El cole vacío
Llego al colegio como todas las mañanas. Apenas queda nadie: cuatro alumnas que repasan materia en un aula, dos o tres profesores y el Señor, que estará en el Sagrario al menos hasta el viernes.
En la capilla se está bien, a pesar de que por la rejilla del aire acondicionado sale un vendaval demasiado fuerte y demasiado frío. Me quedo un buen rato cerca del Sagrario. Al cabo, alguien abre la puerta tímidamente y aparece una cara nueva, una chica que no conozco.
―Es la capilla, ¿verdad?
―Ya ves ―le contesto―.
―Está chula.
―¿Eres nueva?
―He venido a lo de la matrícula, pero como tengo que esperar, pues he venido a ver cómo está esto. ¿Tú eres profe?
Salimos del oratorio y la acompaño a dar un paseo por las dependencias del centro.
―¿Y podré hablar contigo cuando quiera? Es que en mi otro colegio no nos enseñaban religión. Nosotros no vamos a Misa, pero yo soy supercreyente, te lo juro.
Le digo que no me jure nada; que la creo.
―Ahora tengo ver a Alicia para lo de la matrícula. Pero puedo volver a la capilla, ¿verdad?
―Sí; el Señor te estará esperando.
12 comentarios:
Buen futuro
Mmmmmm cuanto misterios en tan poca conversación, ¿quien sabe? estoy segura que ira muchas veces esa niña a la capilla.
Empezamos bien. POr cierto otro achaque de la vejez, uno de los peores: la artritis....Cachilamar.
Entrada secilla y bonita.
Que alegría... cómo se llama ella? podemos saberlo?
¡Qué suerte tiene esa niña! Seguro que ha empezado usted a encomendarla ya.
wena chica...ha sido simpatica.
ahora que estan los colegios vacios es el momento de hacer arreglos y obras y novedades.
Jejejeje, se van unos, que parece que no volverán. Pero llegan otros que vienen a ser los nuevos impulsores.
Veo que cierra el curso con buen sabor de boca. Que guay... Efectivamente esa chica ha tenido suerte, ya tiene otro amigo.
Asi me gusta:super-creyente, no algo. Y eso de te está esperando me pasó también a mi una vez al entrar en una iglesia a hacer una Visita al Anfitrión del lugar quien salia me dijo lo mismo y me sorprendió. Adiosle
Pero que ojo tiene. Yo no me hubiera dao cuenta. Me recuerda a la: Inocencia de los niños. -me parece que se llamaba asi el libro- El sacerdote lo envia con el mejor salvoconducto: El Viatico para un enfermo porque a el no le dejan entrar. El enfermo ya está preparado, lo espera.
Yo no puedo ofrecer tanto pero bueno de lo tengo, doy. Espero que las disfruteis AC. Gracias por tu visita. Adiosle
Antuán, Antuán..... AC
Publicar un comentario