jueves, 9 de julio de 2015

Las cotorras no tienen papeles

 El CIS, tras complejas investigaciones sociológicas, ha concluido que, para descansar, lo que más nos gusta a los españoles es ir-por-ahí-a-dar-una-vuelta. Ignoro cuánto se han gastado en realizar el estudio de campo, pero yo se lo habría dejado a muy buen precio y habríamos llegado a la misma conclusión.
Dar una vuelta, un garbeo, un voltio, un paseo —que de mil formas puede decirse— es saludable deporte para las noches de verano, cuando la calor se aplaca, la cerveza refresca, las estrellas tiritan en el cielo y los pájaros escuchan en silencio los gritos fantasmales de las rapaces nocturnas.
No entiendo por qué no están abarrotadas las calles de Riaza a esta hora. En mis años sevillanos recuerdo muy bien que las diez de la noche era la hora de salir, la hora del pescaito frito con cruzcampo, la  hora de las guitarras en la Plaza de doña Elvira y del jaleo flamenco junto al Río.
Por entonces yo aún no había descubierto los pájaros. A duras penas distinguía un gorrión de una paloma torcaz. Hoy, a falta de juergas flamencas, me conformo con despertar a las aves de la zona y conversar con ellas sobre los temas de actualidad: Grecia, Iker Casillas, la ola de calor…
Confirmo que, en efecto, las cotorras están invadiendo esta zona de Castilla la Vieja. Ignoro si son argentinas o cotorras de Kramer, porque aún no he tenido ocasión de observarlas de cerca, pero en todo caso, se trata de inmigrantes ilegales sin papeles, que chillan para hacerse notar, resisten todos los climas y comen como limas en cualquier ecosistema. Me pregunto si habrá que repatriarlas como a los subsaharianos y devolverlas a sus países de origen alegando que perturban nuestro precioso ecosistema europeo. No parece fácil: poner puertas al campo es complicado, pero aún lo es más ponerlas en el Cielo.
Ya veis. Tengo poco que decir. Las aves, por regla general, son tímidas, escondidizas y de pocas palabras. Hoy las cotorras me han hecho pensar en los inmigrantes que se agolpan en las costas de Italia, sin más papeles que el hambre. Queramos o no, entrarán hasta el fondo. Y a lo mejor limpian la atmósfera sucia de este viejo continente.
Los países caen, los imperios desaparecen, las grandes alianzas se fragmentan. Sólo Cristo permanece y se renueva por los siglos de los siglos.


12 comentarios:

Anónimo dijo...

Amen

Anónimo dijo...

Yo iba a decir lo mismo, anónimo de las 14:15

Fernando M Díez Gallego dijo...

Es interesante la entrada nueva. Y tiene más comentarios que mi blog, que es muy leído (aparte de los robots que líen la parda) pero poco comentado. Me consta que se lee.
Un abrazo desde la calurosa pero preciosa Granada.

yankee dijo...

Así es. En verano, la siesta después de comer y la cervecita a las 10 de la noche son en Sevilla costumbres basadas en el sentido común.

El parque de Maria Luisa también ha sido invadido por las cotorras, que están desplazando poco a poco a las aves autóctonas.

A los inmigrantes sin papeles sólo podemos ayudarles poniendo cada uno nuestro granito de arena. Cada uno sabrá cómo.

Churrinche Oriental dijo...

No sabía que no había cotorras autóctonas de Europa (esto revela mi ignorancia ornitológica).

Si no fueran tan prolíficas ni tan problemáticas por el tema enfermedades...

Recuerdo que en una tiendecita de un pueblito-balneario al que íbamos con mi familia cuando yo era pequeñita, a la entrada, la dueña había puesto una cotorra (en una jaula) que saludaba a todo el que entraba y salía de allí...

Este bendito país está lleno de cotorras... Y vacío de gente (también hay un promedio de tres vacas por habitante, pero ese es otro tema). De vez en cuando en casa decimos, medio en broma medio en serio, que sería bueno, ya que nos estamos quedando sin uruguayos, que el país se llenara de inmigrantes de otros países de América del sur, a ver si le inyectan un poco de vida a este pobre país.

¡Saludos!

c3po dijo...

Ojo al wikidato sobre la cotorra argentina:
Son aves altamente gregarias. Construyen un nido, al contrario que la mayoría de los loros. Nidifican comunitariamente, construyendo nidos que pueden llegar a ser bastante grandes, utilizando ramitas de plantas espinosas entretejidas, y compartiendo cada nido un buen número de parejas. El nido lo ubican en árboles o en estructuras artificiales, como torres de radiocomunicación o tendidos eléctricos.
Ponen de 5 a 8 huevos por nidada, y la incubación dura unos 26 días. Los huevos se adaptan a cualquier tipo de climas templados o tropicales; esto se da por la protección térmica que proporcionan las cámaras de los nidos coloniales. (Fin de la cita).
Es decir, más que un nido, lo que hacen es una comunidad de vecinos.
Y encima: se plantan con el título de Familia Numerosa de una tacada.
Y, lo que no dice la wiki, pero es cierto, es que entre todas las parejas sacan adelante todas las nidadas.
¿Cómo no van a colonizarnos con esa política familiar?

Alejandra dijo...

¡PERDÓN POR NO SEGIR EL HILO!

Aquí está la pedigüeña: mi hermana ha tenido hoy una entrevista de trabajo, no ha ido mal pero falta que cuaje. Un rezao, porfa ( ya lo habré puesto mil veces..., es farmacéutica,4 hijos adolescentes, separada, su marido no le pasa una peseta, en fin que le hace más que falta, hasta ahora era mi madre quien cuidaba de ella y su familia). ¡¡MIL GRACIAS a todos!!.
(A ver, que el Señor ya lo sabe, y será lo mejor para ella, ¡eso por descontado!, pero hay gente de la que depende la decisión, a la que ¡hay que ablandarle el corazón a base de Ave Marías!.)

IK314 dijo...

Ja, ja, ja, si es que no hay nada como el sentido común para llegar a buenas, baratas y rápidas conclusiones. Me parece también a mí que nos vienen muy bien los inmigrantes, entre otras cosas para incrementar el nivel de sentido común porque tanto adoctrinamiento nos va a secar el cerebro.

Yomisma dijo...

Por tu hermana, Alejandra, y por sus niños, el rosario de hoy.

Fernando M Díez Gallego dijo...

Yo también ofrezco el rosario de hoy por tu hermana, Alejandra.

Cordelia dijo...

Me pongo yo también

Antuán dijo...

Tampoco yo tengo mucho que decir y más por la mañana en el trabajo hasta que no me sirvo un vaso de cocacola, les decía. pero si hay mucho de que hablar, usted le saca partido a todo. Lo de los inmigrantes a mi también me preocupa ¡con lo que les cuesta llegar! es una pena. Comprendo que es desbordante pero son muchos sudamericanas las que cuidan de nuestros mayores y rumanos y polacos los que trabajan en la calle adoquinando...trabajos bien hechos y muchos negritos que dan una nota de color. ¿Que más se puede decir? Adiosle