El móvil requisado
A Rocío le han requisado el móvil a las
diez y media de la mañana.
─Estaba en clase sin hacer nada…,
─o sea, como siempre.
─Y como la profe es un rollo, saqué el
teléfono del bolso para mandar un mensaje a Elena, que es mi mejor amiga. Era
superurgente, te lo juro y no molestaba a nadie, pero aquí no te dejan ni
moverte.
─Son las normas, ¿verdad?
─Sí, y lo entiendo, pero ¿por qué tienen
que quitarte el móvil hasta final de trimestre? Allí guardo todos mis
contactos, los números de mis amigos…
─…el whatsapp
para enviar mensajes, videos y fotos.
─¿Ves? A que tú también chateas…
─Casi nada, pero no es ese el problema.
Ya sabías que si lo usas en clase, te lo requisan.
─¡Pero es injusto! Ahora si le pasa algo
a mamá no podrá llamarme…
El inesperado ataque de amor filial
derrumba a Rocío en la silla que hay frente a mí. Me mira con ojillos de osito
panda recién nacido, agarra con fuerza uno de los pocos kleenex que quedan
sobre la mesa y empieza a hacer pucheros como una niña chica.
─¡Es que me encuentro como desnuda!
Logro detener el chiste al borde mismo de
mis labios: estamos en junio, hace calor y Rocío quizá necesitaría algo más de
abrigo.
─Seguro que tú sabes dónde guardan los
teléfonos ─añade con mirada de delincuente─.
─Sí que lo sé. Están bien protegidos. Les
quitan la batería y los meten en una caja fuerte.
─Noooooo…
─Síííííííí… Y como sé donde está la caja,
conozco la combinación y sé quién tiene la llave…
─¿Me lo vas a dar? Te prometo que me
portaré superbién, pero es que lo necesito ahora mismo. Estoy histérica.
─¿Histeria?, no. Creo que lo llaman
“nomofobia” y es una de esas enfermedades recién descritas por los médicos y se
caracteriza por el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. El
término es una abreviatura de la expresión inglesa "no-mobile-phone
phobia".
─O sea, que no me lo vas a devolver…
─Me temo que no. Además seguro que tienes
en casa un par de teléfonos más.
─Sí pero éste es superchulo.
Rocío se levanta, me requisa el último
kleenex y asegura que no piensa volver a verme nunca más.
─Hasta el lunes, maja…
15 comentarios:
Genial Don Enrique! ahora se lo paso a los compañeros de la dirección, a ver si se convencen que no es un crimen requisar móviles al los alumnos....
Xavier G.
Insisto......
¡Es ud un fenómeno!
¡Qué historias hubiera habido en Aldeafuente si en nustros tiempos hubiesen existidos los ipad, ipod, "guasaps", etc.!
Me refiero a mis tiempos,....porque ya veo que los suyos han llegado a todo tipo de tecnología.
De todas maneras ¡Qué buenos ratos pasa ud. y nos los hace pasar a los que entramos en su blog casi todos los dias.
Un abrazo y siga "porfa"
Siempre salgo del globo con una sonrisa.
Gracias mil y buen finde.
Jajaja,en los colegios hay situaciones super geniales
Desde luego, don Enrique, no tiene usted corazón. ¿Qué va a hacer ahora la pobre sin su superchulo móvil? Aunque tenga otros, no es lo mismo. ¡Menuda crueldad mental!
Yo debería dar gracias a Dios todos los días por muchas cosas, una de ellas el tener un hijo adolescente, pero que utiliza el móvil lo justito.
¿Está usted seguro de que no tiene alguna gota de sangre madrileña? Porque pa chulo usted. (Hasta el lunes maja)
He tenido que poner mal los códigos para que me salieran otros, porque no había manera de entender el de las letras.
¿Los inhibidores sólo los activan durante los exámenes?
Ahora si le pasa algo a mama no podrá avisarme. me quedo con eso para salirme con la tangente, es la última hoja de mi cuaderno de tapas rojas: "Más que palabras"
Son las 3:45 dia 1 de junio 2012. Me alegro de tener una Madre en el cielo y otra todavía en la tierra. Gracias al empeño y cuidados de mi hermana resiste a los achaques de sus recien cumplidos 90. Aunque con pocas palabras todavía se preocupa por nosotros. Como Jesús se preocupo de que Juan cuidara de su Madre y Ella de unirlos a todos.Hoy le pido yo por la mia y la de todos que Madres solo hay una. He dicho Adiosle-pido
En efecto, Bernardo, los inhibidores sólo en exámenes.
Jajajaja!!!! La última en mi colegio, la semana pasada (viernes, 14h30 de la tarde, 4º de ESO): "¿No le importará que haya puesto a cargar mi BB, verdad? Es que no dura nada la pila, y la necesito esta tarde para salir". "Noooooooooo, ya tenía yo ganas de requisar una de éstas, que hace mucho que no lo hago. ¡Y encima con cargador, la pera!". ¡Excuso decir lo poco que tardó la alumna en cuestión en hacer desaparecer el aparatejo en el fondo de su mochila! Con el paso de los años se ablanda una; pero la próxima, la requiso.
Mi peque -7 años- hace unos días:
-"mamá, necesito que me compres un móvil".
-¿¿¿???
-Es que toooodos los de mi clase ya tienen, BB, Ipod, ...
-(Se me había olvidado que es el regalo estrella de Primera Comunión)
- Pues vas a tener que esperar hasta que lo tenga tu hermana mayor primero.
- Ya, pero es que ella no tiene tantas amigas como yo.
(Ante la "contundencia" del argumento, pasamos al argumento económico y directamente al "materno": no te voy a comprar un móvil. Olvídalo. - Y lo olvidó)
Jajaja... pobrecilla, lo ha intentado todo y usted nada... ¿No le cuesta controlarse la risa en estas situaciones?
Esta anécdota es genial.
¿Qué hacen menores con móviles? Desentenderse de las relaciones sociales, pero de las de verdad, de las que moldean el caracter..oh no! en unos años miles y miles y miles de 'adultos' sin carácter por nuestras ciudades.
El Señor nos coja confesados! Yo no sería tan blanda como algunos, la edad hablanda espero porque si topasen conmigo...justiciera dixit!
Ah! nomofobia, me guardo el término que todavía no lo conocía.
Gracias, como siempre.
Ahora mis compañeros de trabajo tienen 25 años. A veces me hacen sentir como una vieja. Hace un par de días, estábamos sentados en una mesa en U, en un curso. El chaval que estaba a mi lado le envía un wassap a la chica que tenía enfrente (a unos 3 metros de distancia), para que le pasara nosequé papel. Y me dice: me es más fácil y seguro que se va a enterar mejor que si le grito...
¡Devuélvalo! Pobre chica, si su mamá tiene una emergencia cómo le hace para hablar. Pobre, la comprendo :)
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