jueves, 30 de septiembre de 2010

Alvarito


Los padres de Alvarito, el niño canario del que hablamos aquí, han dejado un comentario que reproduzco con mucho gusto:
Gracias a todos, Alvarito ya está fuera de la unidad de cuidados intensivos y se recupera en otra unidad del hospital. Ahora le queda un largo procesopara recuperarse del todo.
Muchas gracias a todos por sus oraciones.
Un abrazo de Ana y Nacho

Después de la huelga, música

Hoy tengo un día complicado... Pongamos música en el globo aunque el instrumento sea un tanto extraño

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Cosas de la huelga


Salgo a la calle a las 7 de la mañana. El bar de la esquina está abierto, pero sólo hay cuatro clientes: dos hombres y dos mujeres. Visten como de excursión. Dos de ellos están fumando. No se lo reprocho; a estas horas, nadie les va a prohibir echar un pitillo en la barra del bar. Los cuatro llevan pegatinas sindicales en el chándal.
¡Vaya por Dios: forman un piquete! Sin embargo no les parece mal que el bar pase de la huelga. La activista del fondo se mete entre pecho y espalda un carajillo (sin perdón, que así se llama).
Continúo mi camino. Yo también soy un piquete informativo, y no hago huelga.

El Cardenal Newman


Han pasado ya 10 días desde la beatificación del Cardenal Newman, y yo también recorrí en vano el patio de columnas de la prensa nacional en busca de un artículo que hablara de este gran cristiano británico, intelectual insobornable y modelo de universitarios.  Al fin ha aparecido uno. Éste de Álvaro de la Rica, que reproduzco sin más comentarios.



Una vez más la vieja España, cerrada sobre sus inmensas pequeñeces, me sorprende: no he encontrado, en un sólo medio nacional, artículo alguno sobre la significación del Cardenal Newman, y de su beatificación en el acto de Birmingham, al final del reciente viaje del Papa a Escocia e Inglaterra.
De la so called progresía no esperaba nada al respecto (si al sectarismo le sumamos el desconocimiento, el resultado no puede ser otro que el de despreciar lo que se ignora), pero de los liberales (¿los hay?) o de los católicos que escriben, algunos en tribunas muy altas (normalmente para protestar por todo), hubiera cabido esperar algo más. ¿O no? Newman es para mí un padre espiritual, alguien a quien me vinculé de por vida desde mi más tierna adolescencia, acaso uno de los más intensamente cercanos. Hablé de él, de una anécdota de las miles que se podían contar, hace meses.
Newman, el de la prosa "cloistral and silverveined", en palabras de James Joyce (The portrait...), es uno de los grandes místicos de todos los tiempos. Místico, por la altura y la hondura de su percepción de lo sobrenatural (os recomiendo por ejemplo la lectura de un texto titulado El mundo invisible), pero con una cabeza y un discurso racional admirado por todos los que lo han estudiado a fondo, de Borges a George Gusdorf, del propio Joyce o Hopkins a Mandiargues. No hay sitio aquí, ni en mil entradas más, para trazar su semblanza.
En la biblioteca de la universidad tenemos sus más de cien volúmenes publicados, y yo acudo a ellos en los malos momentos, los hojeo cuando estoy melancólico, para encontrarme de lleno con el mundo de la razón y del espíritu. Me basta ahora con recordar su papel como defensor de la conciencia individual, en un tiempo relativista en el que reinaba en Occidente la más funesta confusión entre lo político y lo privado (a los horrores totalitarios posteriores me remito). "Si algún Papa hablara en contra de la Conciencia, en el sentido auténtico de la palabra, estaría cometiendo un acto suicida. Ese Papa estaría cortándose la hierba debajo de los pies. La autoridad teórica del Papa, lo mismo que su poder en la práctica, se fundamentan en la Ley de la Conciencia y en su sacralidad. La historia juzgará si este o aquel Papa concreto, en este malvado mundo, tuvo siempre presente esta gran verdad en lo que hizo" (Carta al Duque de Norfolk).
Y, ¿qué entiende Newman por la Ley de la Conciencia? Exactamente lo mismo que entendió Abraham, antes y durante el famoso sacrificio, Antígona (Sófocles), Agustín de Hipona, Tomás Moro o el maestro Eckhart: la voz de Dios en el corazón del hombre. Lo más sagrado que hay, lo que Dios nos dice a cada uno. No lo que nosotros nos decimos, sacralizado más tarde por nuestra conveniencia de parte (ahí está el origen de la autonomía moral radical, la que han predicado todos los que han llevado y aún llevarán a este mundo por el camino de la amargura). No. Lo que Dios nos dice en el hondón del alma. Eso es lo que defendió Newman a muerte, en línea con la gran tradición, subjetivista y realista a un tiempo, de la cultura europea.


martes, 28 de septiembre de 2010

La pena

Había fallecido su mujer un mes antes y no acababa de superarlo. Cada objeto de la casa, cada rincón, cada sonido familiar le sobresaltaba el ánimo o lo postraba aún más. Todavía, de vez en cuando, sentía ganas de llorar y se refugiaba en su dormitorio para que no le vieran sus hijos.
El mayor era médico y pensó que su padre necesitaba lo que él llamo “una ayuda farmacológica”
—Es evidente —le dijo— que sufres una depresión reactiva. Podemos tratarla.
—No, hijo mío —le contestó—. No tengo una depresión. Tengo una pena. Déjame sufrirla a mi manera. Si me la quitaras, tu madre se habría ido definitivamente, y eso no puede ocurrir.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Los lunes, publicidad

El primer anuncio de hoy es realmente original. Se trata de una película de animación stop-motion, filmada íntegramente con un teléfono Nokia. La protagonista mide 9 milímetros, se llama Dot y va a vivir una pequeña aventura en un mundo diminuto.
Un Nokia N8 ha logrado una peli casi microscópica, combinando su cámara de 12 megapíxeles con la tecnología CellScope (un microscopio para smartphones inventado por el Profesor Fletcher). La empresa Sumo Science  ha hecho posible  esta sorprendente obra de arte.


Y, puestos a anunciar maquinitas. A ver que os parece esta publicidad de Sony. Esta empresa ha presentado en la India su nuevo Vídeo-Walkman A-series 840 con un anuncio también en stop motion (se graban las imágenes y se emiten a cámara súper lenta) que, unido a una música llamativa y un baile moderno, hacen del anuncio un producto muy recordable. El vídeo musical del spot es el tema “Tic Toc” de Kei$ha.

 


domingo, 26 de septiembre de 2010

El monaguillo

Pablo, Miguel, Gonzalo, Isabel y Teresa
Pablo tiene 11 años, vive en la Coruña y estudia en el Colegio Peñaredonda (1). Ha venido a Madrid con sus padres y hermanos para celebrar el 50º aniversario de boda de sus abuelos. 
Ahí lo tenéis, es el primero por la izquierda, el más alto de todos. Así de repeinado estaba esta mañana cuando me ha ayudado en la Misa de las bodas de oro en la Iglesia del Cristo de Ayala.
Al terminar, después de darle las gracias por su eficaz colaboración, le pregunté:
—¿Qué vas a ser de mayor?
Pablo frunció el ceño antes de contestar.
—No lo sé. No me gusta hacer proyectos a largo plazo.
En la sacristía se hizo un respetuoso silencio.
—Habla como un diputado —comentó al fin alguien—.
—Ya quisieran los diputados —apostillé yo—.
(A ver si mañana o pasado  completo la noticia)

(1) Antes me equivoqué. Escribí "Montespiño", que es el colegio femenino de Fomento 





sábado, 25 de septiembre de 2010

Noticias de Benedikt (desde El Salvador)

Benedikt es un muchacho alemán de veintipocos años que, por razones familiares, vivió en El Salvador desde agosto de 2009 hasta el mes de junio pasado.  
Ya de regreso en su tierra, el 18 de julio sufrió un paro cardíaco mientras jugaba fútbol con sus amigos. Al parecer pasó demasiado tiempo sin recibir oxígeno y, aunque se recuperó, su cerebro quedó muy afectado. Ahora mismo se encuentra en estado vegetativo. 
Benedikt es un entusiasta de la vida, alegre y muy noble. Y, aunque los pronósticos son reservados, sus padres, amigos y su novia están encomendando para que haya un milagro.
Estoy convencido de que todo es para bien. A mí me ha servido mucho encomendarlo. Tenerlo presente me ayuda a que, al mismo tiempo, también encomiende al Santo Padre: ambos son alemanes y se llaman igual.  
Hasta aquí, un resumen del e-mail que me envió Giovanni, en el que, además, me pedía "una entradilla" en el globo para que todos recemos por este chaval.
Lo incluiremos en la "gestoría" de oraciones que tantos y tan buenos frutos viene cosechando.

Diario de un día agitado

Por la mañana, en el colegio, me entrevisto con un montón de alumnos y alumnas nuevos. Llego a la triste conclusión de que estoy abueleando descaradamente, y lo malo es que no estoy dispuesto a rectificar. Se me cae la baba con todos, aunque aún sea capaz de ponerme serio y decir alguna cosa clara. A ver si un día de éstos comento lo que me ha dicho un tipo colosal llamado..., ¿cómo se llamaba?
Por la tarde, hospitales: unción de los enfermos y viático a un buen amigo que ya ha sacado el billete hacia el cielo. Se ha despedido con un "hasta siempre" con sonido de eternidad.
Por la noche, cena de antiguos alumnos de Gaztelueta en el colegio Retamar. Recuerdos, abrazos, reencuentros y propósitos de volver a vernos. 
Antonio, uno de los antiguos directores, que según parece se asoma cada mañana a este globo, me reta a que haga la crónica de la cena. ¿Y qué puedo decir? He llegado a casa a las once y media de la noche, y mañana hay que madrugar.
Menos mal que José Luis viene en mi ayuda y me envía este vídeo realmente divertido. 
 

viernes, 24 de septiembre de 2010

El virus malísimo que te come el ordenata


Supongo que también vosotros habréis recibido este tipo de correos. El de hoy dice así:
Si recibes el mensaje llamado: "Actualizacion de Windows live" , aunque sea enviado por un amigo, no lo abras y apaga tu maquina inmediatamente. Es el peor virus anunciado por CNN. Ha sido clasificado por Microsoft como el virus mas destructivo que haya existido . Este virus fue descubierto ayer por la tarde por Mc Afee. Y no hay arreglo aun para esta clase de virus. Este virus destruye simplemente el Sector Zero del Disco Duro.
Naturalmente todo es falso, pero lo más curioso es comprobar la cantidad de "bromistas" que hay en la red, que se divierten asustando al personal sin sacar nada a cambio.
Hoy precisamente lo comentaba con Juan, un chaval de bachillerato aficionado a las maquinitas.Según él, el fenómeno tiene una fácil explicación:
—¿Usted nunca ha entrado en un ascensor y, antes de salir, ha apretado  a todos los botones para que se fastidien los que lo están esperando en la blanta baja?
—Pues no, la verdad. ¿Tú lo haces?
—Sí, alguna vez. Es divertido.
—Ya... Supongo que luego te confiesas, ¿no?
—Pues...

jueves, 23 de septiembre de 2010

99 años


Hoy, 23 de septiembre mi padre cumpliría 99 años. Permitidme que le felicite desde este globo, que él seguirá cada día desde el Cielo.

Son las 12 del mediodía y acabo de celebrar la Misa del cole en sufragio por su eterno descanso



El pájaro electrónico (y II)


No, queridos/odiados comentaristas: no padezco hipoacusia, como sugerís malvadamente. Es más, como hombre acostumbrado al confesonario, he desarrollado una especial capacidad de identificar a las personas sólo por el sonido de sus pasos o el tono de su primer carraspeo.

Ya dije ayer que, si mi oído no fuese perfecto, difícilmente podría dedicarme a buscar pájaros en el bosque. Sin embargo, vuestros ataques inmisericordes me sugieren el siguiente pensiero para comenzar el día:

¿Por qué los hispanos tendemos a insultar a los sordos y sin embargo tratamos con particular afecto a los ciegos? A los llamados “invidentes” (he aquí un término bobo) les colocamos un diminutivo; son “cieguecitos”. No así a los que sufren de sordera. A éstos los comparamos con una tapia e incluso los adornamos con adjetivos rotundamente descalificadores, al menos en España (lo siento, me resisto a poner ejemplos soeces).

PD. ¿Sabíais que algunos aparatos de aire acondicionado, además de reloj, timer y función de sleep, tienen alarma? Lo descubrí ayer por la noche nada más cargar el revólver. Es un pitido tan inútil como el del ascensor del parquin donde guardo el coche. Antes de detenerse en cada planta, suenan unos pitidos.

—Es para que los ciegos sepan que ya han llegado —me explicó el portero—.

—Entiendo —le contesté—. ¿Y hay muchos ciegos por aquí con permiso de conducir que vengan a retirar sus vehículos?


miércoles, 22 de septiembre de 2010

El pájaro electrónico


Entro en mi habitación y nada más ponerme frente al teclado oigo el sonido por primera vez. Es un pitido agudo e intermitente, como el gemido de un pájaro electrónico. Un ruiseñor ejecutado en la silla eléctrica cantaría más o menos así.

Es evidente que el origen está aquí, en mi dormitorio, pero hasta hoy nunca había oído semejante alarma. Como tengo sobre la mesa algunos aparatitos sospechosos —un teléfono, la agenda, el propio ordenata— realizo una inspección superficial. Son inocentes: todos están desactivados.

De nuevo el pitido. Esta vez más alto y agudo. ¿Será el despertador? Tampoco. El despertador duerme.

Los ornitómanos tenemos un oído acostumbrado a medir las distancias para situar con precisión al pájaro que canta escondido en la maleza. Sin embargo este maldito silbido se me escapa. Se diría que es un pájaro que quiere jugar al escondite. Revuelvo los cajones de la mesa y los estantes. Busco en la mesilla de noche y hasta debajo de la cama… Todo en vano.

Otra vez el pitido.

En la estantería de la derecha hay una especie de cubilete portalápices con un reloj incorporado. Me acerco de puntillas:

—¡Te he cazado!

Intento fallido: el reloj está parado y no tiene pila.

Se ha hecho silencio. Regreso al ordenador. A las 15, 43 vuelve a sonar otra vez. Es como una carcajada electrónica. Dios mío, qué habré hecho yo. Estamos en la era de las alarmas inútiles y las pilas alcalinas.

Son las 4 en punto. Me voy de casa con una clara sensación de fracaso. Esta noche dormiré aquí mismo con un revólver sobre la mesilla. Te lo advierto, pájaro: si vuelves a silbar, dispararé en todas las direcciones hasta que muerdas el polvo.


martes, 21 de septiembre de 2010

"Los ninis"



—Soy nini…

—¿Te llamas Nina?

—No, Nina no; nini. Y no me llamo así. ¿No sabes lo que es un nini?

—Pues no, la verdad.

Ahora ya lo sé. Todo empezó, por lo visto, como un espectáculo lamentable organizado por la cadena de televisión más trivial y prescindible. Montó la 6ª un reality, o sea un “experimento antropológico”, con un grupo de chavales en estado semisalvaje a los que encerraron en una casa. Los llamaban “ninis” porque ni trabajan ni estudian. Dijeron que utilizarían el programa para intentar reformarlos y dar sentido a sus vidas; pero con cámaras en directo y psicólogos de diseño no parecía una tarea sencilla.

Opina mi informador que los directivos de la tele buscaban sobre todo que hubiera gresca, que la casa se pareciera lo más posible a un zoo con animalitos promiscuos y enfrentados entre sí. Y lo consiguieron sin dificultad.

El programa no duró mucho gracias a Dios, pero la palabra “nini” quedó en lista de espera para entrar en la próxima edición del diccionario de la Academia.

Nina —llamémosla así— no es nini. Es una perezosa convencional que comienza el bachillerato con tres sanos propósitos: reírse a todas horas con su “mejor amiga”, conseguir cuanto antes algo parecido a un novio y no estudiar nada…

—¿Nada?

—¡Es que no me gusta! —exclama agitando los brazos como quien ha encontrado el argumento definitivo—.

—¿Y te gusta levantarte de la cama por las mañanas?

—A veces sí. Si tengo un plan guay…

Nina es encantadora. De verdad que lo es. A sus diecisiete años es tierna como una gata de angora, un peluche o un perrito faldero.

—¿Y qué te gustaría ser cuando tengas veinte años más?

—Rica, mona y guay. O sea, como ahora… Ja, ja, ja…

—Tú no eres nini —le respondo—. Los ninis auténticos no tienen más dinero que el que ellos se buscan cobrando el paro o robando carteras. Tú eres a lo sumo una nini de papá, o sea una pija inmadura con complejo de Peter Pan. Lo malo es que ya tienes 17 años y se te está pasando el arroz de la adolescencia. Dentro de poco darás lástima.

La pobre Nina se pone seria; hace ademán de marcharse; me quita un clínex de los que tengo sobre la mesa; sonríe de medio lado; se pone seria; hace un puchero, y, al fin, se levanta bruscamente.

—Te odio. No pienso volver a verte.

Media hora después se hace la encontradiza conmigo en el jardín.

—¿Te parezco pija?

Sentados en un banco de madera, me pide perdón por haberse marchado de malas maneras, y yo correspondo disculpándome por haberle dicho la verdad de forma tan gráfica. Luego le hablo del sentido de la vida y de la libertad. Le propongo que aproveche la crisis para dar un 20 por ciento de su paga a alguna organización que se ocupe de los pobres… Y, como responde bien, le explico que también ella puede echar una mano en actividades de voluntariado…

—¿Ves? —me dice—. Eso sí que me va. A mí todo eso de los ancianos y los niños me mola muchísimo.

—Pero no basta con ir un día. ¿Serás capaz de dedicar unas horas cada semana?

Me responde que ella tiene muchísima fuerza de voluntad; que va al gimnasio los viernes y se machaca con los aparatos.

Al fin llega su mejoramiga (ella la llama así, todo seguido) y yo me quedo pensando si vale la pena o no que escriba esta sorprendente historia, cuyo final sólo Dios conoce. También aprovecho para concretar un par de propósitos: el primero, conocer a sus padres. Tal vez así entienda algo.

—¿Y el segundo?

—Llamar “Nini” a su Ángel de la Guarda e invocarlo de vez en cuando para ver si se enfada y mete en cintura a la niña.





Éste también es nini

La Globo y la Comunión de los Santos



Ayer por la tarde Pablo puso un comentario a mi entrada sobre el lenguaje de Bilbao, y me pide que lo destaque en una "entradilla". Con mucho gusto reproduzco aquí el texto de este amigo:


Buenas tardes, soy un lector habitual que no escritor del globo.El comentario no tiene nada que ver con los de Bilbao sino con otro tema menos alegre.

He observado que el globo es un "gestor" de oraciones muy eficaz y quería pedir si pudiese hacer una llamada por el asunto que le explicaré a continuación.

En Las Palmas de GC hay un niño de 4 años en la UCI porque montando a caballo se cayó y el caballo le pisó. El pronóstico inicial fue de rotura de hígado y afección del pulmón. Hay mucha gente rezando por él pero es necesario, en mi opinión, que se redoblen las intenciones. A día de hoy lleva 10 días ingresados y ha pasado de crítico a muy grave. Le pido si puede hacer una entradilla para que sus lectores habituales "pierdan" un poco de tiempo rezando por ese niño y por sus padres que como puede imaginarse no están pasándolo demasiado bien

Muchas gracias. Pablo

Te agradezco mucho, querido Pablo, que llames al globo "gestor de oraciones". Es verdad: casi todos los pasajeros de esta singular nave rezan bastante, y algunos tenemos una apretada agenda de intenciones.

Me gusta pensar que el globo es una forma de vivir con pasión la Comunión de los Santos. Ahora mismo ya están rezando por ese niño en los cinco continentes. Sólo por eso, vale la pena seguir escribiendo cada día.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Así hablamos en Bilbao

JON URIARTE acaba de publicar el El Correo el siguiente artículo, que no me resisto a reproducir.



Perdonen
, ¿en qué idioma hablan?». La pregunta nos ha hizo, en agosto del 98, la camarera de un restaurante del Village de Nueva York. Las dos parejas que compartíamos viaje y mesa nos miramos sorprendidos. No recordábamos haber hablado en euskera y la chica era argentina. «En castellano»,le respondimos. «No -dijo ella- eso no era español, era…otra cosa». Y tenía razón. Recapitulando la conversación concluimos que el despiste era normal. «Estoy larri y no quiero mojojones» o «este vino, ni para kalimotxo» o «no seas borono y deja bote», además de los muchos 'pues' salpicados, ayudaban poco a la ubicación del idioma. A eso añadan una lista de palabras, tan gruesas como prácticas, de esas que gustamos llevar en el zurrón los del botxo.

He viajado en el tiempo y en el espacio para recordar, si es que hacía falta, que además del castellano y el euskera tenemos otro idioma: el bilbaino. No aparece en el último sociómetro, ni falta que le hace. Existe. De hecho, guardo como un preciado tesoro, el Diccionario de la Lengua Bilbaina. Hace unos años, compartí con su creador, Juan Echegoyen, aperitivo en el 'Azulito'. Hablamos de lo que en Madrid creen que es txirene o que al güito, por alguna extraña razón, le otorguen significado sexual. Que al balde de agua le digan cubo y al choto, capucha. Y que si llamas trinchera a un tres cuartos impermeable o chamarra a una cazadora no te entienden más allá de Altube. Convenimos que el ¡aupa!, fuera de lo deportivo y según tono, sirve de ánimo o de condolencia. Pero si el giro de cabeza es ligero, conlleva indiferencia. Y así pasamos la tarde. Viendo que somos singulares en lo geográfico, lo léxico y lo ortográfico.

Cierto que en cuestiones gastronómicas no hay región o pueblo que no tenga su propia forma de catalogar verduras, pescados o carnes. Si pides zapatero en Madrid, por ejemplo, no se imaginan que te refieras a una palometa o japuta. El zancarrón se llama morcillo. Las vainas, judías verdes y las alubias, judías rojas. Las rabas, calamares. De la antxoa y su traducción como boquerón no voy a hablar. Hasta en la RAE llevan empanada con el asunto. Pero lo nuestro va más allá de un mero regionalismo. Basta con recorrer 99,8 km para descubrir que, en San Sebastián, al juego del campo quemado, ojo al dato, le llaman brilé y no saben que las bicicletas llevan catalina. Explica tú ahora, por ahí fuera, lo que es el color azul Bilbao.

Por eso, los que pisamos otras tierras, nos reconocemos con un simple saludo, una palabra suelta o un taco arrastrado. Somos capaces, incluso, de ubicar a un paisano en una localidad concreta según llame al bígaro, caracolillo o magurio. Lo que, sumado a lo anterior, demuestra que somos un mundo. De ello escribieron, unas veces con sorna y otras, aunque pocos lo sepan, con evidente interés, ilustres del verbo como Cervantes o Quevedo. Por algo será.

En fin, les dejo que voy para el botxo. Tengo con la cuadrilla una jamada del copón y luego parranda. Invita Javi, el chico viejo que deja de ser birrotxo. Tiene una potxolada de txoko, con los del otxote, en una lonja del kasko llamado 'Los Txirene'. De piscolabis hay antxoas albardadas y rabas. Luego alubias con sacramentos y helau de kukurutxu. Antes, unos potes. Dos rondas de txikitos y zuritos y una espuela rápida, que el pastor del Gorbea dice que va a hacer fresco. Además, el cocinillas es un peste. Absténganse los pichicomas, txotxolos y sinsorgos. Para los trompalaris, que pisan iturri en seguida, prohibido llegar perfumaus. Y el que ande kili-kolo, tranki. Tenemos porrusalda, agua de Bilbao y el teléfono del Igualatorio. Ah, y nada de katxis. De coger castaña, que sea con fuste. En fin pitxines, agur sin más.




domingo, 19 de septiembre de 2010

Mientras hago la maleta

Me dicen que andamos escasos de coches para regresar a Madrid,
pero siempre hay alternativas.
Me pide Santi que escriba sobre la convivencia de sacerdotes que acaba de terminar en Molinoviejo, y yo dejo encendido el ordenador por si se me ocurre algo mientras preparo la maleta para regresar a Madrid.

No sé, la verdad. ¿Qué digo? ¿Que he convivido con treinta y tantos curas alegres, divertidos y cordiales? ¿Que no hemos insultado a nadie? ¿Que había ancianos llenos de juventud y jóvenes maduros, dispuestos para la batalla? ¿Que estábamos todos de acuerdo en lo fundamental y no teníamos ganas de discutir por lo accesorio?

Todo esto, ya lo comprendo, tiene poquísimo interés. Lo decía Jean-Luc Godard: “las alegrías no suelen generar buenas historias”.

sábado, 18 de septiembre de 2010

El gran discurso de ayer


Hoy los periódicos centran la información del viaje del papa a Londres en la detención de unos terroristas que, al parecer, pensaban atentar contra la vida del Santo Padre. Lástima que esa noticia haya situado en segundo plano este magnífico discurso a los representantes de la sociedad británica en Westminster Hall.


Señor Orador:

Gracias por sus palabras de bienvenida en nombre de esta distinguida asamblea. Al dirigirme a ustedes, soy consciente del gran privilegio que se me ha concedido de poder hablar al pueblo británico y a sus representantes en Westminster Hall, un edificio de significación única en la historia civil y política del pueblo de estas islas. Permítanme expresar igualmente mi estima por el Parlamento, presente en este lugar desde hace siglos y que ha tenido una profunda influencia en el desarrollo de los gobiernos democráticos entre las naciones, especialmente en la Commonwealth y en el mundo de habla inglesa en general. Vuestra tradición jurídica —“common law”— sirve de base a los sistemas legales de muchos lugares del mundo, y vuestra visión particular de los respectivos derechos y deberes del Estado y de las personas, así como de la separación de poderes, siguen inspirando a muchos en todo el mundo.

Al hablarles en este histórico lugar, pienso en los innumerables hombres y mujeres que durante siglos han participado en los memorables acontecimientos vividos entre estos muros y que han determinado las vidas de muchas generaciones de británicos y de otras muchas personas. En particular, quisiera recordar la figura de Santo Tomás Moro, el gran erudito inglés y hombre de Estado, quien es admirado por creyentes y no creyentes por la integridad con la que fue fiel a su conciencia, incluso a costa de contrariar al soberano de quien era un “buen servidor”, pues eligió servir primero a Dios. El dilema que afrontó Moro en aquellos tiempos difíciles, la perenne cuestión de la relación entre lo que se debe al César y lo que se debe a Dios, me ofrece la oportunidad de reflexionar brevemente con ustedes sobre el lugar apropiado de las creencias religiosas en el proceso político.

La tradición parlamentaria de este país debe mucho al instinto nacional de moderación, al deseo de alcanzar un genuino equilibrio entre las legítimas reivindicaciones del gobierno y los derechos de quienes están sujetos a él. Mientras se han dado pasos decisivos en muchos momentos de vuestra historia para delimitar el ejercicio del poder, las instituciones políticas de la nación se han podido desarrollar con un notable grado de estabilidad. En este proceso, Gran Bretaña se ha configurado como una democracia pluralista que valora enormemente la libertad de expresión, la libertad de afiliación política y el respeto por el papel de la ley, con un profundo sentido de los derechos y deberes individuales, y de la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Si bien con otro lenguaje, la Doctrina Social de la Iglesia tiene mucho en común con dicha perspectiva, en su preocupación primordial por la protección de la dignidad única de toda persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, y en su énfasis en los deberes de la autoridad civil para la promoción del bien común.

Con todo, las cuestiones fundamentales en juego en la causa de Tomás Moro continúan presentándose hoy en términos que varían según las nuevas condiciones sociales. Cada generación, al tratar de progresar en el bien común, debe replantearse: ¿Qué exigencias pueden imponer los gobiernos a los ciudadanos de manera razonable? Y ¿qué alcance pueden tener? ¿En nombre de qué autoridad pueden resolverse los dilemas morales? Estas cuestiones nos conducen directamente a la fundamentación ética de la vida civil. Si los principios éticos que sostienen el proceso democrático no se rigen por nada más sólido que el mero consenso social, entonces este proceso se presenta evidentemente frágil. Aquí reside el verdadero desafío para la democracia.

La reciente crisis financiera global ha mostrado claramente la inadecuación de soluciones pragmáticas y a corto plazo relativas a complejos problemas sociales y éticos. Es opinión ampliamente compartida que la falta de una base ética sólida en la actividad económica ha contribuido a agravar las dificultades que ahora están padeciendo millones de personas en todo el mundo. Ya que “toda decisión económica tiene consecuencias de carácter moral” (Caritas in veritate, 37), igualmente en el campo político, la dimensión ética de la política tiene consecuencias de tal alcance que ningún gobierno puede permitirse ignorar. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en uno de los logros particularmente notables del Parlamento Británico: la abolición del tráfico de esclavos. La campaña que condujo a promulgar este hito legislativo estaba edificada sobre firmes principios éticos, enraizados en la ley natural, y brindó una contribución a la civilización de la cual esta nación puede estar orgullosa.

Así que, el punto central de esta cuestión es el siguiente: ¿Dónde se encuentra la fundamentación ética de las deliberaciones políticas? La tradición católica mantiene que las normas objetivas para una acción justa de gobierno son accesibles a la razón, prescindiendo del contenido de la revelación. En este sentido, el papel de la religión en el debate político no es tanto proporcionar dichas normas, como si no pudieran conocerlas los no creyentes. Menos aún proponer soluciones políticas concretas, algo que está totalmente fuera de la competencia de la religión. Su papel consiste más bien en ayudar a purificar e iluminar la aplicación de la razón al descubrimiento de principios morales objetivos. Este papel “corrector” de la religión respecto a la razón no siempre ha sido bienvenido, en parte debido a expresiones deformadas de la religión, tales como el sectarismo y el fundamentalismo, que pueden ser percibidas como generadoras de serios problemas sociales. Y a su vez, dichas distorsiones de la religión surgen cuando se presta una atención insuficiente al papel purificador y vertebrador de la razón respecto a la religión. Se trata de un proceso en doble sentido. Sin la ayuda correctora de la religión, la razón puede ser también presa de distorsiones, como cuando es manipulada por las ideologías o se aplica de forma parcial en detrimento de la consideración plena de la dignidad de la persona humana. Después de todo, dicho abuso de la razón fue lo que provocó la trata de esclavos en primer lugar y otros muchos males sociales, en particular la difusión de las ideologías totalitarias del siglo XX. Por eso deseo indicar que el mundo de la razón y el mundo de la fe —el mundo de la racionalidad secular y el mundo de las creencias religiosas— necesitan uno de otro y no deberían tener miedo de entablar un diálogo profundo y continuo, por el bien de nuestra civilización.

En otras palabras, la religión no es un problema que los legisladores deban solucionar, sino una contribución vital al debate nacional. Desde este punto de vista, no puedo menos que manifestar mi preocupación por la creciente marginación de la religión, especialmente del cristianismo, en algunas partes, incluso en naciones que otorgan un gran énfasis a la tolerancia. Hay algunos que desean que la voz de la religión se silencie, o al menos que se relegue a la esfera meramente privada. Hay quienes esgrimen que la celebración pública de fiestas como la Navidad deberían suprimirse según la discutible convicción de que ésta ofende a los miembros de otras religiones o de ninguna. Y hay otros que sostienen —paradójicamente con la intención de suprimir la discriminación— que a los cristianos que desempeñan un papel público se les debería pedir a veces que actuaran contra su conciencia. Éstos son signos preocupantes de un fracaso en el aprecio no sólo de los derechos de los creyentes a la libertad de conciencia y a la libertad religiosa, sino también del legítimo papel de la religión en la vida pública. Quisiera invitar a todos ustedes, por tanto, en sus respectivos campos de influencia, a buscar medios de promoción y fomento del diálogo entre fe y razón en todos los ámbitos de la vida nacional.

Vuestra disposición a actuar así ya está implícita en la invitación sin precedentes que se me ha brindado hoy. Y se ve reflejada en la preocupación en diversos ámbitos en los que vuestro gobierno trabaja con la Santa Sede. En el ámbito de la paz, ha habido conversaciones para la elaboración de un tratado internacional sobre el comercio de armas; respecto a los derechos humanos, la Santa Sede y el Reino Unido se han congratulado por la difusión de la democracia, especialmente en los últimos sesenta y cinco años; en el campo del desarrollo, se ha colaborado en la reducción de la deuda, en el comercio justo y en la ayuda al desarrollo, especialmente a través del International Finance Facility, del International Immunization Bond, y del Advanced Market Commitment. Igualmente, la Santa Sede tiene interés en colaborar con el Reino Unido en la búsqueda de nuevas vías de promoción de la responsabilidad medioambiental, en beneficio de todos.

Observo asimismo que el Gobierno actual compromete al Reino Unido a asignar el 0,7% de la renta nacional a la ayuda al desarrollo hasta el año 2013. En los últimos años, ha sido alentador percibir signos positivos de un crecimiento mundial de la solidaridad hacia los pobres. Sin embargo, para concretar esta solidaridad en acciones eficaces se requieren nuevas ideas que mejoren las condiciones de vida en muchas áreas importantes, tales como la producción de alimentos, el agua potable, la creación de empleo, la educación, el apoyo a las familias, sobre todo emigrantes, y la atención sanitaria básica. Donde hay vidas humanas de por medio, el tiempo es siempre limitado: el mundo ha sido también testigo de los ingentes recursos que los gobiernos pueden emplear en el rescate de instituciones financieras consideradas “demasiado grandes para que fracasen”. Desde luego, el desarrollo humano integral de los pueblos del mundo no es menos importante. He aquí una empresa digna de la atención mundial, que es en verdad “demasiado grande para que fracase”.

Esta visión general de la cooperación reciente entre el Reino Unido y la Santa Sede muestra cuánto progreso se ha realizado en los años transcurridos desde el establecimiento de relaciones diplomáticas bilaterales, promoviendo en todo el mundo los muchos valores fundamentales que compartimos. Confío y rezo para que esta relación continúe dando frutos y que se refleje en una creciente aceptación de la necesidad de diálogo y de respeto en todos los niveles de la sociedad entre el mundo de la razón y el mundo de la fe. Estoy convencido de que, también dentro de este país, hay muchas áreas en las que la Iglesia y las autoridades públicas pueden trabajar conjuntamente por el bien de los ciudadanos, en consonancia con la histórica costumbre de este Parlamento de invocar la asistencia del Espíritu sobre quienes buscan mejorar las condiciones de toda la humanidad. Para que dicha cooperación sea posible, las entidades religiosas —incluidas las instituciones vinculadas a la Iglesia católica— necesitan tener libertad de actuación conforme a sus propios principios y convicciones específicas basadas en la fe y el magisterio oficial de la Iglesia. Así se garantizarán derechos fundamentales como la libertad religiosa, la libertad de conciencia y la libertad de asociación. Los ángeles que nos contemplan desde el espléndido cielo de este antiguo salón nos recuerdan la larga tradición en la que la democracia parlamentaria británica se ha desarrollado. Nos recuerdan que Dios vela constantemente para guiarnos y protegernos; y, a su vez, nos invitan a reconocer la contribución vital que la religión ha brindado y puede seguir brindando a la vida de la nación.

Señor Orador, le agradezco una vez más la oportunidad que me ha brindado de poder dirigirme brevemente a esta distinguida asamblea. Les aseguro mis mejores deseos y mis oraciones por ustedes y por los fructuosos trabajos de las dos Cámaras de este antiguo Parlamento. Gracias y que les Dios bendiga a todos ustedes.

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Las nubes de la tormenta


Un nubarrón pardo abraza el perfil de la Sierra de Guadarrama y sepulta entre algodones a la Mujer Muerta. El verdor apagado de los árboles se ha hecho cómplice de la noche en Molinoviejo y llena de sombras el jardín antes de que caiga el sol. La gigantesca secuoya que está junto a la entrada parece exhausta y deja caer al suelo algunas ramas descoloridas. Oigo a lo lejos el sonido de los truenos, y como soy un tipo raro, empiezo a sentir la euforia de los días de lluvia. El verano se va y, con él, ese abatimiento de agosto, que trato de disimular con cierto éxito.

Las nubes que cruzan ahora el cielo son una manada de toros negros que rumian la tormenta con un ronquido inquietante que galopa de Norte a Sur y pronto retumbará sobre mi cabeza.

Ya está aquí. Las primeras gotas limpian el aire con el aroma del ozono. Me dejaría empapar por esta lluvia templada de septiembre, pero supongo que hay que ser sensatos. Mañana será el último día de la convivencia, y tengo que hablar en la sesión de la tarde. Así que dejaremos la neumonía para otra ocasión.

Termino de escribir este post de compromiso y me dispongo a elaborar al menos un breve guión.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Un "flashmob" para recibir al Papa en España.

Entre los flashmob más pintorescos, éste tuvo lugar el año pasado en París

La moda de los flashmob, que comenzó tímidamente en los años 60, empieza a servir para todo. Hay “flashmobs” reivindicativos y festivos, gamberros y civilizados, terroríficos y alegres, ruidosos y silenciosos… En definitiva, por lo que yo sé, se trata de convocar en un punto concreto de la ciudad a unos centenares de personas para hacer algo que llame la atención: un baile de masas, un gesto insólito…, lo que sea.

Me dicen que un grupo de universitarias de Murcia quiere recibir al Papa con un flashmob que resuene en todas partes. La idea se me antoja magnífica, y me pregunto si valdría la pena atraparla al vuelo y convertir España entera en un gran flashmob como el murciano o, por qué no, en un baile masivo, ruidoso y espectacular.

Hay centenares de clubes, universidades, colegios y centros juveniles de todo tipo que podrían flashmobear (¡toma neologismo!) la llegada del Santo Padre.

Si este globo tuviese unos miles de pasajeros más…



Éste es el mensaje que han enviado a cientos de chavales en Murcia
(No incluyo las fotografías)


Vamos a hacer una bandera humana el día 16 de Octubre a las 12.00h del mediodía en la Avda de la Libertad, en Murcia, para dar la bienvenida a Benedicto XVI que vendrá a España en Noviembre de 2010 y Agosto de 2011 para la Jornada Mundial de la Juventud.

Habrá que acudir con camisetas blancas y amarillas y cuando comience a sonar la música de Titans (Vangelis) habrá que ir colocándose a un lado los de blanco y a otro lado los de amarillo formando a lo largo de la calle la bandera vaticana.

Podéis entrar por las entradas señaladas en una de las fotos adjuntas.

Muy importante: no estar en la zona cuando empiece la música (está señalada en otra foto)

En los estribillos haremos la ola de manera lenta en 3 pasos como se indica en la imagen

En el último estribillo sacaremos las letras de “Bienvenido Benedicto XVI”

La canción dura 4 minutos, sobre el minuto 3,40 hay que irse poco a poco empezando por los extremos de la bandera de la zona y desaparecer antes de que acabe la música.

Ponte de acuerdo con otra persona para llevar uno una camiseta amarilla y el otro blanca, para que estén equiparados los colores.

¡Anímate a dar la bienvenida al Papa y hacerle llegar el cariño de los jóvenes españoles!

¿Conoces a alguien que le pueda gustar venir? PÁSALO Y VEN

Para más información, búscalo en Facebook y tuenti o escríbenos bienvenidobenedicto@gmail.com

jueves, 16 de septiembre de 2010

Benedicto XVI en el Reino Unido

El viaje del Santo Padre a Inglaterra tiene una gran importancia. Es una peregrinación difícil para el Vicario de Cristo y los católicos debemos acompañarle con nuestra oración, precisamente ahora, cuando los recientes escándalos que han conmocionado a la Iglesia y los ataques desmesurados y manifiestamente injustos al Papa pueden oscurecer lo importante: sus palabras.

Como sabéis, esta tarde el Papa ha celebrado la Santa Misa en Bellahouston Park - Glasgow. He aquí su homilía.


Queridos hermanos y hermanas en Cristo

“Está cerca de vosotros el Reino de Dios” (Lc 10, 9). Con estas palabras del Evangelio que acabamos de escuchar, os saludo a todos con gran afecto en el Señor. En verdad, el Reino de Dios está ya entre nosotros. En esta celebración de la Eucaristía, en la que la Iglesia en Escocia se congrega en torno al altar en unión con el Sucesor de Pedro, reafirmemos nuestra fe en la Palabra de Cristo y nuestra esperanza en sus promesas, una esperanza que nunca defrauda. Saludo cordialmente al Cardenal O’Brien y a los Obispos escoceses. Agradezco particularmente al Arzobispo Conti sus amables palabras de bienvenida de vuestra parte y expreso mi profunda gratitud por el trabajo que el Gobierno británico y escocés y las autoridades municipales de Glasgow han llevado a cabo para que fuera posible este encuentro.

El Evangelio de hoy nos recuerda que Cristo continúa enviando a sus discípulos a todo el mundo para proclamar la venida de su Reino y llevar su paz al mundo, empezando casa por casa, familia por familia, ciudad por ciudad. Vengo a vosotros, hijos espirituales de San Andrés, como heraldo de la paz y a confirmaros en la fe de Pedro (cf. Lc 22, 32). Me dirijo a vosotros con emoción, no muy lejos del lugar donde mi amado predecesor el Papa Juan Pablo II celebró la Misa con vosotros, hace casi treinta años, recibido por la multitud más numerosa que jamás se haya visto en la historia de Escocia.

Muchas cosas han ocurrido en Escocia y en la Iglesia en este país desde aquella histórica visita. Compruebo con gran satisfacción que la invitación que el Papa Juan Pablo II os hizo para caminar unidos con vuestros hermanos cristianos, ha producido mayor confianza y amistad con los miembros de la Iglesia de Escocia, la Iglesia Episcopal Escocesa y otros. Os animo a continuar rezando y trabajando con ellos en la construcción de un futuro más luminoso para Escocia, basado en nuestra común herencia cristiana. En la primera lectura de hoy, hemos escuchado el llamamiento de San Pablo a los romanos a que reconozcan que, como miembros del Cuerpo de Cristo, nos pertenecemos los unos a los otros (cf. Rm 12, 5) y debemos convivir respetándonos y amándonos mutuamente. En este espíritu, saludo a los representantes ecuménicos que nos honran con su presencia. Este año se conmemora el cuatrocientos cincuenta aniversario de la Asamblea de la Reforma, y también el centenario de la Conferencia Misionera Mundial en Edimburgo, que es considerada por muchos como el origen del movimiento ecuménico moderno. Demos gracias a Dios por la promesa que representa el entendimiento y la cooperación ecuménica para un testimonio común de la verdad salvadora de la Palabra de Dios, en medio de los rápidos cambios de la sociedad actual.

Entre los diferentes dones que San Pablo enumera para la edificación de la Iglesia está el de enseñar (cf. Rm 12, 7). La predicación del Evangelio siempre ha estado acompañada por el interés por la palabra: la palabra inspirada por Dios y la cultura en la que esta palabra echa raíces y florece. Aquí, en Escocia, pienso por ejemplo en las tres universidades fundadas por los papas durante la edad media, incluyendo la de San Andrés, a punto de celebrar el sexto centenario de su fundación. En los últimos treinta años, con la ayuda de las autoridades civiles, las escuelas católicas en Escocia han asumido el desafío de brindar una educación integral a un mayor número de estudiantes, y esto ha ayudado a los jóvenes no sólo en su camino de crecimiento espiritual y humano, sino también en su incorporación a la vida profesional y pública. Se trata de un signo de gran esperanza para la Iglesia, y animo a los profesionales católicos, a los políticos y profesores de Escocia a no perder nunca de vista que están llamados a poner sus talentos y su experiencia al servicio de la fe, trabajando por la cultura escocesa actual en todos sus ámbitos.

La evangelización de la cultura es de especial importancia en nuestro tiempo, cuando la “dictadura del relativismo” amenaza con oscurecer la verdad inmutable sobre la naturaleza del hombre, sobre su destino y su bien último. Hoy en día, algunos buscan excluir de la esfera pública las creencias religiosas, relegarlas a lo privado, objetando que son una amenaza para la igualdad y la libertad. Sin embargo, la religión es en realidad garantía de auténtica libertad y respeto, que nos mueve a ver a cada persona como un hermano o hermana. Por este motivo, os invito particularmente a vosotros, fieles laicos, en virtud de vuestra vocación y misión bautismal, a ser no sólo ejemplo de fe en público, sino también a plantear en el foro público los argumentos promovidos por la sabiduría y la visión de la fe. La sociedad actual necesita voces claras que propongan nuestro derecho a vivir, no en una selva de libertades autodestructivas y arbitrarias, sino en una sociedad que trabaje por el verdadero bienestar de sus ciudadanos y les ofrezca guía y protección en su debilidad y fragilidad. No tengáis miedo de ofrecer este servicio a vuestros hermanos y hermanas, y al futuro de vuestra amada nación.

San Ninián, cuya fiesta celebramos hoy, no tuvo miedo de elevar su voz en solitario. Siguiendo las huellas de los discípulos que nuestro Señor envió antes que él, Ninián fue uno de los primeros misioneros católicos en traer la buena noticia de Jesucristo a sus hermanos británicos. Su Iglesia de su misión en Galloway se convirtió en centro de la primera evangelización de este país. Este trabajo fue retomado más tarde por San Mungo, patrón de Glasgow, y por otros santos, entre los que debemos destacar San Columba y Santa Margarita. Inspirados en ellos, muchos hombres y mujeres han trabajado durante siglos para transmitiros la fe. ¡Esforzaos en ser dignos de esta gran tradición! Que la exhortación de San Pablo, en la primera lectura, sea para vosotros una constante inspiración: “En la actividad no seáis descuidados, en el espíritu manteneos ardientes. Servid constantemente al Señor. Que la esperanza os tenga alegres: estad firmes en la tribulación, sed asiduos a la oración” (Rm 12, 11-12).

Me gustaría ahora dirigirme especialmente a los Obispos de Escocia. Queridos hermanos, quiero animaros en vuestra dedicación pastoral a los católicos escoceses. Como sabéis, uno de vuestros primeros deberes pastorales está en relación a vuestros sacerdotes (cf. Presbyterorum Ordinis, 7) y su santificación. Igual que ellos son un alter Christus para la comunidad católica, vosotros lo sois para ellos. En vuestro ministerio fraterno con vuestros sacerdotes, vivid en plenitud la caridad que brota de Cristo, colaborando con todos ellos, en particular con quienes tienen escaso contacto con sus hermanos en el sacerdocio. Rezad con ellos por las vocaciones, para que el Señor de la mies envíe trabajadores a su mies (cf. Lc 10, 2). Ya que la Eucaristía hace la Iglesia, el sacerdocio es algo central para la vida de la Iglesia. Ocupaos personalmente de formar a vuestros sacerdotes como un cuerpo de hombres que alientan a otros a dedicarse totalmente al servicio de Dios Todopoderoso. Cuidad también de vuestros diáconos, cuyo ministerio de servicio está asociado de manera especial con el orden de los obispos. Sed padres y ejemplo de santidad para ellos, animándolos a crecer en conocimiento y sabiduría en el ejercicio de la misión de predicar a la que han sido llamados.

Queridos sacerdotes de Escocia, estáis llamados a la santidad y al servicio del pueblo de Dios conformando vuestras vidas con el misterio de la cruz del Señor. Predicad el evangelio con un corazón puro y con recta conciencia. Dedicaos sólo a Dios y seréis ejemplo luminoso de santidad, de vida sencilla y alegre para los jóvenes: ellos, por su parte, desearán seguramente unirse a vosotros en vuestro solícito servicio al pueblo de Dios. Que el ejemplo de San Juan Ogilvie, hombre abnegado, desinteresado y valiente, os inspire a todos. Igualmente, os animo a vosotros, monjes, monjas y religiosos de Escocia, a ser una luz puesta en lo alto de un monte, llevando una auténtica vida cristiana de oración y acción que sea testimonio luminoso del poder del Evangelio.
Finalmente, deseo dirigirme a vosotros, mis queridos jóvenes católicos de Escocia. Os apremio a llevar una vida digna de nuestro Señor (cf. Ef 4,1) y de vosotros mismos. Hay muchas tentaciones que debéis afrontar cada día —droga, dinero, sexo, pornografía, alcohol— y que el mundo os dice que os darán felicidad, cuando, en verdad, estas cosas son destructivas y crean división. Sólo una cosa permanece: el amor personal de Jesús por cada uno de vosotros. Buscadlo, conocedlo y amadlo, y él os liberará de la esclavitud de la existencia deslumbrante, pero superficial, que propone frecuentemente la sociedad actual. Dejad de lado todo lo que es indigno y descubrid vuestra propia dignidad como hijos de Dios. En el evangelio de hoy, Jesús nos pide que oremos por las vocaciones: elevo mi súplica para que muchos de vosotros conozcáis y améis a Jesús y, a través de este encuentro, os dediquéis por completo a Dios, especialmente aquellos de vosotros que habéis sido llamados al sacerdocio o a la vida religiosa. Éste es el desafío que el Señor os dirige hoy: la Iglesia ahora os pertenece a vosotros.

Queridos amigos, una vez más expreso mi alegría de poder celebrar la misa con vosotros. Y me siento feliz de poder aseguraros mis oraciones en la antigua lengua de vuestro país: Sìth agus beannachd Dhe dhuib uile; Dia bhi timcheall oirbh; agus gum beannaicheadh Dia Alba. La paz y la bendición de Dios sea con todos vosotros; que Dios os proteja; y que Dios bendiga el pueblo de Escocia.

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Titulares


Hoy encuentro este titular en la prensa:
"Penélope oficialmente embarazada".


¿Cómo se oficializa un embarazo? ¿Qué ventajas tiene? ¿Hay embarazos extraoficiales? ¿O son suboficiales?

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Virgen de los Dolores


Hace 7 días contemplábamos el misterio de la Virgen-Niña, de la Llena de Gracia envuelta en pañales, recién venida al mundo “como la aurora que anuncia la llegada del sol”

Hoy la encontramos en pie, junto a la Cruz de su Hijo. Han pasado muchos años, pero es la misma niña de ayer. En sus ojos cansados sigue brillando la luz de la Gracia. No hay en ellos la menor sombra de culpa. No hay rebeldía en sus lágrimas; sólo dolor.

Igual que Abraham, va a entregarnos a su Hijo en sacrificio; pero María no se conforma con eso: se entregará a sí misma, como una Esclava en las manos de su Señor. Quiere morir con Jesús para redimir con Él, por Él y en Él, a todos los hombres.

Stabat Mater dolorosa
Iuxta crucem lacrimosa,
Dum pendebat filius.
Cuius animam gementem
Contristantem et dolentem
Pertransivit gladius.

Dentro de unos años, cuando vengan los Ángeles para llevársela al Cielo, María cerrará los ojos en un sueño gozoso. No necesitará una segunda muerte. Su muerte ha tenido lugar hoy, junto a la Cruz de su Hijo. Ha muerto de pie, como esos árboles enormes y bellísimos que veo ahora desde mi ventana.