lunes, 11 de agosto de 2014

Los días de Arona

De pronto, anochece en Los Cristianos

En Arona los días vienen de dos en dos o de tres en tres, sin nada relevante que los distinga. Dicen que ha subido un grado la temperatura y esta noche hemos visto la luna más luminosa que otras veces. Eso es todo.
He vuelto a Los Cristianos, donde me esperaba mi amigo "para seguir platicando donde lo dejamos el año pasado". Los dos recordábamos con toda precisión en qué punto había quedado interrumpida nuestra charla. Por eso apenas hemos hablado de lo ocurrido en estos últimos 12 meses.
—Desde que te fuiste no he tenido una plática interesante con nadie —me dice—.
Mi amigo es mexicano, pero vive en esta isla desde hace algún tiempo. Dice que se siente prisionero del Océano que le rodea y que le gustaría volver a su patria, pero no le es posible.
—Antes de morir debo ir allá, aunque algunos no me quieran.
Mi amigo tiene problemas que no debo contar. Quizá pueda resolverlos poco a poco desde esta isla, en soledad, hablando con Dios.
—Yo madrugo con el sol todos los días, ¿sabes? Voy al Puerto y miro hacia Poniente. Por cierto, padre (de vez en cuando me llama así): ¿vio usted anoche las estrellas fugaces de San Lorenzo? Los supersticiosos dicen que hay que pensar un deseo. Yo no creo en estas cosas, pero por si acaso pido a Dios una segunda oportunidad.
Le recuerdo lo que dice el capítulo 21 del Apocalipsis: ecce nova facio omnia! "Yo hago nuevas todas las cosas"; la Gracia es capaz de renovarlo todo. Siempre es posible volver a empezar.
Regreso a casa a media tarde después de rezar el rosario con mi amigo. Por cierto, que he vuelto a equivocarme; hoy tocaban los misterios gozosos, pero hemos rezado los gloriosos como si todavía fuese domingo.  Y es que los días, en Arona, van de la mano y apenas se distinguen unos de otros.
 

3 comentarios:

yomisma dijo...

Y de la mano de la Virgen son todos tan diferentes. Cada día una sorpresa nueva, un detalle, una conversación. Pero esos no se cuentas en lunes y martes si no siempre en hoy y ahora. Que luz tan bonita tienen en Tenerife.

pedazo de anónimo dijo...

Un pueblo con ésa luz sólo se podía llamar "los cristianos".
Foto preciosa.

Antuán dijo...

Los critianos. Queda bien. Y no me extraña que se equivocara, es como para pensar que es domingo, a la Virgen le es igual. Lo agradece. Adiosle