jueves, 22 de junio de 2017

A Miguel Hernández


El beso

Querido poeta.
Ahora que el verano enseña los dientes y el sol se ceba con el desabrigado pellejo de los turistas del Brexit, me he acordado de ti. Te escribo desde Arona, un pueblecito de Tenerife, que es un balcón sobre el Océano a 600 metros de altura. Esta mañana, como casi todos los días, he salido a dar un paseo antes de celebrar la santa Misa. El sol aún no había cargado sus baterías y soplaba una brisa fresca del mar. Las calles empezaban a desperezarse y los madrugadores nos dábamos los buenos días con la música afable de esta tierra.
Entonces los vi. Eran un chico y una chica de 15 ó 16 años. Por un momento pensé que se estaban peleando a mordiscos, o que se trataba de un caso de vampirismo. Me equivocaba. Era sólo un beso, pero tan agresivo, voraz y caníbal que el diccionario de la academia difícilmente lo calificaría como tal.
Di la vuelta para no molestar a la pareja. Yo había empezado a rezar el rosario, y me vinieron a la boca, como un avemaría más, los cuatro primeros versos de uno de tus sonetos:
Te me mueres de casta y de sencilla:
estoy convicto, amor, estoy confeso
de que, raptor intrépido de un beso,
yo te libé la flor de la mejilla[i]

 El poema está dedicado a Josefina, el amor de tu vida, la misma que te tiró "un limón y tan amargo", quizá medio enfadada por ese medio-beso transgresor. A ti, en cambio, te enamoró el pudor con que ella defendía el tesoro de su intimidad.
Y es que, en efecto, la intimidad es un tesoro, un don que hemos recibido porque somos espíritu y no solo carne; un privilegio que nos distingue de los animales y nos capacita para amar. En la intimidad viven los sueños más secretos, las fantasías del corazón, ese punto de locura que todos guardamos. Y los amores imaginados. Las miserias ocultas. Y las añoranzas: lo mejor y lo peor de cada uno. La intimidad es cosa del alma, pero también se refleja en el cuerpo: en el rubor que aparece de improviso, en el lenguaje discreto y respetuoso, en el recato que protegemos de las miradas extrañas algunas partes de nuestro cuerpo.
No resulta fácil elogiar el pudor en este siglo que parece haber optado por la procacidad teórica y práctica como signo de progresía y norma obligatoria de conducta. El impudor reina en las redes sociales, donde los usuarios desnudan su alma y a veces su cuerpo; en las camisetas ilustradas con mensajes más o menos obscenos, pero siempre explícitos; en los vestuarios (mejor llamarlos "desnudarios"); en el lenguaje académico, que se ha llenado de expresiones zafias de carácter sexual. Por no hablar de determinados programas televisivos donde lo íntimo y la vulgaridad más mugrienta campean a la vista de mirones y cotillas.
Hay devoradores de intimidades ajenas, obsesos que lo contaminan todo con su mirada sucia, y tratan de convencernos de que el pudor es sólo una forma de hipocresía, que lo natural es la desnudez del alma y del cuerpo y la manifestación pública, sin tabúes represores, de los más bajos instintos.
Pero tú sabes, querido Miguel, que el pudor es el joyero que guarda lo más valioso de uno mismo; un estuche necesario que se abre desde dentro y nunca para exhibir como mercancía lo que solo se entrega y se comparte por amor.
Se comparte —quizá nunca del todo— con los "íntimos", con la familia más cercana, con el hogar en que vivimos, con los amigos, y, por supuesto, con la persona que hemos elegido para entregarle nuestra vida. Y se da por completo sólo al Amor de los amores, a Dios, que no se deja ganar en generosidad y nos abre también el tesoro infinito de su intimidad.
—Entonces, ¿el beso?
—Es una forma delicada y cariñosa de llamar a la puerta.  




[i] El resto del poema dice asíYo te libé la flor de la mejilla, / y desde aquella gloria, aquel suceso, / tu mejilla, de escrúpulo y de peso, / se te cae deshojada y amarilla. El fantasma del beso delincuente / el pómulo te tiene perseguido, / cada vez más potente, negro y grande. / Y sin dormir estás, celosamente, / vigilando mi boca ¡con qué cuido! /para que no se vicie y se desmande

14 comentarios:

Antuán dijo...

Yo también quiero aportar algo, ganas tenía de volver a entrar, ya que en mis idas y venidas al trabajo, suelo encontrarme cosas como estas que ayudan a pensar y escribir: El ARBOL YACENTE
Guardo en la memoria la rama de un árbol caído seco parecía y mira
por donde en primavera que reverdecía echando hasta flores… ¡de verdad!
Me recordaba a como dice Machado que Serrat puso música a esos veros:
“A un olmo viejo flores le han brotado
(el milagro, de la primavera)

En ese mismo camino encontramos un chopo, más bien lo que fue cortado a ras de tierra con un agujero lleno de musgo y setas ¡inconcebible! Adorna y mira por donde
le sale un renuevo no se sabe como pero ahí está deseando vivir.
¡Déjame! Vivir, es mi turno, te alegraras de que alargue de algún modo la tuya, no apagues la tuya….
¡Quiero verlo por mi mismo!
No es acaso esto lo más parecido a un beso.
Hasta otra. Adiosle

Anónimo dijo...

Gracias, don Enrique!
Con su permiso, lo comparto. Estos días se me hace muy necesario el elogio de la intimidad y la belleza de la poesía.
María.

Anónimo dijo...

La española cuando besa
Es que besa de verdad
Y a ninguna le interesa besar con frivolidad
El beso, el beso, el beso en España
Lo lleva la hembra muy dentro del alma
Le puede dar usted un beso en la mano
O puede darle un beso de hermano
Asi la besara cuanto quiera
Pero un beso de amor
No se lo da a cualquiera

Es mas noble yo le aseguro
A de causar la mayor emoción
Ese beso sin ser puro
Que va envuelto en una ilusión

La española cuando besa
Es que besa de verdad
Y a ninguna le interesa besar con frivolidad
El beso, el beso, el beso en España
Lo lleva la hembra muy dentro del alma
Le puede dar usted un beso en la mano
O puede darle un beso de hermano
Asi la besara cuanto quiera
Pero un beso de amor
No se lo da a cualquiera.

(pasodoble Español)Jejeje ,es broma..

Celtia dijo...

Hola,hay un libro bueno o muy bueno,según quien lo lea,que se titula..

La intimidad como espectáculo.Paula Sibilia ..

yomisma dijo...

" ¡Oh, si él me besara con besos de su boca!" Cantar de los cantares 1, 2.

Celtia dijo...

Que diferencia,?? ese trato con Dios ,que parece de dos emanorados,de una intimidad de lo más intimo. Os parecen hermosos(que yo no entiendo) Si fuera un amor humano puesto en blog mos parecería casi obsceno,o sería demasiado,desnudar el alma.(espero que sé entienda lo que quiero decir)??

Anónimo dijo...

Qué bonito, gracias.
Gabriela

Celtia dijo...

Quiero ilustrar mi comentario..para que se entienda .Cantar de los cantarás

7:1 ¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias,
Oh hija de príncipe!
Los contornos de tus muslos son como joyas,
Obra de mano de excelente maestro.
7:2 Tu ombligo como una taza redonda
Que no le falta bebida.
Tu vientre como montón de trigo
Cercado de lirios.
7:3 Tus dos pechos, como gemelos de gacela.
7:4 Tu cuello, como torre de marfil;
Tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim;
Tu nariz, como la torre del Líbano,
Que mira hacia Damasco.
7:5 Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo;
Y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey
Suspendida en los corredores.
7:6 ¡Qué hermosa eres, y cuán suave,
Oh amor deleitoso!
7:7 Tu estatura es semejante a la palmera,
Y tus pechos a los racimos.
7:8 Yo dije: Subiré a la palmera,
Asiré sus ramas.
Deja que tus pechos sean como racimos de vid,
Y el olor de tu boca como de manzanas,
7:9 Y tu paladar como el buen vino,
Que se entra a mi amado suavemente,
Y hace hablar los labios de los viejos.
7:10 Yo soy de mi amado,
Y conmigo tiene su contentamiento.
7:11 Ven, oh amado mío, salgamos al campo,
Moremos en las aldeas.
7:12 Levantémonos de mañana a las viñas;
Veamos si brotan las vides, si están en cierne,
Si han flocrecido...Es un libro Bíblico

G-maquepa99 dijo...

deliciosa carta. Un beso...el Señor llamando a tu puerta. Me encanta!

Anónimo dijo...

Celtia ,a mí me pasa igual.

Sabu dijo...

Me gustan sus comentarios aunque se puede hablar mucho de ello. En mi modesta opinión se puede apreciar la naturalidad de un acto espontáneo, (ya sea un beso, ya un desnudar el alma), como un recatado pudor. A mi entender cada un@ debe expresarse con naturalidad y los demas aceptarlo de ese modo. Por supuesto que existe una gran diferencia del ámbito privado al público. Y dentro del público también hay diferencia entre los foros. Pienso que el pudor, se lo encuentra un@ sin buscarlo, y es un límite dentro de un juego social de seducción. Hasta que punto es lícito, y/o desable, es para decidir cada un@. Pero dentro de la libertad que se esgrime en este blog/globo, encuentro acertada la reflexión. Sara.

Anónimo dijo...

Qué bonito... he buscado algo sobre el pudor para hablarle sobre él a una niña en la biblioteca, esto es perfecto, ya está impreso, lo que no sé es si me atreveré a decir nada, cuando se vaya a ir, si la pararé un momento y le pediré su perdón y su permiso... no creo que lo haga... pero después de leer ese soneto entran unos deseos impotentes de limpiar este joyero propio...

Unknown dijo...

Qué carta, y qué poetas...

Anónimo dijo...

No le diré nada a la chica. Mejor rezaré por ella.