miércoles, 24 de mayo de 2017

Papás de peluche

Harto ya de no escribir (llevo un año en el dique seco), me decido a recomenzar poco a poco. Tengo que engrasar las articulaciones de mi pobre sesera menguada y hacer gimnasia mental para recuperar el tono muscular. Sólo así podré poner en órbita este globo.
Haré entradas breves, como esta de hoy.
¿No os desconcierta ver en la televisión —y en la vida real— a esos papás cómplices de las atrocidades que cometen sus hijos? Hablo de los que agreden a los profesores por haber puesto mala nota al niño; de los que se pelean en la grada de un campo de fútbol mientras sus hijos juegan un partido infantil; de los que justifican la violencia de sus retoños, y les enseñan a mentir para defenderse de la ley.
¡Es urgente escolarizar de nuevo a los padres! Pobres padres. Ellos no tienen la culpa. Llevamos más de medio siglo formado papás de peluche.
Alguien escribió: La educación de los hijos comienza 20 años antes del nacimiento de sus padres.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Welcome back!!!! Se os extrañaba mucho mucho. Un saludo

yomisma dijo...

Que razón tiene, Don Enrique. Por otro lado nos enfrentamos como padres a los terroristas de nuestros hijos, que amenazan con "no comer" si no les damos lo que ellos quieren; con el terrorismo de los colegios que nos manipulan para hacer el pino con las orejas para que nuestros hijos sean niños perfectos; con el terrorismo de los otros padres que empujan a los suyos a la perfección y se pavonean delante de todos de lo mejores niños que son los suyos ( cuando todos sabemos lo mal educados que son). Desde aquí animo a todos los padres que se encuentren entre las cuerdas a resistir. A ponerse en el lugar que les corresponde de padres y no de agentes y managers; a dejar claro a los hijos que les queremos mucho, pero que no somos unos amigos incomodos, somos sus padres. Que no pretendemos ganar ningunas elecciones, ni siquiera el voto popular. Que aunque no les gustemos, o no les guste lo que hacemos por ellos, es lo que debemos hacer. Todo esto con mucho cariño porque al fin y al cabo es lo que nos mueve a hacerlo. Si no fuera así, ni tendrían colegio, ni futuro, ni comida caliente, ni una mano amiga cuando vienen mal dadas.
(Parece el manifiesto de Padres de adolescentes )

Merche dijo...

¡Qué bien que vaya a volver, aunque sea poco a poco!
A lo mejor los papás de peluche tienen algún tipo de complejo y no se atreven a decir que !NO¡ a sus niños. Y luego los niños, que son muy listos, les piden cada vez más y más.
Yo creo que no pasa nada porque un niño lleve su propia cartera (y más si es con ruedas) o vaya andando agarrado del cochecito de su hermano, o beba agua en vez de coca-cola... o, incluso (¡horror!) que deje sentarse a su mamá en el metro, en vez de ser la mamá la que le deja sentarse, mientras ella se queda de pie.
No se si los papás son de peluche, pero los niños, fijo que van a salir blanditos, blanditos, como los osos amorosos.

Alejandra dijo...

Gracias gracias gracias gracias gracias gracias!!!!!!!!

Marita dijo...

Es más fácil ser padre de peluche, que esforzarse por ser un padre/madre hecho y derecho, con la incertidumbre de si se logrará...
En su defecto, yo me conformaría con ser la mitad de buena que fueron mis padres en ese papel.
Merece la pena el esfuerzo, creo yo.
Un abrazo enorme, Donen.

Hermione dijo...

¡Qué alegría que vuelva a volar el globo! Ya sabía yo que los alisios de la isla le traerían inspiración.

Cordelia dijo...

Gracias por volver!
Yomisma y Merche lo han dicho bien clarito.
Yo tengo idea de que gran parte de la causa es que los padres se sienten culpables por pasar tan poco tiempo con sus hijos y que son mucho más permisivos porque "para un rato que estamos con ellos (o más frecuentemente un hijo sólo), no vamos a discutir. Con lo cansad@ que estoy". Pobre hijo mimado, que el día que se encuentre una frustración se hundirá en la miseria porque nada en su vida le ha preparado para saber manejarla

Fernando Q. dijo...

Que alegría leerle de nuevo.

yankee dijo...

La palabra mágica para educar a un niño es NO.
Bienvenido D.Enrique

Blas de Lezo dijo...

No hay magia para educar hijos me parece a mi. Unas veces es un no y otras muchas veces es un si, un beso, simplemente estar, sugerir que te acompañen a confesar, proponer sueños maravillosos para el futuro, entrar en la cocina con hijos e hijas y cocinar juntos.... Tantas cosas maravillosas tenemos a nuestro alcance. Y pedir en vez de dar: que trabajen para ganar algún dinero en cuanto puedan, que tengan amigos-algún hijo mío no los tiene: pido oraciones-.

Papathoma dijo...

Cuenta con las mías. Tengo una hija con el mismo problema, así que me acordaré seguro.

Celtia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.