Antes de salir de casa, el superhéroe
tomó precauciones para la batalla contra el mal. Cogió una cámara de fotos y
una filmadora; la pequeña linterna que tan buenos servicios le había prestado
en otras ocasiones; un mapa de la zona y otro del Planeta entero, por si las
moscas; un escáner de códigos de barras; un cronógrafo digital y un reloj
mundial, indispensable para conocer en tiempo real la hora de Sidney, Calcuta y
San Francisco; Con todo eso, la brújula, la guía de teléfonos y el localizador
por satélite se sintió casi seguro.
Como nunca sabía con exactitud lo que
iba a pasar ni el tiempo que duraría cada misión, se cargó a las espaldas una
buena biblioteca de autores clásicos y modernos, juegos de mesa y música, mucha
música, por si se alargaba la espera…
El superhéroe se llama José Alberto,
es funcionario municipal y llevaba todo ese peso en el bolsillo superior de la
camisa, a la altura del corazón. Él lo llama poéticamente "mi móvil" y le sirve incluso para hablar por teléfono.
2 comentarios:
¿Qué me dice? ¿Esos chismes sirven también para hablar?
Usted también tiene filarmonica? A mi me viene grande, una que me dieron. Lo que tengo es una armonica que es más pequeña (cabe en la mano) y tiene el sonido más brillante, como las que usan en la orquesta de Maná. Ayer sali al jardín a tocala un poco. Y ahora voy otra vez solose cuatro canciones que he sacado silbando, menos es ná. Adiosle
Publicar un comentario