jueves, 19 de noviembre de 2015

Minutos de silencio


Leo en el Evangelio de hoy que Jesús, a la vista de Jerusalén, lloró por ella, diciendo:
"—¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes, te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita."
Dios llora por nuestros delitos y por las víctimas de nuestros crímenes. Si entendiésemos ese llanto de Jesús, llenaríamos de lágrimas y de oraciones los fríos minutos de silencio que congelan el aire y siembran de odio las ciudades de Europa.


9 comentarios:

Merche dijo...

Siempre he pensado eso mismo. Un minuto de silencio está vacío. En cambio con un Padrenuestro...

Tumismo dijo...

¡Pero en el minuto de silencio no se reza,cada cual y para si mismo!

Enrique Monasterio dijo...

Ya se ve, tumismo, que de nuevo estás en contra de algo, pero esta vez no sé de qué

Tumismo dijo...

Perdón,el teclado me ha fallado,repito.
¿Pero en el minuto de silencio no se reza? Cada cual y cada uno para si mismo.

Enrique Monasterio dijo...

Seguro que muchos rezan, sí. Pero ¿por qué nadie lo dice? Por cierto, nadie reza "para sí mismo", ni siquiera tú, "tumismo". Rezamos por los muertos y por los vivos, y manifestar nuestra fe en un Padre que nos escucha no es una falta de respeto hacia los que no creen. Ahora más que nunca tenemos obligación de proclamar en voz alta que el hombre es interlocutor del mismo Dios.

yomisma dijo...

El silencio es el altavoz de Dios. Si nos quedamos callados pero no hacemos silencio en nuestras almas, nunca oiremos la voz de Dios que habla en susurros. Los que rezamos en ese minuto de silencio nos dirigimos a Dios para pedirle o para consolarle. Los que no rezan en ese minuto igual se encuentran a Dios en el silencio.
Esperemos que sea así.

Anónimo dijo...

"—¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes, te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita."http://www.corazones.org/articulos/editoriales/guerra_irak_responsabilidad.htm

Anónimo dijo...

Encuentro un comentario similar del 2003 con palabras, siempre actuales, de S Juan Pablo II

Blancanieves dijo...

Viendo las noticias con mi niño de nueve años, le comentaba...
- Lo de las velas y las flores está bien, pero lo más poderoso es la fuerza de la oración, porque puedes incluso pedir que los terroristas se conviertan...
- ¿¡¿En jirafas?!?
¡Ay, si su fe fuera como un grano de mostaza! ¡Vaya un mundo pintoresco que nos dejaría!