viernes, 15 de junio de 2012

El tesoro


 
Donde está tu tesoro allí está tu corazón” (San Mateo, 6, 20)
Todos tenemos un tesoro escondido en el alma. No se lo contamos a nadie, pero cada día, cada noche, nos arrodillamos ante él.
Hay quien no concibe otro tesoro que su propia imagen reflejada en el espejo. Otros lo guardan en la cartera, en el estómago o en la pantalla del ordenador. Para algunos, el tesoro es un puñado de recuerdos que no volverán o un proyecto imposible. Y no faltan quienes, de tanto soñar con tesoros, convierten en tesoro sus propios sueños.
Gracias a Dios hay también quien llama “Tesoro” a la persona que ama. Y la ve así. Por ella daría la vida.
En la Solemnidad del Corazón de Jesús, pido a Jesús que sea Él mi tesoro siempre. Y me contesta no me inquiete, que lo importante es que ahora yo soy la niña de sus ojos; soy el tesoro de un Dios que muere por mí.
“Tú... eres más que un tesoro, vales más que el sol: ¡toda la Sangre de Cristo!” (San Josemaría Escrivá. Prólogo de Forja)

4 comentarios:

Relicary dijo...

Y si nuestros tesoros nos llevan a Dios, ¿convierte a Cristo en nuestro Tesoro también? A lo mejor me estoy liando, pero el Amor a mi esposa nos ha permitido acercarnos más a Dios.

PD: El Tesoro también puede ser un anillo (tenía que decirlo XD)

MARTINA dijo...

Si yo le contara .... en twitter uno descubre muchos narcisos ... y en mi trabajo se delatan solos en las reuniones ... observo sus formas de sentarse, mover sus manos, los gestos ..... el cuerpo los delata

Ahora un mea culpa ... yo también debo tener algo de narciso ... no quedo libre de tirar la piedra, pero los extremos me causan escándalo

Cordelia dijo...

Bien, Relicary!! Mi tesssssoro... Mi regalo de cumpleañosssssss...

Papathoma dijo...

El día que empecé a entender esto, que lo importante en realidad era cómo me quería Él...¡¡¡a mi!!! mi vida dio un giro interior de 360º.

María, te entiendo pero a todos los que describes les pasa que no se han enterado de esto y necesitan desesperadamente "sentirse alguien". Reza por ellos y alíate con el Espíritu Santo.