El otro día en un semáforo encontré uno de estos hombres que te limpian el parabrisas; la verdad es que lo tenía hecho una pena y pensé: "le doy unas monedas y de paso le damos un toque al parabrisas". Iba a matar dos pájaros de un tiro, en sentido figurado y con perdón de D. Enrique por aquéllo de los pájaros. Pero hete aquí que me debió ver mala cara y ni se paró a ofrecerme sus servicios. ¡Eh!, por lo menos coje las monedas..., ya no daba tiempo a una limpieza... ¿Qué habrá detrás de esa persona, qué historia esconde? a lo mejor es abogado, a lo mejor tiene hijos, a lo mejor... Sí ya sé, a lo mejor tiene mucha cara (dirá alguno). Pues voy a darle a él y a los que me encuentre próximamente un voto de confianza y, si llevo, también una moneda. AS
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
jueves, 30 de junio de 2011
Gente pequeña
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7 comentarios:
Moneda que está en la mano, / tal vez se deba guardar. / La monedita del alma / se pierde si no se da. Rima escrita por el hermano de Manuel Machado.
No te recomiendo que les des dinero. Sí que les trates con mucho cariño y simpatía, y les informes de que vayan a Caritas, yo trabajo allí. si no Caritas, cualquier sitio donde les ayuden a salir adelante. Dándoles unas monedas sólo reproducimos su situación.
Saludos!
No creo que nadie esté por gusto en los semáforos pidiendo, o en la calle en las aceras. Debemos de ser un poco solidarios, como diríamos ahora, antes hubiésemos dicho "caritativos". Cosas de que las virtudes pasan a un segundo plano...
Mi hijo pequeño (el del ajedrez), si yo no me paro a sacar una moneda, es él el que me pone la mano para pedírmela y dársela él. (En cierta manera esa actitud desde pequeñito me enorgullece como madre).
Creo que de alguna manera todos sabemos lo es "mendigar". AC
Yo compraba al "pobre de mi semáforo" 1 paquete de paquetes de kleenex una vez al mes... hasta que me presentó a su "sustituto" porque él se iba de vacaciones a Alicante! No, en serio, dejé de comprarle kleenex porque me mudé. Pero lo del sustituto y las vacaciones es verdad:"pórtate con él este verano igual de bien que lo has hecho conmigo todos estos años", fueron sus últimas palabras antes de coger el petate para la playa...
Pues ya se puede llenar los bolsillos de monedas porque Madrid es un semillero de limpiaparabisas.
Yo me quedo con el segundo comentario de hoy, me parece muy certero y real.
AC, tiene toda la razón, todos sabemos lo que es mendigar en muchos momentos de nuestra vida.
Mendigar amor, compañia, una palabra amable, como decía Madre Teresa de Calcuta es más importante que un cuenco de arroz.
GRACIAS POR SU REFLEXION
Este es un dilema que tengo desde hace tiempo. Pregunto, y unos me dicen que sí, que dé, y otros que no a ellos, pero sí a organizaciones como Caritas, que sabemos que trabajan bien y no despilfarran. Pero yo no me quedo tranquila cuando paso al lado y no doy nada. Bueno, me quedo un poco más tranquila cuando le he dicho al que pretende limpiarme el parabrisas que no, que no quiero limpiarlo y él sigue y sigue como si no me hubiera visto los "noes" que le hago con las manos, la boca, la cabeza y todo lo que se me ocurre. A esos no les doy, y me quedo tan tranquila. Un saludo.
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