sábado, 2 de agosto de 2014

La huella

Termino el día con la impresión de que apenas he hecho nada, pero creo que no es verdad.
Por la mañana he llevado la comunión a un enfermo y hemos charlado de lo único importante: la vida eterna.
Luego he comido en Retamar con 80 universitarios de la Obra que aprovechan el verano para crecer hacia adentro. Estudian, trabajan, descansan y conviven. Había uno o dos polacos, dos finlandeses, un rumano..., así hasta nueve países. Me parece un milagro, y seguramente lo es.
En la tertulia les he hablado de San Josemaría Escrivá y de Don Álvaro. Los chavales me escuchaban sin parpadear.
De regreso a casa, he hecho la oración un poco avergonzado: sé que me ven como si yo mismo fuese una reliquia, la huella de dos grandes santos. Y me pregunto si seré capaz de conservar nítida y clara esa huella para transmitirla a los más jóvenes, o seguiré, como hasta ahora, haciendo el ridículo.
Luego, confieso a tres clientes inesperados, y, por la noche, ceno con David, mi sobrino. Quedamos en continuar la conversación el próximo miércoles antes de embarcar hacia Tenerife.
Hoy no hace calor. El verano se ha compadecido de nosotros.

8 comentarios:

Papathoma dijo...

Bendito ridículo. ¡Siga haciéndolo por muchos años!

caminando dijo...

Los que vivieron con santos tienen esa suerte!!! Y también mucha responsabilidad, no? Si le sirve, cuando escucho a alguien hablar de sus vivencias con santos, no me quedo en esa persona, que es como el conducto. Yo también me quedo sin parpadear por la maravilla de la vida, normal y tan santa... gracias por contar...

Anónimo dijo...

D.Enrique la agenda de cualquier sacerdote,cuando va a llevar la comunion a alguien, es mas importante que la agenda del presidente de Estados Unidos, es lo maximo que un hombre puede hacer.

llevo todo el dia pidiendole a Dios lo siguiente ...Senor que mis hijos pierdan el tiempo y hagan el ridiculo como D Enrique ....Te lo pido por favor Dios mio...Que dentro de 70 anos se pasen el dia haciendo el ridiculo y malgastando el tiempo como D.Enrique....Si me lo concede las cosas habran ido de cine.

Alobel dijo...

Si eso es no hacer nada¡que venga Dios y lo vea!¡Siga dejando tan buena huella!Mil gracias

Antuán dijo...

Un dia muy completo. Es una suerte poder contar algo más que recuerdos, son la vida misma para imitar de dos santos. Y una inmensa suerte llevar el Santísimo a un enfermo. ¡Que Dios le bendiga! Adiosle

Merche dijo...

Pregúntele al enfermo al que llevó la comunión.
Y me copio la oración del Anónimo, para pedirlo yo también para mis hijos y para mí misma.

pacita dijo...

Increible poder lkevar la comunion.recuerdo cdo de pequeña se la traian a mi padre.y confesar debe ser lo mas!!!!!

Vila dijo...

Gracias por esa huella que transmite lo mejor que sabe.