miércoles, 29 de febrero de 2012

La nube


¿Por qué la llamarán catarata, si sólo es una nube?
Hace una semana fue un nubarrón oscuro que presagiaba lluvia. Ayer enrojeció de pronto, como un cirro al anochecer, pero enseguida se volvió blanco y traslúcido, casi transparente. Durante unas horas fue una nube refulgente como la que envolvía a Moisés en el desierto o la de la Transfiguración en el Tabor.
Ahora, poco a poco, la nube se aleja y llega el anticiclón.
―No te echaré de menos, nube negra. Como metáfora no estás mal. Seguro que me servirás para tres o cuatro meditaciones.
El destructor de nubes acaba de decirme que descanse. ¡Gran consejo! A lo mejor le hago caso. Pero el globo debe remontar el vuelo..., sin prisas.


martes, 28 de febrero de 2012

El globo, en el taller

Como copiloto de este globo libertario, informo a todos los chismosos y chismosas, marujos y marujas que nos visitan que, en este mismo instante, el comandante en jefe de la nave está siendo sometido a una delicada operación de cataratas en su ojo izquierdo.
Son cosas del tiempo: del tiempo que lleva el patrón en este planeta.
¿Que por qué os lo comunico? Porque os veo venir, pedazo de cotillas. Enseguida empezaréis a decir que hemos perdido fuelle, que el globo ya no es lo que era y otras simplezas semejantes.
Así que no me hagáis perder la paciencia. Descansaremos un par de días. Luego el globo volverá a volar más alto, más rápido y más libre que nunca, siempre que el otro globo (el ocular) recupere su agudeza de los buenos tiempos.
Auf Wiedersehen
Heinz Kloster

lunes, 27 de febrero de 2012

Los lunes...

La publicidad de las cervezas siempre ha sido alegre y divertida. Aquí tenéis unos ejemplos. Me los envió Javier, el marido de Vila.





domingo, 26 de febrero de 2012

Excursión a Molinoviejo



Kloster me dijo ayer que debía huir de Madrid y, por una vez, le hago caso.
―Pero sin móvil, sin ordenador, sin prismáticos pajareros, sin boli para tomar notas, sin clases que preparar ni meditaciones pendientes.
―Algo tendré que llevar…
Con gesto adusto, acepta que meta en el macuto dos poemarios: el “Libro de la Pasión”, de Ibáñez Langlois, y “Casa propia”, de Enrique García-Máiquez.
―¿Cómo podré descansar sin un par de poetas de compañía?
Después del desayuno enfilo en la carretera de La Coruña con música de Vivaldi en la radio. Tres cuartos de hora más tarde me recibe en Molinoviejo el repique inconfundible del pico picapinos, que sigue a lo suyo sin percatarse de mi presencia.
Abro la puerta del viejo oratorio, donde el aleteo de los ángeles es estruendoso para cualquiera que haga silencio en su alma. Hay tal densidad de recuerdos dentro de esas paredes, que el santo se me va al cielo y yo con él. 
Salgo del oratorio veinte minutos más tarde. En el jardín, llamo a los pájaros para que me hagan compañía y vienen, obedientes a la voz de su amo. Son pocos y casi domésticos; aún no han llegado las aves de primavera. Rezo el rosario entre los pinos, y las aves repiten conmigo la letanía lauretana.
Al fin leo un poema, uno solo: el que Enrique dedica a Nuestra Señora escudándose en Gonzalo de Berceo.
―¿Y ya está? ¿No has hecho nada más?
Kloster me riñe porque no tengo nada que contarle.
―¿Te parece poco? He visto a la Mujer muerta amortajada en blanco. He charlado de poesía con un petirrojo. He rezado por libre… Y las chicas de la administración han conseguido que me olvide de la Cuaresma.
¡Dios mío, qué tarta!

sábado, 25 de febrero de 2012

La sequía del alma (II)

Después de escribir la entrada anterior, recordé unas palabras de San Josemaría que yo mismo he citado en muchas ocasiones. Están sacadas de una meditación, pocos años antes de su marcha al Cielo.





Quizá alguno pueda decirme: Padre, yo busco dentro de mí, en mi alma…, pero no encuentro nada. Yo a ese hijo mío le diría: es que quizá has tenido poca vida interior, o quizá has tenido mucha, pero ahora el Señor quiere probarte. ¿Tu alma parece una cisterna vacía? ¡Pues busca el amor de Dios! Buscad al Señor y fortaleceos ; pero con el mismo empeño que se pone cuando se quiere conquistar un amor humano, bueno y limpio. Persigue tú también así el trato con Dios, y ten la seguridad de que todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Donde no hay agua, ¿qué se hace? Se construye una cisterna y se lleva el agua con cántaros que se vacían allí, uno detrás de otro. Cuando no hay posibilidad de recogerse para la oración, hay que prepararse llevando agua a la cisterna: con actos de amor y de desagravio, con comuniones espirituales, con invocaciones al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, y a Santa María, a San José y a nuestros Santos Ángeles Custodios. Todo eso es agua que llevamos a fuerza de brazos.
Puede suceder que debamos estar así mucho tiempo; pero, si perseveramos, llegará un momento en que no será necesario buscar el agua, porque se habrá formado un pozo. Quizá al principio el agua no suba mucho; pero es un pozo de aguas vivas. Allá está, en el fondo de tu alma. No sabes de donde mana el agua, ni como se remansa, ni cuando afluye…, pero puedes beber siempre. Y, si insistes, el nivel de ese pozo sube y sube, hasta que se forma un manantial de agua clara, donde puedes beber a dos manos, con la boca abierta, cuando estás sediento.
¿Me entendéis, hijos? Agua hay siempre. Cada uno de vosotros, con la gracia de Dios, Uno y Trino, escondido en vuestra alma, puede lograr no ser nunca una cisterna vacía, sino un pozo que suba y suba hasta que mane una fuente de agua clara, espléndida, agua de amor. 
Pero en esta tarea, hijas e hijos míos, habéis de poner todo el corazón.     

La sequía del alma


Dicen los meteorólogos que seguiremos así por muchos días, sin una gota de agua, con este aire de Madrid reseco y polvoriento que me quema la garganta y me ciega.
Salgo de madrugada. Busco en vano un poco de rocío en el jardín que hay frente a mi casa. La sequía se me ha metido en el alma.
Rorate caeli desuper, et nubes pluant iustum. “Cielos, enviad rocío de lo alto, y las nubes lluevan al Justo.”
El termómetro marca cero grados, pero me estorba el abrigo. Camino del parking recuerdo la vieja secuencia de Pentecostés dirigida al Espíritu Santo:
Lava quod est sordidum, riga quod est aridum, sana quod est sauciumLava lo que está manchado, riega lo que está seco, cura lo que está enfermo…
Ha empezado la Cuaresma. Jesús se va al desierto y yo con Él. ¿Vendrá al final el consuelo de la lluvia? ¿Cómo podré dar de beber a los demás si mi alma es una tinaja vacía? ¿Me empapará el Señor con su Gracia?

viernes, 24 de febrero de 2012

5 años en globo 5

 ¿Quien es esa chiquilla que se ha colado en mi globo?
Hoy se cumplen. Empecé el 24 de febrero de 2007. Nunca pensé que volaríamos tantos durante tanto tiempo.
Gracias a todos. Rezad para que el globo no pierda gas y para que la Cuaresma que acaba de empezar sirva al piloto de esta nave para renovarse por dentro de una santa vez.
Que ya va siendo hora.  

(Publiqué este spot, por error, el 24 de enero... Lo borre y lo pongo ahora en su sitio). 


jueves, 23 de febrero de 2012

En mi barrio (hace un año)


Ésta no pide limosna
La niña del abrigo verde y el lazo rojo sale de casa a las 9 de la mañana y nada más abrir la puerta ensaya un gesto de contrariedad como una personita mayor.
 ─Jo, mamá, tengo frío.
Se acerca una gitana de su misma edad. Tiene churretes  por todas partes, pero le luce bien la sonrisa cuando extiende la mano.
─Anda, dame algo, que yo cogí frío cuando me echaron el agua en la iglesia y no se me ha quitao todavía.


El taxista.



Ha cumplido treinta y un años, está casado y tiene tres niños que aparecen fotografiados en el salpicadero del coche.
―Dos niñas y un chico. Dice mi chica que quiere más, que vienen al mundo con un pan debajo del brazo. Yo le contesto que con pan sólo no vamos a ningún sitio. ¿Usted qué dice?
―Que tu mujer es muy generosa, y que tú la quieres por eso. Si fuera una egoísta no te habrías enamorado de ella.
―Puede ser. Pero un pan…, no sé. Tendrían que traer bajo el brazo un par de licencias de taxi.

miércoles, 22 de febrero de 2012

"Misión Madrid"


Hace unos días escribí sobre la alegría de un grupo de curas ancianos con los que estuve de tertulia. Hoy debería referirme a la docena de sacerdotes jóvenes ―entre los que me he colado yo―  que han participado en la sesión de trabajo con el Cardenal. ¡Qué tíos!: listos, alegres, entusiastas, piadosos… Con veinte o treinta como ellos nos comeríamos la Villa y Corte.
Es indudable que la JMJ ha servido, en primer lugar, a los propios Pastores. También a Don Antonio María, según confesión propia.
Ha sido una jornada intensa y fecunda. Hemos aprovechado bien el tiempo y he podido comprobar hasta qué punto todos tiramos del carro en la misma dirección. Nadie se ha lamentado de lo mal que está el mundo. No hemos hablado de la crisis, del laicismo ni demás catástrofes. Hemos pensado en los jóvenes… Y estamos seguros de que la semilla que se plantó hace 6 meses empieza ya a dar fruto.
Pronto se hablará de la “Misión Madrid”. 

La JMJ continúa


Hoy, miércoles de Ceniza, no estaré, como otros años, con los chavales del cole. Y es una lástima, porque lo cierto es que siempre asisten con mucha devoción y un poco de curiosidad a la ceremonia de la imposición de la ceniza.
Durante unas cuantas horas estaré reunido con un grupo de sacerdotes en el Seminario de Madrid. Desde hace algo más de un mes trabajamos en la elaboración de un plan pastoral dirigido a los jóvenes. Nos preside y alienta don Antonio María Rouco, Cardenal Arzobispo de la Diócesis.
La JMJ no terminó en agosto. Sigue viva, y ha llegado el momento de poner en marcha iniciativas que nos ayuden a profundizar en el mensaje de Benedicto XVI y a llevarlo hasta el último rincón de la Diócesis de la mano de los mismos chicos y chicas que participaron en aquellas inolvidables jornadas.
Os cuento esto para que nos echéis un rezo. La mayoría de los curas convocados son bastante jóvenes. Aún no tengo muy claro qué pinto yo en esta historia, pero supongo que algo podré aportar.

martes, 21 de febrero de 2012

El penúltimo error

Según Tartakover, en ajedrez gana siempre quien comete el penúltimo error.
Tiene razón el gran maestro. En la vida ocurre lo mismo: los errores están frente a nosotros en medio del tablero, esperando que caigamos en ellos. Procuremos esquivarlos todos, porque no sabemos cuál será el penúltimo y cuál el último.

Los spam atacan


No tendré más remedio que volver a poner la barrera de las palabras torcidas para que los robots informáticos me dejen en paz. Desde que la quité a petición de algunos no hago otra cosa que espantar los comentarios-spam que, como enjambres de insectos, asaltan en mis spots.
Me dice mi asesor informático que mi globo “ha sido localizado” (ignoro por quién) y toda la basura informática que flota en la red se ha encaprichado conmigo. “Es una buena señal”, me asegura.
Ayer por la noche eliminé cinco ataques coreanos. ¡Es la guerra, colegas!

lunes, 20 de febrero de 2012

Kalikatres


A lo mejor lo sabe todo el mundo, pero yo acabo de enterarme de que hace un mes falleció Ángel Menéndez, uno de los viejos humoristas de La Codorniz, creador de Kalikatres. A los ancianos del lugar no necesito explicarles nada más. A los jóvenes..., tal vez el viejo Kalikatres les diría una de sus inolvidables sentencias.
Ésta que reproduzco hoy creo que nos viene como anillo al dedo.

Los lunes, publicidad

Es un poco insólito y no se parece mucho a los anuncios de que habitualmente vemos; pero por una vez..., he aquí un spot publicitario del ejército ruso.
 

domingo, 19 de febrero de 2012

Plan B


“Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico.” (Del Evangelio de la Misa de hoy).

―¿Y el paralítico estaba de acuerdo?
―No, pero qué más da. A Jonás se le rompió el espinazo una tarde cuando salimos a robar higos. Dos años llevaba ya así. Por eso, al saber que venía Jesús, pensamos ir con los demás enfermos y a él le pareció bien. Yo ya me temía que iba a ser difícil acercarse. Así que me llevé todo lo necesario para un plan B con descuelgue incluido. Se lo conté a Jonás, y si no llega a ser paralítico nos mata.  Pero al fin lo bajamos. Él se agarraba a la camilla como un desesperado… ¡Estaba muerto de miedo!  Fue graciosísimo.
―¡Pero eso es coacción!
―Déjate de tiquismiquis, tío. A Jesús le pareció bien. Así que no me seas fariseo. Fue un planazo. 
 

sábado, 18 de febrero de 2012

"Single"


Dedico este artículo a Marita, que me ha llamado "gandul" por no haber escrito nada esta mañana.

Hasta hace algunos años el adjetivo sustantivado “móvil” sólo aparecía en las novelas policiacas y en las crónicas de sucesos. Los astutos detectives necesitaban encontrar “el móvil”, es decir, las razones del asesino. Ahora, en cambio, el vocablo ha perdido todo su misterio. Cada ciudadano tiene su móvil sin necesidad de dedicarse a la delincuencia organizada. En este momento (casualidades de la vida) está sonando el mío.
Uno ya está acostumbrado a que las palabras cambien bruscamente de significado. Ahí tenemos, sin ir más lejos, a la genuina “arroba”, que dejó de ser un término rural en grave peligro de extinción, para entrar en Internet con todos los honores.
(De nuevo interrumpo la redacción de este artículo para comprobar que, en efecto, la arroba, en versión informática, se ha incorporado al diccionario de la Academia. Es la 5ª acepción).
Todo esto viene a cuento de lo que me dijo hace un par de días, una chica de bachillerato:
―Papá ya es “single”.
La palabra, así, de pronto, me sonó a partido de tenis, pero uno es perspicaz y enseguida sospeché que no iban por ahí los tiros.
La niña acababa de llegar a la capellanía para consultarme algo, pero, desde que traspasó el umbral de la puerta, no dejó de hablar a toda velocidad, agitando mucho los brazos, sin acabar de centrarse en el asunto que le traía. De pronto, interrumpió su monólogo, se sentó frente a mi mesa y pronunció en voz baja esas cuatro palabras.
―¿Single? ―dije yo―.
―Sí. Está solo.
―¿Quieres decir que tus padres se han separado?
―No. Eso fue hace mucho; pero papá estaba con Marisa, y la ha dejado. Ahora es single.
De aquella larga conversación saqué algunas conclusiones que trataré de resumir brevemente:
Single equivale a disponible. El single puede ser soltero o divorciado; pero no todos los solteros o divorciados lo son. Sólo se consideran singles los que no “tienen una relación” con alguien del sexo opuesto o del mismo. En este caso supongo que habría que llamarlos “doubles” por seguir con la terminología del tenis. Todo, como veis, muy banal e ingrávido, como corresponde a este tiempo pijo que nos ha tocado padecer.
El caso es que lo que en otro tiempo llamábamos “estado civil” (he aquí un expresión moribunda que casi nadie utiliza) va camino de perder todo su valor. Antes uno solía presentarse ante los demás como “soltero”, “casado”, “viudo” o “célibe”. Esos cuatro adjetivos definían un aspecto importante de la persona, ya que giran en torno al matrimonio como institución sólida de trascendencia pública. La familia se veía como una pieza básica en la articulación de la sociedad. Tener o no tener un cónyuge, unos hijos y, por tanto, una casa común, un proyecto estable basado en la misma naturaleza, nunca se consideró asunto íntimo o  privado.
 Un día alguien decidió que en el Documento Nacional de Identidad no debía figurar el “estado civil”. Un famoso hombre de Estado lo explicó en televisión con estas insólitas palabras:
―A nadie le importa con quién se acuesta usted.
Yo habría respondido a aquel sesudo prócer, que tampoco le importa a nadie dónde he nacido, y más teniendo en cuenta que los de Bilbao nacemos donde nos da la gana, y sin embargo sí que aparece ese dato en mi DNI. Por cierto que también viene mi fecha de nacimiento. ¿No podría retrasarla un poco? ¿A quién le interesa los años que tengo ―quiero decir los que ya no tengo―?
Hace cuatro lustros llamé “Pensar por libre” a mi página de Mundo Cristiano. Con el mismo título escribí un libro y puse en órbita este globo. Desde entonces he dicho alguna barbaridad más alta que otra, cordialmente, por supuesto, contra la tendencia creciente del Poder a controlarlo todo, fisgarlo todo y grabarlo todo.
Uno es celoso de su intimidad, pero me resulta desconcertante que sólo se considere íntimo y privado aquello que debería ser público y notorio.
Ahora pienso que yo también soy single. Ser cura, en el fondo, es estar disponible. Por eso voy por la calle con mi uniforme reglamentario. Así queda más claro.

viernes, 17 de febrero de 2012

De nacimiento

Eso me ha dicho un taxista esta mañana: que es "ateo de nacimiento".
Era un tipo nervioso, gritón y demasiado miope para mi gusto, pero me ha llevado a mi destino sin incidencias. Quería saber cuánto ganan los obispos. Le he dicho que 1.200 euros y se ha calmado; pero me temo que no se lo ha creído:
-¿Menos que Rajoy?
-¡Mucho menos!
-Pero ellos no tienen mujer ni hijos.
-No, eso no...


jueves, 16 de febrero de 2012

Valor y precio




―Padre, ¿cuánto vale una Misa?
Me lo pregunta en la misma puerta de un pequeño centro comercial un hombre de mediana edad, bien trajeado, con una escueta perilla blanca.
Yo me acuerdo de un viejo anuncio de la tele.
―¿Cuánto vale…, o cuánto cuesta?
No le dejo responder. Le explico que cualquier Misa tiene un valor infinito; que no vale más la que celebre el Santo Padre mañana que la del último cura del mundo… Y el buen hombre me ha contado su vida y su pequeña tragedia: la enfermedad de su mujer, la huida de su hijo, su empresa que deberá cerrar…
Le he prometido rezar por todo eso en la Misa de hoy. Él ha sacado entonces un billete de 50 euros.
―Dentro de un rato debo predicar un retiro ―le digo―, y hablaré de la Misa en la primera meditación. Si no te importa, contaré tu historia a grandes rasgos y pediré que te encomienden. Esos euros…, los puedes dar como limosna en cualquier iglesia.
Al fin no he podido rechazar un café.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Cutrefone desfoneizado


En la tienda pone “Vodafone” pero me dicen que no, que ellos no son lo que parece.
―Tiene que ir usted a una tienda oficial de Vodafone.
―Ya. O sea que usted no…
―No.
Con gran cortesía me indican que en la calle Orense hay una tienda oficial que tiene lo que busco.
Hago cinco kilómetros en coche y aparco frente al establecimiento gracias a mi ángel custodio.
El local está abarrotado. Hay que coger número en una maquinita de la entrada, como en la Renfe, para acceder a uno de los cuatro mini mostradores.
―Mire, es que yo sólo quería preguntar…
―Coja su número, caballero y tenga la amabilidad de esperar.
Espero tres cuartos de hora y al fin me acerco a un mostrador.
―Me han dicho que ustedes podrían facilitarme un…
―No nos quedan. Lo más probable es que lo recibamos mañana por la tarde.
―Tal vez en otra tienda… Es que me corre prisa.
―No le puedo facilitar esa información, caballero.
―Ya. Así que mañana por la tarde, ¿no?
―No le garantizo nada. A lo mejor llega, a lo mejor no.
―Bien. Entonces, si le doy mi número de teléfono, ¿podría llamarme cuando llegue?
―Lo siento. Nosotros no llamamos a los clientes. Tiene que venir usted.
―...y volver a coger número, esperar otra media hora... Mejor deme su número y le llamo yo.
―Imposible. En Vodafone no tenemos teléfono.
―¿Cómo dice?
El empleado me mira como si yo fuera idiota.
―Que aquí no tenemos teléfono.
―Perdone. Seguro que me he equivocado… ¿Esto es una compañía telefónica o una mercería?
―Esto es Vodafone. Y si tiene alguna queja, llame a atención al cliente.
―Creo que no. Haré algo mejor: lo publico en Internet. Ya estoy viendo el título: “el extraño caso de la compañía telefónica que odia los teléfonos”
―Hasta luego, caballero. Siguiente, por favor. 
PD. Mi memoria es infalible. Así fue. 




martes, 14 de febrero de 2012

Gilipensieri para a una crisis


  1. Cuidado con quien te guiña un ojo. Puede que te esté apuntando.
  2. El que ríe el último no entendió el chiste.
  3. La probabilidad de que los semáforos estén en rojo es directamente proporcional a la prisa que tengas.
  4. Soñar no cuesta nada. Lo malo es despertarse.
  5. Si la montaña no viene a ti, vete a la costa.
  6. Tengo todo el dinero que necesito hasta que muera (a no ser que me compre algo).
  7. No me cortes cada vez que te interrumpo. Seamos civilizados.
  8. Sólo me he equivocado una vez: aquel día en que dije que tenías razón.
  9. Oí que hablaban bien de ti y lloré amargamente; pensé que habías muerto.
  10. Está científicamente probado que si tus padres no tienen hijos, lo más probable es que tú tampoco los tengas (Punset).

Uno a uno

De un tiempo a esta parte recibo muchos vídeos de todo tipo: publicidad para los lunes, historias ejemplares, chistes, etc. Como es lógico no los publico todos; la mayor parte quedan en una lista de espera, que ya empieza a ser larga. Hoy os propongo éste, que me envía Margarita. En mi opinión el "corto" ha salido un poco largo, pero sirve. Y la moraleja parece evidente: la fraternidad no se construye sólo con palabras ni con grandes proyectos solidarios.
"Uno a uno"sí. Por ahí se empieza.

lunes, 13 de febrero de 2012

La gota y el océano


El mes pasado el sacerdote que predicaba mi curso de retiro nos leyó una anécdota de la Madre Angélica.
Al terminar la meditación le pedí que me dejara copiar la ficha donde la tenía anotada.
Como sin duda sabéis, Sor Angélica es una monja clarisa norteamericana, fundadora de  Eternal Word Television Network (EWTN), la primera red de comunicación social católica, vía satélite, en todo el mundo.
Ésta es la anécdota:

Hace unos años estaba en California dando unas conferencias, cuando decidí dar un paseo junto al mar. Me encanta el océano. Me asombra la obra que Dios realizó al crearlo, y cuando contemplo su poder en esa expansión aparentemente inacabable de agua y en el vaivén de las olas, siempre me entran ganas de jugar.
En esa ocasión vestía como de costumbre mi hábito franciscano de color castaño, y al pasar junto a unos bañistas, vi que me miraban perplejos. Conforme avanzaba por la playa, las chicas que llevaban bikini empezaron a cubrirse una tras otra con sus toallas hasta la barbilla, en una curiosa ola de recato. Cuando llegué a un punto que me pareció conveniente, me detuve como de costumbre a 8 ó 10 metros de la orilla y llame a las olas para que se me acercaran. A mi entender pertenecían a mi Padre celestial, por lo que podía llamarlas si lo deseaba. Los bañistas me miraban como si estuviera loca, pero no me importaba.
─¡Vamos, podéis hacerlo, clamaba.
Me sorprendió comprobar que una ola me había oído. Y de pronto estuve a punto de ser zambullida por una de las olas más grandes que he visto en mi vida.
Quedé atónita sin poder moverme.
─¡Corra, corra -gritaba todo el mundo en la playa.
Pero con mi pierna ortopédica anclada firmemente en la arena, no podía dar un paso.
De pronto la ola se estrelló a mis pies empapando mis zapatos e incluso el dobladillo de mi hábito. Al levantar la mirada comprobé que una gota diminuta se había posado en mi mano. Era realmente hermosa; brillaba como un diamante a la luz del sol.
La belleza de aquella minúscula gota me afectó tan profundamente que me sentí indigna de ella y, ante mi propia sorpresa, la devolví al océano.
Entonces mi extraña paz se vio interrumpida por la voz del Señor, que me decía:
─Angélica
─Sí, Señor ─respondí─
─¿Has visto esa gota?
─Sí, Señor.
─Esa gota es como tus pecados, tus debilidades, tus flaquezas. Y el océano es como mi misericordia. Si buscaras esa gota, ¿Podrías hallarla?
─No, Señor.
─Por mucho que la busques, ¿Serás capaz de hallarla?
─No, Señor.
─Entonces, ¿Por qué te empeñas en buscarla?-añadió en un susurro.

Los lunes, publicidad

Angry Birds también sabe hacer vídeos para promocionarse. Todos hemos visto en más de una ocasión sus particulares dibujos animados. Esta vez la colaboración de la empresa alemana T-Mobile les ha permitido producir este fantástico vídeo con el que demuestran que una buena puesta en escena garantiza el éxito.
Aquí los juegos informáticos saltan al mundo real. ¡Menudo lío montaron en Barcelona!

 

Y, aunque la Navidad nos quede un poco lejos, nunca viene mal soñar con la lotería.

 

sábado, 11 de febrero de 2012

Sábado compacto


Regreso a casa después de una tarde completa. Empecé con 2 meditaciones, que pretendían ser idénticas y salieron completamente distintas. Luego, un rato de confesonario y tres exposiciones del Santísimo con canto de la Salve. A la tercera fue la vencida y mi garganta emitió un sonido poco litúrgico, semejante al aullido de Arancha Sánchez Vicario cuando golpea de revés a la pelota.
Me he crecido con el castigo. Cuando salí de casa, abrigado por el suave mato de la pereza, no sospechaba que poco a poco iría creciendo en mí una extraña euforia. Será por las alegrías que uno recibe y no puede comentar ni siquiera con el cuello de su camisa.
Ya en mi habitación, abro el evangelio de la Misa de mañana y escribo a toda velocidad un breve comentario para el blog. De pronto me asalta una duda:
―¿Dónde he leído yo antes esto?
―En ningún sitio ―me respondo―. Me lo acabo de inventar.
Unos segundos después llega Kloster con un texto idéntico hasta en los signos de puntuación, que escribí 15 de febrero de 2009.
―Colega. Eso es el colmo; te parodias a ti mismo y no te enteras.
Esto es lo malo de escribir en la red, Que los viejos se repitan y chocheen es natural; pero el chocheo cibernético deja huella. Tendré que estar atento para no hacer el ridículo. Aunque, pensándolo mejor, no es para tanto. Al menos resulta evidente que conservo una buena memoria y que soy constante en mis opiniones.
Un propósito para mañana: oír música, descansar y visitar a los amigos.

Rolan Garros


Esta fotografía quiere ser un sincero homenaje al bravo equipo francés de tenis, que hace lo que puede por ganar su propio torneo. A juzgar por su estilo voluntarioso, sólo necesitan dos o tres lecciones más. 
Les enviaremos a Rafa Nadal como profesor.

viernes, 10 de febrero de 2012

El pavo ataca de nuevo



       ―Si le pides a Dios algo, ¿te lo da siempre?
          ―Si es algo bueno…
          ―Es súper bueno.
          ―¿?
          ―Es que quiero desenamorarme de L.
          ―¿Estás enamorada de ese tío?
          ―¡Lo ves! ¡No me conviene nada! Es un idiota…
          ―¿Y él…?
          ―Pasa de mí. Por eso tengo que desenamorarme…

jueves, 9 de febrero de 2012

La noche del mendigo


 Los mendigos a veces se disfrazan de estatua y se representan a sí mismos  
Encuentro a M. en un banco de la calle Velázquez con un abrigo lleno de agujeros y una botella de whisky de marca en la mano derecha. Hace mucho frío, quizá uno o dos grados bajo cero. Son las 8 de la tarde y la temperatura ha bajado bruscamente. El viento del Norte penetra por todos los poros de la piel.
―¿Dónde vas a dormir?
―Aquí mismo, y bien calentito.
―Puedes ir al Metro…
―No, que te roban y te pinchan…
He intentado explicarle que el “calorcito” del whisky es un engaño; que puede morirse de frío sin enterarse.
Se encoge de hombros y ríe con sus dientes podridos.
―¡De algo hay que morir!
A mi lado, los transeúntes evitan mirarnos. Quizá temen que yo los comprometa.
Hablo con un policía municipal; pero me dice que no es cosa suya, que él es de tráfico. Al fin hace una llamada, y me pide que me vaya.
―No se preocupe. Todos los inviernos mueren unos cuantos. Están  enfermos y no quieren ir a los albergues.
Entro en mi coche. Tiene calefacción, música, manos libres…, y ruge como una fiera camino de casa. Va a empezar el partido de fútbol: las radios de todos los vehículos espantan el frío a gritos.


miércoles, 8 de febrero de 2012

Un regalo de Dios

El Seminario de Burgos ha producido este vídeo. Dura 14 minutos y vale la pena verlo. El protagonista es un sacerdote que, a punto de morir en 2071, recuerda el inicio de su vocación, la JMJ de 2011, y lo que vino después.

martes, 7 de febrero de 2012

Athletic-Mirandés



No parecen una banda.
Han venido a San Mamés  
procedentes de Miranda.
Los llaman el mirandés.
Por ahora encajaron tres
golitos en una tanda.
El sueño se les ablanda.
No los lloro ni celebro.
Hay depresión en Miranda
de Ebro.  
(Me voy a la cama antes de que empiece el segundo tiempo. 
Lo que ocurra después quiza merezca otro rapsoda)

Tú me conoces



“Domine, probasti me, et cognovisti me; tu cognovisti sessionem meam et resurrectionem meam.” Salmo 138
“Me has puesto a prueba y me conoces bien. Conoces mis desalientos y mis euforias”.
Sé que la traducción no es perfecta, pero hoy he leído así las palabras del Salmo.
Al llegar la noche, frente al Sagrario, siento que una mano poderosa quiere aplastarme contra el suelo para humillarme más. No puedo ponerme en pie. Echo una ojeada a mi jornada y sé que he trabajado, que he estado algunas horas escuchando y dando consejos que Dios ponía en mis labios. ¡Qué pequeño, sucio e inútil se ve entonces el sacerdote!
Poco a poco va volviendo la luz. Y viene a mi memoria de improviso lo que me ha dicho esta tarde una anciana:
―Todos los días pido al Señor que me sonría… Ahora estoy sola. Y necesito ver esa sonrisa antes de acostarme.
―¿Y la ves?
―A todas horas. ¿Usted no?
Ahora sí que la veo. En el recuerdo de la mirada limpia de esa mujer veo a Dios que me sonríe.

lunes, 6 de febrero de 2012

Los lunes, publicidad

La firma Nike hace unos meses decidió lanzar un campaña como respuesta al Lockout que se mantuvo en la NBA. La campaña se componía de un spot televisivo y de una serie de acciones de marketing online en Facebook, Twitter, etc.. En las redes sociales se dio la posibilidad a los fans de compartir y subir fotos de sus mejores momentos.
Este spot de Nike fue un intento de ejercer presión “popular” para que por fin se llegara a un acuerdo entre los dueños de los clubes y el sindicato de los jugadores. Participan algunas grandes estrellas, como LeBron James, Kevin Durante o Sue Bird de la liga de mujeres así como el entrenador Mike Krzyzeswski.

 

domingo, 5 de febrero de 2012

¿Por qué reñís, ingratos?

A mis solemnes comentaristas


Ahora resulta que buena parte de mis comentaristas no entienden o no comparten el peculiar sentido del humor ―a veces negro y a veces surrealista― del cura que pilota este globo, y me amonestan con una solemnidad que no merezco.
Uno, que se pasa la vida diciendo cosas piadosas y trascendentes, necesita de vez en cuando echar una cana al aire ―solo literaria, por supuesto― y reírse del lucero del alba, que es un lucero muy serio.
Cuento con vuestra comprensión, y espero que no me sermoneéis en exceso. Quinientos y pico posts al año bastan, digo yo, para conocerme. Os aseguro que no tengo instintos asesinos a pesar del cuento de los gemelos. Y, aunque creo en los extraterrestres, no me los imagino como en el último microrrelato. Los auténticos extraterrestres son de naturaleza espiritual y se llaman ángeles. 

sábado, 4 de febrero de 2012

Microcuento de terror (moderado)

―Ponte en mi lugar ―me dijo―.
Y yo le obedecí: entré en su mente; me apropié de su voluntad, de sus recuerdos y de su vigor físico. También de sus enfermedades, claro. Y de su pequeña neurosis. Ahora soy abogado, periodista, numismático…, y ¿qué más? Tendré que penetrar en su memoria para hacer elenco de lo mucho que recuerdo.
Me parece que soy propietario de un yate en Montecarlo y de un piso en la quinta avenida Nueva York; pero no me haga caso. Aún tengo un poco de confusión en mi mente; Quiero decir, en la mente que uso ahora. No crea que es sencillo abducir así a un humano. En mi planeta estas cosas son pura rutina.
Sólo le pido un favor; ¿podría liberarme de la camisa de fuerza que me han puesto por error? Podría usar mis tentáculos supletorios, pero no quiero llamar demasiado la atención.
E. Vienuolynas 
(traducido del Lituano por H.Kloster) 

Frío

Me dice Kloster que él no prohibiría el Burka en Europa. Bastaría con mejorar un poco el diseño. El de arriba viene de Ucrania. El otro, ni se sabe.

viernes, 3 de febrero de 2012

Alfonso Nieto. In memoriam

Don Alfonso, el que fue Decano de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Navarra, y más tarde Rector de la Universidad, falleció ayer en Pamplona. 

Microcuento para salir del paso


Gemelos 
Éramos idénticos, sí. Hasta mamá nos confundía. Los mismos rasgos, el mismo carácter, la misma voz. Decían que él era más listo, porque sacaba mejores notas en el colegio. ¿Envidia?; no, por Dios. Si acaso admiración.
Aquel día fuimos juntos a la playa. Nos dijeron que era peligroso, que había bandera roja; pero nos lanzamos al agua para hacer la carrera de siempre.
―El que llegue último a la roca paga la merienda…
Mi hermano no llegó nunca. Deshecho en lágrimas tuve que dar la noticia a mis padres:
―¡Juan se ha ahogado…!
Han pasado cuarenta años y debo ser sincero: yo soy Juan. En realidad se ahogó Pablo y me apropié de su nombre, de sus amigos y de sus notas del colegio. No lo hice con mala intención: sólo quería que papá y mamá pensaran que había muerto el tonto. Para ellos fue un alivio en medio de la tragedia.
―No, señor juez, ¿cómo puede pensar eso? ¿Asesino, yo…?
 

jueves, 2 de febrero de 2012

La siberiana

Lo decía esta mañana un tipo en la puerta del bar de la esquina.
--¡Que llega la Siberiana!
Estaba el buen hombre con un pitillo en la mano izquierda y un diario gratuito en la derecha. Me saludó con gesto de resignación y comenzó a dar saltitos para entrar en calor.
La siberiana no es una línea aérea ni una mutación de la gripe, sino una ola que, al decir de los meteorólogos, nos congelará las orejas de un momento a otro.
A Kloster, que combatió en Leningrado durante la última guerra, todo esto le parece una exageración. Y yo, como soy de Bilbao, he decidido quitarme el jersey para recibir a la siberiana.
Hace treinta años, antes de la globalización, las lluvias venían de Galicia y el frío de los Pirineos. Ahora hasta las borrascas son extranjeras.
Esperemos que la siberiana congele a la prima de riesgo y a su cuñada.

Stalin

No sé si hablé de Manolín alguna vez. Quizá aludí a él hace un par de años o tres. Manolín es un inmigrante peruano de treinta y tantos años que trabajó como ayudante en un quiosco de prensa. Luego fue al paro y acabó pidiendo limosna en el barrio de Salamanca.
―Me han dicho que no quieres decir tu verdadero nombre…
―No, padre. Es muy feo. Llámeme Manolín.
―Como quieras…, pero seguro que no es tan feo.
Manolín en voz muy baja confesó la verdad:
―Me llamo Stalin… Mi papá era muy comunista.
Manolín, por supuesto, no estaba bautizado. Con semejante nombre…
Han pasado más de dos años. Esta tarde he vuelto a verlo. Ahora se llama Mariano. Recibió el bautismo hace seis meses y se caso con su novia por la Iglesia.
―Te veo más gordito, Stalin…
―No me llame así, padre.
Me cuenta que su papá acaba de morir en Perú y que también él recibió los Sacramentos.
Nos hemos dado un abrazo, y me ha pedido que rece para que encuentre un trabajo algo mejor.