No te confundas, amigo; no hablo de las
elecciones. No quiero bromitas con los políticos derrotados. Hablo de mi amigo
Kloster, quien, según propia confesión, es un perdedor profesional, ya que se
pasa media vida perdiendo objetos y otra media encontrándolos. Él me ha
sugerido que escriba estos saludables consejos para los que tienen costumbre de
perder los siguientes bienes de uso o consumo:
a) Las gafas. "Si no sabes dónde
has puesto las gafas y recorres en vano el camino que que hiciste desde
que notaste su desaparición, lo más probable es que las lleves puestas.
b) El móvil. Te dirán que llames por
teléfono a ese aparato. Es un mal consejo: aunque te sepas de memoria tu número,
la ley de Murphy hará que el móvil esté apagado, fuera de cobertura o con el
sonido desactivado.
c) "Ese objeto que tenía-que-estar-en-ese-cajón y no en
otro". Miras en el cajón diez veces y sacas a la superficie todo su
contenido. Luego inicias la búsqueda por el resto de la casa. Cuando estés a
punto de sentirte abatido por el desaliento, vuelve al inicio: el objeto está en
el cajón. O sea, donde tenía que estar.
d) Si pierdes el paraguas y lo
necesitas porque está lloviendo, tranquilízate; cuando deje de llover,
aparecerá de nuevo en el paragüero, un tanto húmedo, pero intacto.
d) Las llaves del coche. Antes de
ponerte a buscarlas, piensa mal: tu hijo/a, esposa/o o cuñado/a parásito/a, te las quitó para hacer una gestión con tu automóvil.
e) El bastón que te ayuda a conservar la
verticalidad a partir de los 90 años. Si lo pierdes, llama al Notario y cambia
el testamento.
f) El boli… Kloster sugiere que robes
uno y te asegures de que funciona; al fin y al cabo los bienes de primera necesidad son de todos.
g) El bocata de jamón. Si es ibérico de bellota, olvídate.
h) El cargador del móvil. Llámame a mí. Los tengo de todos los modelos a buen precio.
i) Una lentilla. Cuando toda tu familia se arrastre por el suelo para buscarla, puedes sacar una bonita fotografía.
Para éstos y para todos los demás casos
posibles, no cometas jamás el error de ir al Corte Inglés para comprar otro
igual. A Murphy no le importa si eres rico o pobre: cuando vuelvas de la tienda
con tu paraguas, bastón, sombrero o móvil nuevos, aparecerá espontáneamente el objeto perdido y sabrás que has vuelto a perder tontamente una pasta.
(Admito más sugerencias)
12 comentarios:
Las elecciones son lo único que nadie pierde; están todos encantados de haberse conocido, pero desde la más profunda humildad.
Los que tenemos la manía de tener múltiples y variadas bolsas, bolsos, bolsones y bolsines, incluso bolsas intra bolsas, tenemos la seguridad de que lo que hemos perdido está en esa que no habíamos abiero. Así que siempre sabemos dónde tenemos todo. En la última.
A mí me pasa lo de las gafas!!! jajaja
Cuando pierdas algo, lo que sea. Incluso un riñón o dos. Pídele a la madre de San Josemaría que te l@ encuentre. Y dale tiempo, no la agobies. Cada vez somos más l@s que recurrimos a "la abuela" para esos menesteres.
Aunque el "perdedor" (o "perdedora") no seas tú, no falla.
A mi me ha pasado lo de las gafas miles de veces, y lo del cajón, cada vez más. Y buscar el móvil en el bolsillo, el bolso, media casa....mientras estoy hablando por él.
Y si no pierdo la cabeza, es por que la llevo pegada.
Una Salve a los ojos de la VIrgen. No falla, yo casi siempre la termino para dar gracias. Una vez me encontró una lentilla que saltó del ojo de mi entonces novio, estando ambos asomados en la barandilla de una terraza frente al mar Mediterráneo en un séptimo piso y ya digo, en primera línea y con viento. Y sí, apareció. Otra vez, en el mercadillo en un puesto de zapatos buenîsimo pero que estaban en un montón y tú tenías que encontrar la pareja con mucha suerte. Tenía al lado una señora enfadadísima porque no la encontraba,... le dije que yo tenía un truco. Se rió de mí y como a los cinco o séis segundos empezó a gritar y yo a seguir la Salve en alto. Lo ve? Le dije... En cuanto a las gafas en Alcampo venden unas de cerca,de distintas graduaciones que llevan un imán que enganchan los cristales a la altura del entrecejo. Así no se pierden y no hay que buscarlas. Por 15 euretes na más!
La segunda media de un par: no la busques, todos sabemos que cada lavarropas viene con su propio agujero negro incluido.
Otras prendas de ropa/zapatos: si eres adolescente y tienes hermanos cercanos en edad, no sé qué haces buscando.
Una sugerencia para el globo: ya que ahora don Enrique tiene twitter, podría agregar un botón para poder twittear sus post...
Yo lo que pierdo muchísimo son los rosarios pequeños, esos de un solo misterio. No sé cómo lo hago, pero espero que los encuentre alguien que los necesite (y sepa usarlos).
Dicen que san Antonio te lo encuentra todo, pero también que cada vez te pide más a cambio (más oración, limosna más grande, ofrecer algo más gordo...).
Muy bien, muy bien, pero ¿si el perdido soy yo?
Anónimo del 26/5 de las 14:05
Entonces haz porque te encuentre Cristo. Se suele mostar en la MIsericordia...y nada como una buena confesión para hallarla..Créeme, saldrás FELIZ!.
Se me acaba de quitar el complejo de perdedora profesional. Vamos que me voy a colegiar en este Grupo de Perdedores Expertos. Estupendos consejos, anécdotas para levantar el ánimo ...y encima, gratis.
Lo único que te tienes que poner a buscar si la pierdes es la paz, todo lo demás es accesorio .
Y no se recupera en el Cortte inglés.
Ah! Pues yo si encuentro paz en el C.Inglés.
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