Sigo
en La Acebeda. Estamos ya en el tercer día de un curso de retiro y he empezado a comentar
en las meditaciones algunas escenas de la vida de Jesús. Es sencillo predicar
así, dejándose llevar por cada una de las historias que narra el Evangelio, sin
forzar el texto, procurando sólo escuchar lo que el Señor quiere decirnos en
cada suceso.
Dentro
de diez minutos hablaré del encuentro de María con su prima Santa Isabel en la
aldea de Ain Karín. He preparado un pequeño guión, pero sospecho que no me
servirá para nada. Si acaso, para conjurar el peligro remoto de quedarme en
blanco.
He
terminado la meditación y salgo al pequeño jardín de la zona que ocupa el
sacerdote. Este año han llegado tres parejas e golondrinas, y ya están en plena
tarea de elaboración de sus nidos. Mi pareja predilecta lo está construyendo en
el tejadillo donde suelo aparcar el coche. Lo han puesto a la altura de
la mano y a veinte centímetros de un inquietante nido de avispas construido en barro. No estoy muy
seguro de que hayan acertado en la elección.
Me
siento en el porche y contemplo el espectáculo de las golondrinas, que suben y
bajan, entran y salen, como balas silenciosas de una precisión absoluta. Me
gustaría fotografiar el vuelo, sobre todo cuando pasan a escasos centímetros de
mi cabeza; pero comprendo que eso es imposible.
De
vez en cuando interrumpo la escritura para atender a alguien que viene a
charlar conmigo. Ahora, por ejemplo.
Seguiré mañana.
5 comentarios:
Otra vez de retiro???? Ya ya se q predicando ....pero si le deben salir las meditaciones de carrerilla!!!
No lo sabes tú bien...
esas charlas completan los retiros. Rezos, mediaciones, lecturas...todo tiene más fuerza si se ajusta con un buen paseo y una buena conversación.
Felicidades por la liga, don Enrique! Ahora, la Champions.
Esto de ser de pueblo tiene sus ventajas marchando de uno a otro. De Nazaret a Ain Karin pasando por Jerusalén me imagino como por Madrid y lo de ver como se organizan para hacer sus nidos las golondrinas, mira que son perseverantes todos los años vuelven al mismo sitio para construir su casa. Adiosle
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