriba. No me pregunte cómo lo sé ni quién me ha dado su correo electrónico…"

Leí el mensaje esta mañana, y aún no sé cómo he podido predicar el retiro de la convivencia. No vivo pensando en Estrella. Me digo que debo dar gracias a Dios, porque Él acaba de encender una chispa en el corazón de la niña que yo conocí; pero ser cura es ser padre y ahora mismo daría media vida por recuperar un poco de aquella sonrisa impertinente y respondona.
Os pido que recéis conmigo. Y, por favor, no me pongáis comentarios para consolarme.


miércoles, 20 de mayo de 2015

Brotes verdes

Hace exactamente dos meses puse aquí un par de fotografías de los seis "arces blancos", o falsos plátanos, que acababan de podar en Molinoviejo. La imagen no podía ser más triste: seis árboles hermosísimos llenos de vida y de verdor, que sombreaban la zona empedrada del jardín, se convirtieron, por obra y gracia de una sierra mecánica inmisericorde, en seis columnas aparentemente muertas. El jardinero me aseguró que los árboles estaban enfermos y que, con la poda, renacerían con mayor fuerza.
El espectáculo de la poda me sirvió como metáfora para hablar del valor salvífico y rejuvenecedor de la Cruz; pero me quedé con la mosca detrás de la oreja.
Hoy he vuelto a Molinoviejo y el pronóstico del jardinero parece cumplirse. Ya se ven las primeras ramas y nuevas hojas de un verdor juvenil. Me temo que este verano aún no estarán en condiciones de cumplir con su misión de dar sombra, pero tal vez el año próximo...
¿Por qué me recuerda esto a la campaña electoral? Unos se lamentan de los recortes (de la poda) y otros dicen que eran necesarios y que ahí están los brotes verdes, que anuncian una próxima primavera. "Sí --responden los primeros--, pero mientras no me den sombra a mí no puede hablarse de recuperación".
Hay quien apuesta por talar las seis columnas y plantar árboles nuevos de crecimiento rápido, y hay quien, como yo mismo, por jugar con las metáforas, se mete en un jardín peligroso de difícil salida.

lunes, 18 de mayo de 2015

Recomenzar

Después de cinco días de retiro, sin más contacto con el mundo que un teléfono móvil con poca cobertura, regreso a Madrid por la mañana, vacío la maleta y la vuelvo a llenar con ropa limpia y algún libro. A las cinco de la tarde salgo hacia Molinoviejo por la autovía de La Coruña y caigo en la tentación de poner la radio. Hablan de la campaña. Yo casi he olvidado de qué campaña se trata. También hay encuestas, sondeos, pronósticos… Parece que el Madrid perdió la liga, pero ganó otra cosa en baloncesto. No, del terremoto de Nepal ya no habla nadie. Será que todo está arreglado, los edificios reconstruidos, el hambre y las enfermedades, superadas. Así da gusto.
En una emisora preguntan a los oyentes si han decidido ya qué harán el domingo. Sólo deben responder sí o no. Se trata, por lo visto, de comprobar cuántos indecisos quedan. Si me lo preguntaran a mí diría:
—Mire usted, joven; por la mañana celebraré la Misa de la Solemnidad de Pentecostés y pediré al Espíritu Santo que venga de nuevo como la primera vez, con fuego y viento. Necesitamos un buen huracán de Gracia y un fuego que queme toda la roña que llevamos en el alma, para salir a la calle de nuevo, sin miedo, a hablar de Dios como los hombres y mujeres de Pentecostés.
—¿Y ejercerás tu derecho al voto?
—Amigo Kloster, como vuelvas a decir esa frase que repiten como loritos los informadores, te niego el saludo. Ejerceré mi derecho a rezar, a desayunar, a dar un paseo, a coger el paraguas si llueve, a silbar la Traviatta...; pero sí, también votaré. Seré bueno. Y rezaré para que el Espíritu Santo nos ilumine a todos.
Hasta entonces me toca hablar de Dios Uno y Trino en una convivencia estupenda que empieza esta noche.

martes, 12 de mayo de 2015

A callar

Por una vez, y sin que sirva de precedente, no predico yo este curso de retiro. A partir de esta noche me toca callar, escuchar, rezar y aprender.
Estaré en La Acebeda hasta el domingo, y ese mismo día marcharé a Molinoviejo, donde espero seguir escuchando, rezando y aprendiendo...; pero además, hablando por los codos. No escribiré en el globo hasta el día 18; en Twitter, sí, ya que puedo hacerlo desde el teléfono. Trataré de que no falte, al menos, un pensierino cada día.

lunes, 11 de mayo de 2015

Chapa y pintura


Hoy he vuelto a “Cuarta Entrada”, el taller de chapa y pintura que regenta mi amigo Luis muy cerca de la antigua sede del colegio Aldeafuente. Lo heredó de su padre, Plácido, que fue fundador de la empresa y también gran amigo mío hasta su muerte.
Plácido siempre anduvo mal de los pulmones.
—Yo tengo la culpa —me contó hace años—. Al principio pintaba las carrocerías de los coches de cualquier manera, sin protección alguna, y esta pintura es veneno. Ahora las cosas son diferentes. Mis hijos pueden trabajar con seguridad.
Reconozco que a mí me hacía siempre un precio especial por ser sacerdote. Yo correspondía mandándole algún cliente nuevo.
En vísperas de uno de mis viajes a Roma con motivo de la convivencia de Semana Santa, pregunté a Plácido:
—¿Qué quieres que te traiga?
—¿Estará con el Papa?
—Por supuesto.
—Entonces tráigame un crucifijo bendecido por el San Padre. ¿Será posible?
Ya en la tienda de artículos religiosos me entraron las dudas: ¿Compro un crucifijo pequeño, para llevar en el bolsillo o uno grande, de pared? En la duda me traje los dos y Plácido se emocionó hasta las lágrimas al recibir el regalo.
No sé lo que hizo con el crucifijo de bolsillo. Él andaba siempre con el grande encima, incrustado a duras penas en un bolsillo de la chaqueta.
—Deberías clavarlo en la pared de la oficina —le dije—.
—Cualquier día lo hago, pero de momento…
Cuando falleció mi amigo, ofrecí una Misa por su eterno descanso. Y aun ahora, cuando llega su aniversario, el 6 de marzo, no me olvido de encomendarlo al Señor y de encomendarme a él para que conserve mi bólido sin demasiados golpes ni raspaduras.
 


jueves, 7 de mayo de 2015

Los 40 de Torreciudad


Tenéis razón, amigos: cualquiera diría que este globo pierde altura y va capotando lentamente. Será que el piloto ha perdido el fervor de los primeros años, o que ya no tiene tanta energía. El caso es que escribo poco. Resulta más cómodo y sencillo colgar un pensiero de 140 caracteres en la cuenta de Twitter y ver cómo se multiplica por la red.
De todas formas algunas veces uno se despierta con más ánimos y decide recomenzar. A ver si soy capaz.
Hoy os traigo un vídeo del programa que emitió la tv de Aragón hace tres días. Resulta que Torreciudad cumple 40 años. La Virgen María no: nuestra Madre es eternamente joven y este mes de mayo nos espera en cualquiera de los miles de santuarios que la veneran.
¿Habéis estado ya en Torreciudad?

martes, 5 de mayo de 2015

¿Por qué los llaman chorizos?



¡Qué calumnia, por Dios! El chorizo es un embutido honrado, un poco indigesto a veces, pero sincero y rico en calorías y en colesterol; elaborado con amor por manos artesanas de todas las regiones de España.
Los chorizos más famosos son, sin lugar a dudas, los de León, La Rioja, Pamplona, Cantimpalos, Asturias, Canarias…
Pero las diferencias no se basan sólo en el origen del embutido, sino fundamentalmente en la carne utilizada para su elaboración. Hay chorizo de cerdo ibérico, chorizo tradicional o de cerdo blanco, chorizo de vaca, etc. Por no hablar de las especias utilizadas (chorizo dulce, chorizo picante) y de su forma de atado (chorizo herradura, chorizo cular), etc.
Denominadores comunes de todos los chorizos son el ajo y el pimentón. El pimentón confiere al chorizo su característico color rojo y, dependiendo del tipo y de la cantidad del pimentón, un sabor ligeramente picante.
Dicho lo cual, ¿alguien puede explicarme de dónde procede esta campaña de difamación? ¿A quién se le ocurrió por primera vez llamar chorizo al corrupto ibérico? 
Desde esta prestigiosa cátedra, me atrevo a pedir a la Real Academia de la Lengua que suprima del diccionario la segunda acepción de la palabra “chorizo”: “ratero, descuidero, ladronzuelo”, y devuelva a nuestro noble embutido la honra que se le ha arrebatado.
Heinz Kloster 
 

domingo, 3 de mayo de 2015

Tentaciones

Un ciudadano norteamericano ha sido detenido por la policía, acusado de haber acribillado a tiros a su ordenador personal en el jardín de su casa.
--¡Estaba harto de que la pantalla se volviera azul cada media hora --ha declarado el presunto salvaje--. 
El juez ha reconocido que todo el mundo tiene derecho a destrozar su computadora si le viene en gana; pero resulta que el acusado era uno de los pocos norteamericanos que carecen de licencia de armas.
--Tenía que haber disparado en la intimidad de su hogar. En el jardín está prohibido.
Traigo a colación esta anécdota, porque estos últimos días he empezado a sentir la misma brutal tentación. Claro que yo dispararía directamente contra los técnicos de Microsoft, creadores del Windows 8, que me trae loco. 

sábado, 2 de mayo de 2015

May Feelings, de nuevo


Una Vez más, mi amiga Puerto me envía Una primicia "para que la publique en el blog". Espléndido vídeo.
Me dice Tere que los chicos son demasiado guapos. Yo creo que son insólitamente normales. Corrientes, no, desde luego.