Dicen que las aves predicen con
exactitud la llegada de los huracanes y los tornados. Al parecer huyen 24 horas
antes y se ponen a salvo. Claro que esos fenómenos meteorológicos no son
frecuentes en España. Aquí, en la Sierra de Madrid, los pájaros anuncian a su manera la llegada de las
tormentas. La golondrina Catalina, que anida bajo el tejadillo donde guardo el
coche, me lo estaba advirtiendo.
—¿Por qué te picoteas tanto, querida hirundo rustica?
(Debo advertir que, cuando charlo con
las aves, siempre las llamo por su nombre científico, a no ser que tengamos
confianza y nos tuteemos).
—No me picoteo, amigo. Trato de untar
mis plumas con la grasa que extraigo de mi glándula uropigial, que, como
deberías saber, está bajo el obispillo. Me estoy fabricando un chubasquero,
querido córvido.
—¿Quieres decir que va a llover?
Tenemos un sol esplendoroso.
Catalina no respondió. Cinco minutos
después el cielo se encapotó bruscamente y sonaron los timbales del trueno. Una
bandada de escandalosos rabilargos sobrevoló el jardín. El mirlo desapareció en
su cueva y, antes de que tuviera tiempo de plegar el toldo, cayeron las
primeras gotas.
Termina el primer día de la
convivencia. Ha dado dos clases de teología y no se me ha dormido nadie. Por la
mañana, en la meditación, he hablado de
la necesidad de aprender, de crecer siempre, porque la formación sólo terminará
en el Cielo.
Las menos jóvenes sonreían. El resto
también.
3 comentarios:
Córvido, jijijij.
Por mi pueblo no ha llovido, pero los pajaritos organizan una algarabía de miles de decibelios, a la hora de acostarse y al alba. Hace un par de días, con testigas del globo, vimos y oímos como decenas de gorriones se instalaban a dormir en la madreselva de mi tapia. Se estaban diciendo de todo, y nada bonito. Quita de ahí, que este es mi sitio. De eso nada. Que sí. Que no, que mira que cobras...
Y por la tarde tiene un pasar, pero a las siete de la mañana, domingos incluídos, se hace menos llevadero. ¿Qué se dirán por la mañana? Igual no hablan entre sí, sino que se juntan para dar gracias a Dios por el nuevo día. Yo me apuntaría si fuera más tarde...
Él Domingo canonizan a la madre Teresa. He visto algun video suyo estos dias. Agnes que viene de cordero le bautizaron. Hablaba de los pajaros como usted. Al ver él blog me he acordado. Si Dios cuida así de Catalina como cuidara del Homo sapiens. Cuando veo corvidos no me acuerdo de los sacerdotes. Digale a Catalina que le llame por su nombre. Solo faltaba. El Domingo fiesta grande.
Ah, los pájaros se van antes del huracán? Pues me fijaré porque anuncian que el huracán viene para acá. Supongo que serán solo los restos pero que va a caer agua...
Ojalá fuera solo una tormenta.
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