—Dime, agudísimo y perspicaz oteador de la fauna ibérica, ¿quiénes son esos tipos que llenan las tardes de la tele, gritan desaforadamente, se interrumpen los unos a los otros, unas veces se insultan con saña y otras parecen amarse con pasión mientras despellejan al prójimo?
—Son los famosos, querido Kloster.—¿Y por qué salen en la tele?
—Por eso, precisamente; porque son famosos.
—¿Y por qué son famosos?
—Elemental, colega; porque salen en la tele.
—Entiendo.
1 comentario:
Es un claro ejemplo de circulo vicioso, en el más estricto sentido de la palabra "vicioso". Y ya se sabe que "contra el vicio de los famosos", la virtud de un buen libro (que es algo que esos famosos de "nuevo cuño" no parecen saber qué es).
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