Alguien, quizá Kloster, escribió en cierta ocasión: "no me contéis las respuestas; las conozco todas. Lo importante es saber qué pregunta corresponde a cada respuesta"
Dicho de otra forma: es irrelevante lo que yo contestara al chaval de las mentiras o a Rebeca. Lo que vale de verdad siempre son las preguntas.
(Al niño le dije que sí, que a veces los mayores mienten, pero sus papás no. Y a Rebeca le contesté que en el Cielo tendremos una memoria millones y millones de veces más gorda que la que tenemos ahora. Y nos querremos millones y millones de veces más. Todo lo cual es teológicamente cierto).
1 comentario:
¡Qué bonita la respuesta a Rebeca!
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