Soy consciente de que los pocos
lectores que aún conservo echan de menos las breves reflexiones o anécdotas que
solía colgar del globo cada mañana.
¿Volverá algún día?, me preguntaba
anteayer una amiga desde Colombia.
Lo de "volver" me ha llegado
al alma porque nunca me he ido del todo, y no descarto que un día regrese con
ímpetu, pero en las circunstancias actuales me cuesta demasiado tomar las
riendas de esta página. Vivimos tiempos raros en los que resulta difícil ser
positivo y optimista a la hora de opinar. El buen humor se diría que está en
peligro de extinción. Lo que mola es el debate crispado, el navajazo
dialéctico y la ironía criminal; y uno, que es de natural belicoso, siente la
tentación de lanzarse al ruedo y dar caña al discrepante, como todo hijo de
vecino; pero no estaría bien. Este globo va a cumplir diez años y desde su
nacimiento ha apostado por el humor limpio, la palabra serena y un optimismo esperanzado.
Por otra parte, hay demasiados frentes
de batalla abiertos. Es verdad que me siento muy capaz de seguir "pensando
por libre" para opinar sobre el teatrillo de los partidos, los
nacionalismos separatistas, la corrupción que no cesa, las excursiones
panameñas, suizas y andorranas, el extraño orgullo gay, la ideología de género
y la descomposición moral, que ya es obligatoria en las escuelas, la Cristofobia,
los refugiados y los nuevos muros que se levantan en Europa, el terror
islamista, la cursilería innata de la nueva izquierda, el pensamiento-tweet, el
totalitarismo creciente, el matrimonio banal, el machismo decadente y el
"hembrismo" arrogante, el genocidio abortista que crece y crece, la
sequía demográfica, la justicia, la misericordia y el perdón… Pero todo eso es demasiado para
un cura viejo como yo. El búho de mi globo abre los ojos cada día más perplejo
y de vez en cuando los cierra con la esperanza de que, al despertar, haya
cambiado el panorama.
Me decía Kloster hace unos días:
—Piensa una cosa, colega. En este
Planeta los grandes cambios sociales y políticos, ésos que han dejado una
huella indeleble en la historia, se han producido siempre gracias a las
invasiones, o, por decirlo más correctamente, a los grandes movimientos
migratorios. Y nunca, nunca, ha habido una invasión tan numerosa e imparable
como las que ahora mismo se están produciendo.
Por una vez, no tuve más remedio que
darle la razón. Y más cuando añadió:
—A Europa le quedan pocos telediarios.
Aquí nos enrocamos en nuestros egoísmos aldeanos. Hemos creado un imperio sin
cimientos. Sólo queda la fachada, que caerá estrepitosamente como las murallas
de Jericó.
—Dios te oiga —respondí—. La invasión
de los bárbaros salvó a Roma de sí misma. El Imperio apestaba, casi tanto como
ahora.
19 comentarios:
Don Enrique
Muchas gracias!
Claro que le echamos de menos!!La verdad no suelo comentar pero le leo y le recomiendo el globo a mucha gente.
Lo primero que hicieron los bárbaros fue adoptar el latín como idioma de leyes y decretos, y la religión cristiana que ya era la oficial del Imperio. Lo mismo pasará ahora, los inmigrantes adoptaran la cultura Europea actual, más avanzada.
Ateniense.
Los de Bilbao no nos hemos rendido nunca
Si el mundo fuera un programa informático y yo fuera el creador, esto estaría para darle un golpe a la pantalla y al botón de reset.
Como una Gran Tribulación...
¡Qué tiempos!
Hola, con esta entrada no me queda otra que poner un comentario para saludar.
Todos los días me sigo asomando al globo, aunque no comente últimamente. Y sí, efectivamente yo le echo de menos.
(Y pensar que al leer el título de la entrada pensaba que iba a leer cosas sobre la alergia primaveral.... Jajajaja)
Es tiempo de esperanza, porque no nos queda otra. Y tiempo de misericordia: cuanto mayor el pecador, más misericordia le corresponde. Así que supongo que Europa y América del Norte, y gran parte del resto del mundo, tenemos muchos boletos premiados. Ahora ya solo hay que acercarse a la fuente para beber a manos llenas. "Por mí y por todos mis compañeros"
¿Que tal una entrada sobre la peli ganadora de los Oscar. "spotlight".? Para hacer examen de conciencia un ratito.
Yo sí le echo de menos, y agradezco cada letra. A mí ,por naturaleza,también me gusta la "guerra". Y pienso que siemrpe se hace más rezando y dando ejemplo pero hay veces que me pueden las circunstancias y saco los tanques, porque cuando me callo me siento cómplice... Seguramente debo haberlo comentado ya: La invasión migratoria que se está produciendo, creo que está orquestada por quienes quieren reconquistar y repoblar la podrida Europa. No creo que no haya cimientos, sino que a fuerza de porquería y más porquería, hemos enterrado lo más preciado que teníamos,nuestros valores, nuestra historia, nuestra fe. Y así nos va, dándole culto al hombre que se mira el ombligo más que nunca.
Pero con la ayuda de Dios volverá a salir el sol.
Anteayer alguien contaba en la comida, era de Las Palmas como su madre le dijo que habían mandado un sacerdote coreano y estaba sorprendido que solo fueran a Misa las cuatro viejitas y los niños que se preparaban para la Primera Comunión. ¿Que donde estaban los jóvenes? Que en su pais solo seminaristas había preparándose ¡Más de doscientos! y alguien más contaba que en otras parroquias hay sacerdotes de Sudamerica. No se si Europa tiene futuro, pero san Josemaria decía que vendrían a evangelizarnos. Esto ya es el principio, pero todavia queda mucha tela que cortar. Adiosle
Si, eso estaría bien, wait! De todos los curas que conozco, y se me ocurren nombres a decenas, no me ha tocado el pelo ni uno solo... No yo a ellos. Qué curioso examen de conciencia.
Sarcasmo aparte: la película "Spotlight" viene a señalar lo que todos sabemos: que existe el pecado, y existe la decepción del pecado. Insisto, eso nos lleva a acercarnos todos a la misericordia de Dios. De otro modo nos convertimos en reos y jueces a la vez.
También yo me alegro de que vuelva a escribir. Echo de menos su análisis, siempre más amable que el mío, de la actualidad. Echo de menos sus extraordinarios encuentros con la más variopinta fauna ibérica, y no me refiero a la del amigo Félix. Echo de menos abrir el globo con ese intríngulis de ver qué había escrito hoy...
Ande, porfa...
Bueno, ya dijo aquél aquello de "o tempora, o mores", y aquí seguimos. No se nos amargue, D. Enrique, que en el fondo las cosas están como siempre.
A mí me ha costado volver a mi antigua costumbre de entrar todos los días en el globo. Ahora que ha vuelto a escribir con más frecuencia, nos será más fácil volver también a nosotros. Gracias.
Leyendo los comentarios veo que somos unos cuantos los que, aunque no comentemos, buscamos a diario las nuevas entradas en el globo
Don Enrique, yo siempre atenta a sus publicaciones, aunque es primera vez que escribo.
Me parece que lo que usted menciona en Europa no está muy alejado de lo que vivimos en América, aquí también pienso que necesitaríamos de esas "invasiones bárbaras" para ver si nos despertamos un poco...ya que ni los terremotos nos han hecho reaccionar como uno querría.
Síiiiii yo también ando por aquí, aunque no puedo escribir tanto como me gustaría.
No se le ocurra abandonarnos, eh?
Una reflexión muy interesante para mí. Como casi todas las que publica. O como todas. Yo también suelo pasar por aquí a oxigenar las neuronas. Muchísimas gracias por el esfuerzo
Desde Panamá lo sigo visitando y difundiéndolo... De cuando en vez, para encontrar de un solo varias entradas nuevas...
Estos bárbaros traen su propia cultura. Ni mejor ni peor. Suya.
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