viernes, 8 de junio de 2012

En la muerte de un entrenador



Cuando muere alguien importante o conocido, se multiplican en los medios las declaraciones de pésame, los elogios más o menos sinceros y las manifestaciones de solidaridad con su familia y amigos. Todo eso está muy bien, pero ¿por qué nos cuesta tanto aludir a la dimensión trascendente del hombre, a la vida eterna, al Cielo? ¿Qué extraño complejo nos impide decir que hemos rezado por su descanso eterno, que lo encomendamos al Señor?
Ayer falleció repentinamente Manuel Preciado, un simpático entrenador de fútbol, y yo me acordé de él en la Santa Misa. Igual que recé, en su día, por los niños muertos en Qatar, por Lola Flores, Lucio Dalla o Antonio Tapies.
Me dice Ramón que no todos los fallecidos tienen fe. En efecto, pero yo sí la tengo y no ofendo a nadie si digo la verdad.
Va siendo hora de que los cristianos salgamos de ese armario absurdo donde nos metimos sin que nadie nos lo pidiera.

9 comentarios:

Clo dijo...

Tiene usted toda la razón.
Si yo tengo fe rezo por que mi conocido/familiar/amigo pueda llegar a encontrarse con el Padre. Si él no la tenía...se sorprenderá gratamente con el encuentro! ;)

Si pedimos al Señor que cuide por personas que no tienen fe, ¿por qué no pedirle por ellas una vez pueden pasar a su encuentro? Quitémonos los tapujos absurdos porque ni ofendemos ni hacemos daño. Y nos sorprendería saber que muchas de esas personas en el fondo agradecen que alguien interceda por ellos.

Un saludo!

Asumpta dijo...

Reconozco que me gusta presumir de catolica practicante,y esa rareza la tengo desde que tome mi primera comunión,en la segunda al ir a tomarla ya me sentía como una emperatriz,por eso parezco un poco boba,pero me dá igual,sin embargo me atrae sobremanera la humanidad de muchos no creyentes,y veo que EL nos cuida y nos quiere a todos por igual, eso me reconforta.

Mercedes dijo...

Desde luego que sí. Y los que más lo necesitan son los que dicen que no quieren que reces por ellos. Esos se llevan ración doble.

Vila dijo...

Es curioso, ayer cuando lo comentaron unos compañeros de oficina lo primero que hice fue rezar un Acordaos por su Alma y pensé: Una muerte repentina y de una persona joven… ¿estaría preparado? (perdonarme pero no tengo ni idea de quién era) No sabemos ni el día ni la hora de cada uno, y sinceramente la noticia me hizo pensar.

Antuán dijo...

Tiene usted toda la razón. En mi pueblo donde estare dentro de poco para quedarme al cuidado de mi madre casi un mes. pues alli si muere alguien no se le niega su Misa de cuerpo presente, se pone el cartel fuera de la iglesia y en su puerta para que la gente se corra la voz y pueda asistir y acompañar aunque solo sea por cumplir, eso dicen. ya es algo y su Misa de mes y el anniversario y todas las que quieran encargar. En muchas ocasiones se llena la iglesia, de verdad. Adiosle

Mercedes dijo...

Vila, eso me pregunto yo también cuando oigo noticias de accidentes. ¿Estarían preparados? Y rezo para que el Señor les diera el segundo de luz y la fortaleza y humildad necesarias para ver sus faltas y pedirle perdón.
Y aprovecho para pedir (yo siempre pidiendo) un rezo por mi suegro. Le tengo ingresado por una caída en la que se ha roto dos costillas. Tiene achaques previos variados y también le convendría esa luz, fortaleza y humildad que decía antes (como a todos, por otra parte, empezando por migo misma).
Gracias

Cordelia dijo...

Mercedes, eso está hecho. Un abrazo

Vila dijo...

Cuenta con ello Mercedes.

Anónimo dijo...

Absolutamente de acuerdo con usted