sábado, 30 de junio de 2012

Y además de verdad



Charlábamos en el portal de mi casa dos vecinas, un vecino, el portero y yo. La conversación no versaba sobre la prima de riesgo ni el Ibex 35. Ni siquiera hablábamos de la Eurocopa. Era la típica tertulia meteorológica, de esas que tienden a alargarse hasta el infinito. La vecina A hizo notar que en verano se pasa más frío que en invierno por culpa del aire acondicionado. El vecino B sugirió que eso será también porque, en enero, todos vamos más abrigados que en agosto. La vecina C explicó que desde 1920 nunca había hecho tanto calor en Madrid. Yo me aguanté las ganas de preguntarle si recordaba bien ese año. En ese momento, el portero intervino para sugerir que, contra el calor, lo mejor es tomarse una cervecita bien fría.
―Y además, de verdad ―concluyó la vecina C―.
Salí a la calle reflexionando sobre esta última frase tan hispana y tan corriente por otra parte: “y además, de verdad”. ¿Significa acaso que todo lo dicho antes era “de mentira”?
Saqué el propósito de ir elaborando un diccionario de expresiones españolas semejantes a ésta, y comentarlas poco a poco en el globo.
―Kloster me dice que no pierda el tiempo escribiendo tonterías.
Y yo le respondo con otra expresión tan etérea como la anterior, que le resultará imposible traducir al alemán:
―Bueno, pues entonces, nada.
 

viernes, 29 de junio de 2012

Don Álvaro, más cerca de su beatificación

La noticia es suficientemente conocida y no me atrevo a hacer un comentario, que sería pobre y apresurado. Demos gracias a Dios, que es lo que importa. Por lo demás el vídeo lo dice todo. Y, para más información, podéis entrar en la página de la Obra: aquí.
 
 

Zeus vs.Deus (*)


Agustín López Kindler, catedrático de Lengua y Literatura latina expone en un libro que acabo de leer, y que recomiendo a mis globeros, la larga controversia entre el pensamiento pagano y el pensamiento cristiano en los primeros siglos de la Iglesia.
Buen conocedor de las fuentes, López Kindler expone magistralmente las principales objeciones que tuvo que superar el cristianismo en su convivencia con los pensadores del Imperio Romano. Se detiene sobre todo en las grandes controversias de los siglos II, III y IV: la obra de Celso, la de Porfirio y, finalmente, la de Juliano el Apóstata; pero es evidente que no se trata sólo de un recorrido histórico para eruditos:
“No faltan las voces ―escribe― que equiparan la antigüedad tardía, en la que vivieron nuestros protagonistas, con la época actual. Valga aludir como ejemplo entre otros muchos (generalización de bienes materiales y culturales a todos los niveles, junto a una evidente pérdida de valores que hasta hace poco tiempo se consideraban indiscutibles), a los problemas que plantea actualmente la convivencia del mundo occidental, cristiano, con el islam.”
El autor hace un esfuerzo de síntesis y comprensión de la visión pagana y de su crítica del cristianismo, evitando la descalificación global e intentando entender la argumentación presentada, al mismo tiempo que estudia detenidamente las respuestas de los grandes escritores cristianos.
El subtitulo de la obra es clave para la comprensión del libro: “la resistencia pagana al cristianismo.”
En resumen, un magnífico libro dirigido a católicos y no católicos con cierto nivel cultural humanístico. Supongo que no está contraindicado en vacaciones. Todo lo contrario. Hay que procurar que un exceso de sol no nos atrofie la capacidad de pensar por libre.
Zeus vs. Deus. "La resistencia de la cultura pagana al cristianismo" Ediciones Rialp. Madrid 2011. 

jueves, 28 de junio de 2012

Calor

Begoñaalias "yomisma", me envía este dibujo. Se conoce que tiene calor.
Me pregunto si habrá que explicar a los de este lado del Atlántico la relación que existe entre las mazorcas de un determinado tipo de maíz y las "palomitas", también llamadas, según los países y regiones, millo, rositas, pochoclos, pururú, pop, canchita, canguil, pororó, cotufas, gallitos, poporopos, crispetas, chivitas, cabritas de maíz, maiz tote, pipocas, rosetas, rosas,roscas, tostones o cocaleca. 

Los colores de las flores

Desde Puerto Rico, Romualdo me sugiere que cuelgue este vídeo en el globo. Dice que, al verlo, ha pensado en mi página. Yo también pienso cada día en Puerto Rico, y me hace mucha ilusión comprobar que tengo un amigo más en aquella isla. 
Y la peli está muy bien.

miércoles, 27 de junio de 2012

Oído por la calle (a 40 grados)



Palabra de honor que lo he oído junto a la tienda de los chinos. ¿O habrá sido una alucinación por culpa del calor?
Hablan dos mujeres jóvenes:
―¿…y cómo le vais a llamar?
―Si es chico, Iniesta. Ya sabes, Paco…
―¿Y si es niña?
―Loli, como la abuela.
Me han dado un buen tema para el próximo artículo de MC.

martes, 26 de junio de 2012

La Parroquia de San Josemaría, en Madrid, cumple 5 años

Me dice Raquel que el vídeo les ha quedado superchulo. Estoy de acuerdo.

 

Carlos, de nuevo en el quirófano

 Como veis, "las lupitas" de Carlos ya se han subido al globo
Hace exactamente un año celebré con los Llamas-Pimentel una Misa de acción de gracias por la recuperación de Carlos, el gran patriarca de la tribu, que había salido adelante después de una operación quirúrgica tremenda. Lo conté de pasada aquí, pero ya antes os había puesto a rezar, cuando la vida de Carlos parecía pender de un hilo. También di noticia aquí de su vuelta a casa.
Pues bien, Carlos está de nuevo en el quirófano. Según mis noticias entró esta mañana a las 8,30, y la operación es seria. A rezar todo el mundo, que San Josemaría nos echará una mano.

San Josemaría Escrivá



El retrato es de Armando Pareja 
Los que pertenecíamos a la Obra el 26 de junio de 1975 recordamos con todo detalle dónde estábamos y qué hacíamos en el instante mismo en que nos enteramos de la noticia del fallecimiento del Padre.
Había comenzado una convivencia de sacerdotes en La Lloma, la casa de retiros de Valencia. Todos los asistentes nos dirigimos al oratorio. Algunos iban deprisa, casi corriendo, quizá para no romper a llorar antes de estar frente al Sagrario. Yo me sentía como un boxeador mareado, a punto de caer en la lona. 
Estuvimos de rodillas y en silencio un buen rato. Al fin, el director se puso en pie y recitó en latín, con la voz rota, las primeras palabras del responso por un difunto:
―Ne recorderis peccata mea, Domine…
Han pasado 37 años. La mayor parte de los que hoy son del Opus Dei no vivieron aquel dolor tremendo y fecundo. Muchos ni siquiera habían nacido. Los que tuvimos el enorme privilegio de sufrir aquella herida, pediremos a San Josemaría en su dies natalis que nos alcance la gracia de sentir el mismo dolor cada año. Y que ese sufrimiento renovado nos convierta al Señor de una vez.

lunes, 25 de junio de 2012

El anuncio del lunes

Otra vez, la cerveza. 
Con el calor que hace en Madrid (nos aproximamos a los 40º) y la selección a punto de ser campeona de nuevo, prometo ver la final con una birra en la mano. Eso sí, no beberé directamente de la botella ni de la lata. No comprendo cómo hay quien renuncia al inefable placer de llenarse de espuma el bigote.
 

El anuncio es bueno y habría sido mejor si apareciesen un par de extraterrestres para compartir una cerveza con los terrícolas en un gesto de solidaridad estelar.

domingo, 24 de junio de 2012

Y ahora, Portugal



Admirose un portugués
al ver con cuánta elegancia
los futbolistas de Francia
sufrieron su gran revés.
Grande desconsuelo es
dijo cruzando las manos.
Ahora vendrán los hispanos
para ponernos a caldo.
¿Podrá Cristiano Ronaldo
detener a esos paisanos?


sábado, 23 de junio de 2012

Cambios en el mobiliario urbano



La tortilla
de patata
que es sencilla
y es barata.
hoy luchó
con la francesa.
Y arrasó.
Chúpate esa

viernes, 22 de junio de 2012

Pili

Se va a cumplir un año de aquella sorprendente llamada telefónica:
--Ha muerto Pili --me dijo Lourdes--.
--¿Pili?
--Sí, Pili Fonseca.
Tarde en reaccionar. No podía comprender que, en efecto, se trataba de aquella Numeraria de la Obra con la que había charlado pocos días antes en el centro que atiendo. Pili era demasiado joven. 
No busquéis a Pili en Internet. Google no sabe nada de ella. Fue "sólo" una mujer discreta, piadosa, apostólica y muy trabajadora que se ocupaba de administrar un club de bachilleres.
Ha pasado un  año, y hemos comprobado que sigue trabajando en el Cielo con mucha más eficacia. 

 

jueves, 21 de junio de 2012

¿Tristeza?

Van a dar las once y cuarto de la noche y aún no he escrito nada. El regreso a Madrid, la vuelta al trabajo y la repentina llegada de los sudores de verano me han secado la imaginación.
Siempre hay noticias, por supuesto. Y también anécdotas, y pensamientos más o menos descabellados que podrían subirse al globo; pero el caso es que termino la jornada con pocas ganas de fiestas por culpa de una llamada telefónica.
--Le llamo para despedirme. No volveré a verle más --me ha dicho una voz que conozco desde hace más de veinte años--.  Usted sabe, como yo, que no puedo cambiar. Así que no diga nada. Rece por mí si quiere. Me da lo mismo.
La conversación ha sido un poco más larga, y no termina bien. A juzgar por el ruido de fondo, me habla desde una cafetería o un restaurante. Quizá ha bebido algo, no mucho. Trato de rematar la conversación con una broma un poco tonta, pero no funciona. Me voy a la cama con mal sabor de boca.
Algunas veces ser cura significa llevar sobre los hombros un cargamento de tristezas, de dolores, de soledades... Y, sin embargo, no renunciaría a esto por nada del mundo. Ya os lo he dicho: es grande ser cura, a pesar de los pesares.


miércoles, 20 de junio de 2012

Urdaibai


Esta mañana, al fin, he vuelto con las aves. Llevaba casi seis meses sin salir al campo y el síndrome de abstinencia me estaba matando.
He ido a “Urdaibai”, la reserva de la biosfera, en el estuario de la Ría de Guernica. No ha sido propiamente una excursión, sino sólo un paseo en un día soleado espléndido, entre limícolas, garcillas, anátidas, abejarucos y alguna que otra rapaz.
En Mundaca (me dicen que lo escriba con k, pero no me acostumbro a la nueva grafía) mientras doy cuenta de un bocata de chorizo, se me acerca un paisano jovencito, bastante más locuaz de lo que se estila por esta tierra.
―Buenos anteojos, llevas ―me dice señalando los prismáticos―.
―No están mal.
―¿A ver pájaros?
―Sí claro.
―Aquí vienen muchos. Tú no eres de aquí, ¿verdad?
―¿Cómo lo sabes?
―Se nota. ¿Y entiendes de esto?
―Un poco.
―¿Y estas aves son de aquí de Euzkadi o viene de fuera?
―De aquí, claro. ¿No ves que cantan en euskera?
Lo siento, se me ha escapado. El paisano me mira como tratando de descubrir si hablo en serio y se va sin decir palabra. Mientras se aleja trato de dejar las cosas claras: 
―Perdona, tío; soy de Bilbao.
Como veis, las anécdotas vienen a mí. Yo no hago nada por provocarlas. 

martes, 19 de junio de 2012

Guille tiene leucemia


Tiene 3 años y ésta es la puerta de su habitación. Me dicen que, por ahora, la quimioterapia no está dando resultado. Van a intensificar el tratamiento, y quizá deban proceder a un trasplante de médula.
No daré más detalles de momento; pero sí os pido que recéis por él y por sus padres.

lunes, 18 de junio de 2012

Mis dudas sobre la Eurocopa



  • ¿Por qué escupen los jugadores de fútbol cada vez que la tele los saca en primer plano?.
  • ¿Cuántos litros de saliva necesita el campo para estar en condiciones?
  • ¿Por qué los jugadores de baloncesto no escupen?
  • ¿Por qué al balón de fútbol lo llaman “el esférico” y al de baloncesto no? ¿Será que es menos esférico?
  • ¿Cómo llamarán al balón de rugby? ¿El oblongo?
  • ¿Dónde está “la cepa” del poste?
  • ¿Cuánto se gastan al mes en peluquería los jugadores de fútbol? ¿Y en tatuajes?
  • ¿La operación capilar de Balotelli es obra de un peluquero o de un cirujano?
  • ¿Quién ha diseñado el logo de la Eurocopa? ¿Ha sido arrestado ya?
 Si tenéis más dudas, compartidlas, please.

El anuncio del lunes

Me dice Merche que ponga más anuncios antiguos como el de la semana pasada. Este, por ejemplo, fue un éxito clamoroso en su tiempo, y ya es un clásico. Además me parece muy apropiado para el mes de junio.
 

domingo, 17 de junio de 2012

Siete de la mañana

 Así amanece en Castilla
¿Acaso es posible imaginar una hora mejor? Son las siete y cuarto de la mañana. Hace fresco cuando enfilo la carretera que me traerá a Bilbao. No hay ni un solo coche. Repito, ni uno. He encontrado el primero a 95 kilómetros de mi punto de partida. El sol brilla esplendoroso mientras oigo, gracias a la electrónica motorizada del vehículo, la homilía de San Josemaría Escrivá en el campus de la Universidad de Navarra en 1967. Han pasado 44 años, pero a mí me ayuda cada día más.
De pronto, una cigüeña perdida hace ademán de seguirme. Me detengo en un refugio de la autovía y ella da vueltas a mi alrededor como si quisiera entablar conversación:
--¿Nos conocemos de algo?
--Cloc, cloc...
--Entiendo.
Vuelvo al coche y pongo viejas canciones compuestas en Roma hace muchos años: "la hora de la ronda", "la pesca submarina"...
En Pancorbo aparece la primera nube. Sigue sin haber coches.
Nunca entenderé a ese 90 por ciento de la población ibérica que se pierde lo mejor del domingo: la madrugada.
Llego a Bilbao a las once de la mañana. Mi madre ya ha empezado a cocinar. Y yo, sin una mala anécdota para colgarla del globo.

sábado, 16 de junio de 2012

Exportaciones

 Sudáfrica
El año pasado fue Andrés Baños. Asistió a esta convivencia y poco después se fue a Corea. Desde allí nos ha escrito ya algunas crónicas.
Este año, Manu Martínez se irá a Sudafríca y Ferrán Canet volverá al Líbano, donde ya vivió antes de ordenarse sacerdote. Los dos se han comprometido a ejercer de corresponsales de este globo. A cambio les he prometido las oraciones de todos.
Cuento con ellos (que leerán esta entrada) y con vosotros.


La carrera


Gran carrera la de Fernando Alonso en Canadá. Faltaban pocos kilómetros para la meta y el piloto asturiano iba en cabeza. Todo parecía indicar que ganaría, pero cometió un error: no cambió los neumáticos a tiempo y las últimas vueltas fueron un tormento. Las ruedas se desgastaban rápidamente y tuvo que reducir la velocidad. Sus rivales le superaron uno a uno. Al fin quedó quinto. Pudo haber sido peor.
Dicen que la vida es una carrera; que los otros son rivales a los que hay que aplastar. No es cierto, pero a veces nos lo creemos, y hasta nos vemos ganadores de un gran premio que sólo existe en nuestra imaginación.  Somos los más listos, los más brillantes, los más eficaces. Pero pasan los años, las ruedas se desgastan y el motor ya no funciona como antes, quizá porque no lo hemos renovado a tiempo. Y vemos como los más jóvenes nos superan por la izquierda y por la derecha.
¿Envidia? Al contrario. Uno da gracias a Dios porque los nuevos motores son mejores, y algo he hecho yo también para ponerlos a punto.
Además sigo siendo yo el que más sabe de pájaros. Aún puedo quedar el quinto.
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viernes, 15 de junio de 2012

Molinoviejo (II)

2 fotos más, y se acabó: el oratorio de la residencia y la habitación que ocupaba San Josemaría.







El tesoro


 
Donde está tu tesoro allí está tu corazón” (San Mateo, 6, 20)
Todos tenemos un tesoro escondido en el alma. No se lo contamos a nadie, pero cada día, cada noche, nos arrodillamos ante él.
Hay quien no concibe otro tesoro que su propia imagen reflejada en el espejo. Otros lo guardan en la cartera, en el estómago o en la pantalla del ordenador. Para algunos, el tesoro es un puñado de recuerdos que no volverán o un proyecto imposible. Y no faltan quienes, de tanto soñar con tesoros, convierten en tesoro sus propios sueños.
Gracias a Dios hay también quien llama “Tesoro” a la persona que ama. Y la ve así. Por ella daría la vida.
En la Solemnidad del Corazón de Jesús, pido a Jesús que sea Él mi tesoro siempre. Y me contesta no me inquiete, que lo importante es que ahora yo soy la niña de sus ojos; soy el tesoro de un Dios que muere por mí.
“Tú... eres más que un tesoro, vales más que el sol: ¡toda la Sangre de Cristo!” (San Josemaría Escrivá. Prólogo de Forja)

jueves, 14 de junio de 2012

Molinoviejo

Aquí tenéis dos imágenes de la casa antigua de Molinoviejo captadas con el IPad: un rincón de la sala de estar y el oratorio.
La talla de la Virgen está en la ermita.



El Padre

Hoy cumple 80 años don Javier Echevarría, obispo y prelado del Opus Dei.
En la Obra lo llamamos "Padre", no como un título formal o canónico, sino como expresión de una realidad espiritual y humana, de un carisma que recibió nuestro Fundador y que permanece vivo en sus sucesores. En cada uno de ellos se "encarna" esa paternidad que Dios concedió a San Josemaría.
Hoy el cumpleaños del Padre llena la tierra. Es la fiesta de una pequeña familia muy unida que se celebra en los cinco continentes. Hoy el Padre se sentirá especialmente arropado por la oración de sus hijos y de sus hijas.
En Molinoviejo, como en todos los centros del Opus Dei, hemos celebrado la Misa votiva "pro episcopo", por nuestro obispo y prelado. A mí me ha tocado presidir una de las cinco concelebraciones, en la preciosa capilla del Santísimo de la residencia.
En esa Misa, que es la Plaza Mayor de la Iglesia y de la Obra, nos encontramos todos bien unidos.

miércoles, 13 de junio de 2012

Un camino de flores para el Señor

Dani me envía un vídeo diferente, pero espléndido. Esta vez no hay pájaros, sino un grupo de profesoras, madres y alumnas de Eskibel (entre ellas su hija Carolina) que preparan la alfombra floral en San Sebastián para la procesión del Corpus Christi. 

 

El zapato izquierdo

Escribo por escribir, por decir algo y cumplir el propósito de dejar cada día en el globo al menos una línea; pero hoy apenas puedo añadir nada. Hemos tenido retiro hasta las cinco de la tarde y he disfrutado de verdad oyendo predicar a curas más jóvenes, más listos, con más salero y con el mismo espíritu que yo recibí antes de que ellos nacieran.
He tomado notas de todo, pero no son apuntes para el blog, sino para mi solo. 
Terminado el retiro, muchos se han ido de excursión a Segovia, que está a menos de veinte kilómetros. Yo me he quedado a ver el fútbol. 
A media tarde he recibido un zapato izquierdo en una bolsa de plástico. No es un mensaje mafioso; es que me lo había dejado en Madrid y me lo envían por extraños caminos. Gracias, José Luis; no sabes lo incómodo que es manejarse con tres zapatos.
Mi tendencia al despiste es proverbial y se ve que aumenta con los años. Mañana me toca hablar a mí. 

martes, 12 de junio de 2012

Primer día


Termina el primer día de la convivencia. Somos 40 sacerdotes llegados de toda España. La mayoría, muy jóvenes, o quizá no tanto, pero a mí me lo parecen.
No consigo que me traten de tú. ¿Tan viejo estoy?
―Don Enrique, ¿nos enseña la casa antigua?
La “casa antigua” está unida a la residencia por una larga galería decorada en los años 40 con unos mapas pintados por los chavales que trabajaron en las primeras convivencias. Llegamos al vestíbulo. Un repostero elaborado en casa recuerda los versos de San Juan de la Cruz: “volé tan alto, tan alto, que le di a la caza alcance”.
Nos detenemos en cada rincón del pobre cuarto de estar: la mesa donde don Jesús escribió “El valor divino de lo humano”, la gran chimenea con el sello de la Obra en lo alto; la imagen de la Virgen de Torreciudad; los armarios repintados para dar color al ambiente… Yo me detendría aún más y contaría docenas de recuerdos que ya no son sólo personales, porque pertenecen a la pequeña historia del Opus Dei.
En el oratorio nos ponemos de rodillas en silencio.
―San Josemaría dijo, bromeando, que tenía que quedar como una pequeña Capilla Sixtina ―les recuerdo―.
Y lo cierto es que está pintado por completo. Al mando de Fernando Delapuente y de algún estudiante de Bellas Artes, lo dejaron precioso. La pobreza de los materiales se compensa con el mimo que pusieron los artistas.
Les cuento algo de la primera meditación que oí a San Josemaría aquí en septiembre de 1960.
―Yo me senté en esta especie de trono. El Padre estaba junto a mí, a menos de un metro. La verdad es que entonces no me pareció que el oratorio fuese incómodo. Ahora en cambio…
Por último llegamos al dormitorio que utilizaba el Padre. No ha cambiado desde los años 40, pero se sigue utilizando de vez en cuando: Molinoviejo sigue vivo; no es un museo.
Por hoy no escribiré nada más. Éstas son solo notas apresuradas de un diario. Dentro de unos minutos entraremos en el comedor para cenar.  Ahora, por fin, sale el sol.

Empieza la convivencia

Al salir de la autopista en Ortigosa del Monte, la chica encargada del peaje, se ha dirigido a mí con una sonrisa:
--¿Tienen una concentración?
--¿Por qué lo pregunta? ¿Han pasado otros curas por aquí?
--Sí, ya van unos cuantos.
--Pues vendrán más, ya lo verá. Tenemos una convivencia de sacerdotes en Molinoviejo. Rece para que aprovechemos el tiempo.
No pudimos seguir charlando porque otro automóvil se me pegó a la cola. Miré por el retrovisor: eran dos colegas que venían de Barcelona. 

lunes, 11 de junio de 2012

El anuncio del lunes

Esta vez, un medicamento, ¿por qué no? El anuncio es un clasicazo, pero tiene gracia y es eficaz. Además, las gripes de comienzo de verano son mu malas. Os lo digo yo, que lo he pasado regular entre toses y sudores durante una semana.



Los anuncios de automóviles suelen tener un atractivo especial. Y si pongo de vez en cuando uno de Citroën, quién sabe, a lo mejor me hacen un descuento en la próxima revisión. 

domingo, 10 de junio de 2012

Y mañana, a Molinoviejo.



Pocas veces he tenido tantas ganas de escaparme de Madrid. Será por el calor, que ya aprieta, o porque uno necesita descansar de vez en cuando.
En la Obra los sacerdotes tenemos una breve convivencia anual. Son seis días escasos de descanso, de estudio y de formación. Es buena cosa volver a aprender lo que uno cree que sabe. Y renovar, y renovarse, y charlar de cuestiones específicamente pastorales.
Desde hace algún tiempo, yo suelo asistir a una de las convivencias previstas para curas jóvenes. No es que me otorguen una misión especial, pero se conoce que les ayuda tener a mano a un dinosaurio como este globero.
Mis propósitos son los de siempre: rezar, descansar, escuchar, aprender y dormir, por este orden. 
El domingo próximo pondré rumbo a Bilbao. Estoy casi seguro de que mi madre me invitará a comer. 
―Y se puede saber por qué cuentas aquí estas cosas.
―Por supuesto, querido Kloster. Porque hay unos cuantos pasajeros en este globo que me buscan con los pretextos más variados. Es una manera delicada de pedirles que me olviden por unos días. 


Ave Verum en Cuatro Vientos

Esta tarde el Señor paseará en procesión por infinidad de ciudades y pueblos del mundo entero.
Quizá la mejor forma de preparar esa adoración a Jesús Sacramentado sea revivir aquel momento inefable de Cuatro Vientos hace menos de un año. La lluvia había caído con fuerza sobre los jóvenes que asistían con el Santo Padre al acto central de la JMJ y el Papa tuvo que interrumpir su discurso. Pero nadie se movió.
De pronto cesó la lluvia y se calmó el viento. Un silencio impresionante lo llenó todo. La custodia, con la Hostia Santa, apareció iluminada en la tribuna principal. Las imágenes de televisión llevaron al mundo el insólito espectáculo: un millón de chicos y chicas hablaban con Dios sin ruido de palabras, en compañía del padre común-

sábado, 9 de junio de 2012

Mi tío Fernando y el Cielo


Desde hace un mes soy sobrino adoptivo de don Fernando, un sacerdote madrileño que, después de residir 50 años en Japón ―donde, por cierto, fue mi traductor al japonés―, vive en Pamplona una larga juventud, llena de entusiasmo y de sentido del humor.
Ahora se propone escribir sobre el Cielo y me pide que le ayude. No quiere hacer un tratado teológico, sino una auténtica descripción anovelada de lo que será aquello.
San Pablo dijo que “ni ojo alguno vio, ni oído oyó, ni pasaron a hombre por pensamiento las cosas que tiene Dios preparadas para aquellos que le aman"; pero a don Fernando le parece que el Apóstol se sale por la tangente. En vista de lo cual ha adoptado un punto de vista distinto, insólito pero genial: ha comenzado a recordar los momentos más felices de su vida, aquellos en los que Dios puso a su alcance un pedacito de Cielo.
Tienes razón, Fernando. Dios nos ha ido dejando señales, huellas minúsculas pero  inequívocas de lo que será la felicidad en la Gloria.
Por ejemplo ésta:
Fue a mediados de abril. Abrí la persiana de mi cuarto, que se asomaba desde lo alto a la cuenca de Pamplona, y vi el sol a punto de aparecer sobre unas colinas. En la cuenca dominaban tenues nubes bajas, con grandes huecos donde brillaban los verdes de los prados y el amarillo de la colza. Salí al jardín a pasear y pronto empecé a oír las crías de jilgueros que empezaban a aprender a piar.
O esta otra:
Durante aquellas hambres de 1937 en Madrid, mi madre (después de abrirle dos agujeritos con un clavo) puso entre mis manos un bote de leche condensada. Aquel chupetón me supo a cielo.
No te preocupes; no copiaré nada más de ese folleto que me envías; pero me parece que has elegido el mejor camino. Gran ejercicio éste de recordar los instantes de auténtica felicidad que todos hemos vivido. No se trata de añorarlos, sino de proyectarlos hacia lo Alto. Hay quien se pasa la vida, gruñendo, lamentándose de las mil penalidades, reales o imaginarias, que se nos presentan. Cambiemos el chip y hagamos un elenco de los momentos más felices. Si los descubrimos y valoramos esos chispazos de felicidad, empezaremos a entender un poco mejor la alegría de Dios en del Cielo.

La máquina de escribir


Leroy Anderson (1908-1975), fue un compositor americano, director de la banda oficial de la Universidad de Harvard.
Anderson grabó su primer disco con trabajos propios en 1950. Dos años después recibiría un Disco de Oro por haber vendido un millón de ejemplares de su álbum Blue Tango. "La máquina de escribir" (1950) es una composición inclasificable, una especie de concierto para orquesta y máquina de escribir, del que se han hecho infinidad de versiones. La que hoy me envía Marta es de las mejores.
Supongo que habrá que explicar a los más jóvenes lo que fueron las “máquinas de escribir” y el porqué de los sonidos que emitían.

viernes, 8 de junio de 2012

En la muerte de un entrenador



Cuando muere alguien importante o conocido, se multiplican en los medios las declaraciones de pésame, los elogios más o menos sinceros y las manifestaciones de solidaridad con su familia y amigos. Todo eso está muy bien, pero ¿por qué nos cuesta tanto aludir a la dimensión trascendente del hombre, a la vida eterna, al Cielo? ¿Qué extraño complejo nos impide decir que hemos rezado por su descanso eterno, que lo encomendamos al Señor?
Ayer falleció repentinamente Manuel Preciado, un simpático entrenador de fútbol, y yo me acordé de él en la Santa Misa. Igual que recé, en su día, por los niños muertos en Qatar, por Lola Flores, Lucio Dalla o Antonio Tapies.
Me dice Ramón que no todos los fallecidos tienen fe. En efecto, pero yo sí la tengo y no ofendo a nadie si digo la verdad.
Va siendo hora de que los cristianos salgamos de ese armario absurdo donde nos metimos sin que nadie nos lo pidiera.

jueves, 7 de junio de 2012

Corpus Christi

En efecto, Eduardo, hoy la Iglesia universal celebra la fiesta del Corpus Christi. Tenía que ser un jueves, ya que se trataba de repetir el Jueves Santo, recordando sólo la parte gozosa de aquel día, que estuvo teñido de dolor por ser también el día de la traición de Judas y de la agonía de Jesús en el Huerto.
Desde hace algunos años, la solemnidad del Corpus se traslada al domingo en muchos países. En Toledo, no. La ciudad entera se convierte en Sagrario, y el Señor camina por sus calles, expuesto en la Custodia procesional.
Aquí tenéis un magnífico vídeo. Vale la pena disfrutarlo a toda pantalla. Gracias, María por enviármelo desde..., ¿desde dónde?

Enredado



No sé quien me metió en facebook ni quién me adscribió a diecisiete grupos de nombres la mar de sonoros, pero de los que nunca antes había oído hablar.
No sé de dónde han salido las fotos que adornan "mi perfil". Yo sólo puse una y no consigo eliminar las demás.
No sé por qué me llegan tantos y tan variados mensajes, comunicaciones, citas y amables interpelaciones.
El caso es que las redes sociales me exigirían una dedicación de varias horas semanales para no aparecer como un grosero. 
En vista de lo cual, ya que estamos en tiempo de recortes, he sacado algunos propósitos:
1. Me borro de todos los grupos de facebook, menos de uno de carácter histórico-familiar que creó mi sobrino Manolo.
2. A las docenas de internautas que se asoman a mi correo diariamente para pedirme que los admita como “amigos”, los ignoraré por completo―les pido perdón desde aquí―, salvo que los conozca previamente y sean, de hecho, amigos míos fuera de Internet. Tampoco negaré mi cibernética amistad a las antiguas alumnas de Aldeafuente, a los de Gaztelueta y a los señores obispos: tengo varios en mi lista y la verdad es que adornan mucho.
3. Acabo de recibir un e-mail desde Australia en el que me comunican que he sido “favorecido con mil millones de libras esterlinas”. ¡Fantástico! ¿Veis? A estos sí que los admitiría como amigos.

miércoles, 6 de junio de 2012

El IPad cervecero

Nuevas y sorprendentes aplicaciones del IPad. 


martes, 5 de junio de 2012

La red



  
Te conocí hace veinte años. Casi nadie hablaba de ti, pero me enamoraste de golpe. Eras limpia, sencilla e infinita; el mayor milagro del siglo.
―Es “la red” ―me dijo Luis―. Una gozada, ya verás.
Tu nombre ―“Internet”― me pareció horrible, pero lo importante era lo que decían de ti; que eras un universo sin límites; que, si me abandonaba en tus brazos, podría trasladarme en un click hasta donde nunca antes me había atrevido a soñar; que entraría en bibliotecas, museos, salas de conciertos, diccionarios de todos los idiomas, y, en pocos años, tendría la posibilidad de comunicarme con los míos desde cualquier parte del mundo.
Apenas di el primer paso, comprendí que, más que una red, eras una tela de araña. Me atrapaste desde el minuto cero. Mi vida había cambiado y no encontraba la marcha atrás. A uno no le gusta ser esclavo de nada ni de nadie, y jamás pensé que caería por los cantos de sirena de una máquina infernal; ¡pero estábamos todos en la misma cesta!: millones de amigos y amigas. Mi familia entera. Y las fotos de las bodas, funerales y bautizos. Escaparse parecía una traición. Me gustó sentirme tu prisionero. Era el síndrome de Estocolmo.
―La red es la calle ―me dijo un tal Kloster al que conocí por entonces―. Si no estás en Internet no existes.
Y como no tengo vocación de anacoreta, decidí que debía quedarme. Y me vinieron a la memoria aquellas palabras que Jesús dirigió a Pedro:
―”Mar adentro y echa la red (o sea, la web) para pescar”.
Pescar en río revuelto no es tan fácil como sugiere el refrán. Además, a medida que te conocía, menos me gustabas. En ti encontré museos, bibliotecas más grandes que la de Alejandría y barrios limpios de contaminación; pero también vi basureros apestosos, escupideras inmundas, burdeles degradantes, escuelas de de violencia y de odio y todas las aberraciones que la humanidad ha sido capaz de imaginar.
En efecto, Internet, eres la calle, pero una calle sin leyes ni control, sin señales de tráfico, sin policías, con gánsters en cada esquina y sin servicio de limpieza.
Alguna vez, navegando en tus aguas, he recordado aquel diagnóstico que hizo San Pablo de la sociedad de su tiempo en la Epístola a los Romanos. Al describir la situación de los paganos llega a llamarlos “inventores de maldades”. Y es que, en efecto, la creatividad para el mal parece infinita. También en esta dichosa red que nos ha cambiado la vida.
―Pero hay pelis superbuenas ―me sugiere Rocío, que tiene dieciséis años y ha leído lo anterior―.
Sí, maja, sí: hay películas ya olvidadas y otras recién salidas del horno, que caen en la web incluso contra la voluntad de sus dueños. En la red hay millones de canciones, y toda la gran música, que antes se vendía en discos de vinilo. Si Mozart levantara la cabeza… En la red podemos colgar nuestras propias ideas, insultar anónimamente al prójimo, mentir en cien idiomas, cometer delitos, jugar al ajedrez con un monje budista, matar a un marciano o estafar mil euros a una viuda colombiana.
―Y aun así, usted sigue pescando en esta red.
―Pero hay que tomar precauciones. Oigo por la radio que no se puede ir en moto sin casco y en bermudas. Hay que estar preparados para caer y para ponerse en pie de nuevo de un salto sin un rasguño. San Pablo a los de Éfeso, mucho antes de Internet, les pide que se vistan con las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo. “Y, después de haber vencido, ―escribe―, manteneros firmes. ¡En pie! Ceñida vuestra cintura con la Verdad y revestidos de la Justicia como coraza, calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la paz, embrazando siempre el escudo de la Fe. Tomad, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios”.
Yo, por si acaso, aunque no llevo casco, me encomiendo al Espíritu Santo antes de abrir mi página. Y trato de no estar solo frente a la pantalla, y pongo un filtro para sentirme más libre. Y algunas veces rezo la bendición del viaje, que siempre es útil para todas las singladuras.


 


lunes, 4 de junio de 2012

Me despido de la prensa diaria


Un propósito personal que no trato de imponer a nadie: leeré el periódico sólo  un día a la semana; por ejemplo, los miércoles. Si ocurre algo importante el jueves o el sábado (un terremoto, pongamos por caso), seguro que me lo cuenta alguien o lo noto bajo mis pies. Los periódicos, desde hace algunos años, sólo me producen hiperclorhidria y un grado de ansiedad cercana al pánico, que además es irracional, ya que no entiendo nada de lo que dicen y no tengo la menor posibilidad de influir en el Ibex ni en la prima de riesgo.
Hoy, después de leer el abc, sólo me he enterado de que la selección española de fútbol ha ganado 1-0 y que el portero chino tiene unas orejas más grandes de lo habitual.  
PD. Me cuenta ahora un ilustre periodista que en el Reino Unido han empezado a plantearse la posibilidad de editar los periódicos de papel sólo tres días a la semana. Como comienzo no está mal.


El anuncio del lunes (II)

Quién lo diría: este anuncio está hecho en Polonia. Se ve que piensan mucho en la selección española.


El anuncio del lunes

Estoy harto de los anuncios de Mixta. No les veo la gracia por ninguna parte, pero tienen miles de partidarios. Éste es el primero que pongo. Supongo que será también el último.

 
Casi me gusta más este, a pesar de que no esté el horno para bollos.
 

domingo, 3 de junio de 2012

El búho responde



―¿Y se puede saber, amable rapaz nocturna, por qué las noticias siempre son de “rabiosa” actualidad y nunca de “apacible” actualidad?
―Elemental, querido Kloster. De esta forma el ibero corriente comienza su jornada con ese rostro huraño y amenazador que nos ha hecho famosos en el mundo entero. 

sábado, 2 de junio de 2012

El Búho responde



Dime, asombrado pajarraco de ojos saltones, ¿por qué los periódicos tienen una sección de economía si, en realidad, no hablan de otra cosa en todas sus páginas?
―No es cierto que hablen sólo de economía, amigo. No olvides que también hay esquelas, fútbol y sudokus.

viernes, 1 de junio de 2012

El móvil requisado


  
A Rocío le han requisado el móvil a las diez y media de la mañana.
─Estaba en clase sin hacer nada…,
─o sea, como siempre.
─Y como la profe es un rollo, saqué el teléfono del bolso para mandar un mensaje a Elena, que es mi mejor amiga. Era superurgente, te lo juro y no molestaba a nadie, pero aquí no te dejan ni moverte.
─Son las normas, ¿verdad?
─Sí, y lo entiendo, pero ¿por qué tienen que quitarte el móvil hasta final de trimestre? Allí guardo todos mis contactos, los números de mis amigos…
─…el whatsapp para enviar mensajes, videos y fotos.
─¿Ves? A que tú también chateas…
─Casi nada, pero no es ese el problema. Ya sabías que si lo usas en clase, te lo requisan.
─¡Pero es injusto! Ahora si le pasa algo a mamá no podrá llamarme…
El inesperado ataque de amor filial derrumba a Rocío en la silla que hay frente a mí. Me mira con ojillos de osito panda recién nacido, agarra con fuerza uno de los pocos kleenex que quedan sobre la mesa y empieza a hacer pucheros como una niña chica.
─¡Es que me encuentro como desnuda!
Logro detener el chiste al borde mismo de mis labios: estamos en junio, hace calor y Rocío quizá necesitaría algo más de abrigo.
─Seguro que tú sabes dónde guardan los teléfonos ─añade con mirada de delincuente─. 
─Sí que lo sé. Están bien protegidos. Les quitan la batería y los meten en una caja fuerte.
─Noooooo…
─Síííííííí… Y como sé donde está la caja, conozco la combinación y sé quién tiene la llave…
─¿Me lo vas a dar? Te prometo que me portaré superbién, pero es que lo necesito ahora mismo. Estoy histérica.
─¿Histeria?, no. Creo que lo llaman “nomofobia” y es una de esas enfermedades recién descritas por los médicos y se caracteriza por el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. El término es una abreviatura de la expresión inglesa "no-mobile-phone phobia".
─O sea, que no me lo vas a devolver…
─Me temo que no. Además seguro que tienes en casa un par de teléfonos más.
─Sí pero éste es superchulo.
Rocío se levanta, me requisa el último kleenex y asegura que no piensa volver a verme nunca más.
─Hasta el lunes, maja…