Termina
el primer día de la convivencia. Somos 40 sacerdotes llegados de toda España.
La mayoría, muy jóvenes, o quizá no tanto, pero a mí me lo parecen.
No
consigo que me traten de tú. ¿Tan viejo estoy?
―Don
Enrique, ¿nos enseña la casa antigua?
La
“casa antigua” está unida a la residencia por una larga galería decorada en los
años 40 con unos mapas pintados por los chavales que trabajaron en las primeras
convivencias. Llegamos al vestíbulo. Un repostero elaborado en casa recuerda
los versos de San Juan de la Cruz: “volé tan alto, tan alto, que le di a la
caza alcance”.
Nos
detenemos en cada rincón del pobre cuarto de estar: la mesa donde don Jesús
escribió “El valor divino de lo humano”, la gran chimenea con el sello de la
Obra en lo alto; la imagen de la Virgen de Torreciudad; los armarios repintados
para dar color al ambiente… Yo me detendría aún más y contaría docenas de
recuerdos que ya no son sólo personales, porque pertenecen a la pequeña
historia del Opus Dei.
En
el oratorio nos ponemos de rodillas en silencio.
―San
Josemaría dijo, bromeando, que tenía que quedar como una pequeña Capilla Sixtina ―les
recuerdo―.
Y
lo cierto es que está pintado por completo. Al mando de Fernando Delapuente y
de algún estudiante de Bellas Artes, lo dejaron precioso. La pobreza de los
materiales se compensa con el mimo que pusieron los artistas.
Les
cuento algo de la primera meditación que oí a San Josemaría aquí en septiembre
de 1960.
―Yo
me senté en esta especie de trono. El Padre estaba junto a mí, a menos de un
metro. La verdad es que entonces no me pareció que el oratorio fuese incómodo.
Ahora en cambio…
Por
último llegamos al dormitorio que utilizaba el Padre. No ha cambiado desde los
años 40, pero se sigue utilizando de vez en cuando: Molinoviejo sigue vivo; no
es un museo.
Por
hoy no escribiré nada más. Éstas son solo notas apresuradas de un diario.
Dentro de unos minutos entraremos en el comedor para cenar. Ahora, por fin, sale el sol.
11 comentarios:
yo estuve en molinoviejo pero no me acuerdo el año,por los ochenta sería.
Encomiende a la tribu Llamas Pimentel, es importante.
Gracias
¿Por qué ha parado de contar...? nos hemos quedado con ganas de más. Al menos yo.
Les sigo encomendano.
He escuchado y leído tanto de Molinoviejo, que espero algún día poder conocerlo
Los encomiendo a mis oraciones.
Saludos desde Chile, el finis terrae.
Así que ahí un joven don Jesús escribió "El valor Divino de lo Humano"? Qué chulo. Para mí, ese libro ha quedado bien marcado en mi memoria, especialmente la parte de beatos, calumnias y todo eso. Los he citado muchas veces y sorprendo a mi amigos con ese libro.
Sí que tiene historia, sí. ¡Que siga todo bien, lleno de buen rollo y oración!
Que relato tan bueno... No es un museo, pero que delica tiene que ser poder contemplarlo...
Encomiendo esa convicencia. También le pido que encomiende en tan gran lugar a nuestra familia. Mi mujer tiene un asunto médico que podría ser delicado. Mañana resonancia, esperemos que la semana que viene nos digan que todo está en orden.
Gracias
Que alegría tantos sacerdotes hoy que hacen tantísima falta.pido por ellos y por su fidelidad y felicidad.
Es bonito. Hay una concentración de curas y nos ponemos todos a pedir oraciones... Normal. Tantas Misas celebradas y tantos "enchufados" de la Virgen rezando en el mismo sitio(no me lo invento: les llamó según un sacerdote que tuvo la suerte de tratar con Ella, "mis hijos más queridos"), como para no pedir. Yo también quiero.
Ah, por supuesto que también les encomiendo. Muchas gracias & GBY all.
Qué ganas de volver a Molinoviejo, solo he estado una vez, hace ya más de 10 años...por favor siga escribiendo, me he quedado con ganas de más. Espero que algún día cuente sus recuerdos de San Josemaría y de tantas cosas!!
Don Enrique: ¿Porqué no sube más fotos de Molinoviejo? de la capilla, de la habitación donde dormía san Josemaría, el pasillo... tengo tanta curiosidad por saber como es en verdad, sólo me lo imagino.
Un abrazo desde Chile, el finis terrae.
pd: no es necesario que publique este comentario, gracias por su blog.
D. Enrique... ¿para cuando un libro con todas esas impresiones?... usted mismo dice que son historia de la Obra... no nos prive!
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