A mí también me ha gustado mucho esta carta que Andrés Aberasturi dirige a Alvaro, el hijo de nuestro seleccionador nacional. La publica el Diario de Navarra y me la remite Pascalle.
Te escribo esta carta cuando aún no han
empezado los líos de las celebraciones oficiales y por eso no sé si tu padre,
el hombre al que sin duda tú enseñaste a ser tranquilo y a relativizar el dolor
del fracaso y el fulgor del éxito”. Te mandaba esta misiva, querido Álvaro,
hace cuatro años casi por estas mismas fechas. Tu padre, don Vicente del
Bosque, no era aun marqués y había llevado a la selección española de fútbol a
lo más alto de su historia: nos hizo a todos campeones del mundo y aquello fue
un aquelarre de alabanzas, un despliegue de coronas de laurel, elogios y
multitudes que esperaban a los héroes. La historia se repite, Álvaro, pero esta
vez nadie ha preparado nada para los “fracasados”, no hay programadas
recepciones, ni paseos triunfales, y ya habrás podido leer en más de un medio
como a don Vicente se le convierte en villano y hasta se le llama monigote
manejado por un determinado equipo. Oye y lee todo esto que se dice y se
escribe sin una brizna de desprecio por quien lo diga o escriba; incluso el
desprecio sería excesivo para quienes sólo esperan el momento de lanzar
quijadas de burro contra el corazón de los héroes derrotados. No interesan.
Cuando entonces, en aquellas horas donde
todo eran homenajes y sonrisas, palmadas en la espalda y hermosas frases como
“siempre hemos creído en ti”, tú dijiste a una cadena de televisión que te
sentías orgulloso de tu padre, que siempre le querías ayudar y que tu corazón
estaba con él. Y ahora viene lo complicado para muchos y lo sencillo para ti: seguir
sintiéndote, en la tremenda derrota, igual de orgulloso, seguir ayudándole y
seguir poniendo tu corazón al lado del suyo. No te va a costar nada porque
estoy seguro que el corazón de don Vicente del Bosque late al mismo ritmo desde
hace muchos años porque desde hace muchos años conoce la dos caras de la
moneda, la de la gloria y la del desastre y sabe que las dos son igual de
mentirosas.
Latió su corazón junto al tuyo cuando su
equipo del alma le llamó para que lo entrenara, le hizo campeón no sé cuántas
veces y le despidieron, un día después de su último triunfo, porque no daba
como “galáctico”. Qué error, qué inmenso error por el que nadie aún se ha
disculpado.
Pero tu padre, Álvaro, pase lo que pase,
ya tiene un lugar en el corazón de la inmensa mayoría de los españoles; su
bonhomía, su humildad, sus ganas de que nos cuidemos el colesterol, esa
tranquilidad que demostró cuando estaba en la cumbre y que fue igual que hoy, a
unas horas de que todo concluya en medio del fracaso, eso, ya te lo dije entonces,
estoy seguro de que en parte es obra tuya, de que a tu padre se le entiende a
través de ti, se le nota a la legua que tu ayuda ha sido indispensable para ser
la persona que es y que junto a su corazón, late el tuyo porque los corazones
no saben de síndromes ni cromosomas.
Hoy no suenan las campanas de gloria,
pero cuando llegue esta vez a casa y te abrace después de tantos días y te diga
sonriendo que esta vez no va a poder ser, que no vas a ir con ellos en el
autobús porque nunca hay autobús para los perdedores, dile de parte de mucha
gente, de muchos españoles agradecidos, que su éxito no ha sido un mundial y
dos eurocopas sino esa lección de equilibrio y coherencia con la que ha
encarado siempre el éxito y el fracaso. Eso sólo saben hacerlo los hombres
buenos. Y así es don Vicente del Bosque
9 comentarios:
Si fuera una Oración solo diría "Amén".
Doy gracias a Dios por hombres buenos como D. Vicente, precisamente en un mundillo de famoseo y dinero donde lo de menos son las personas. Gracias por mostrarnos las cosas importantes,
Yo solo puedo añadir:¡Y olé la madre que los parió! Adiosle
Cuanta verdad hay en ésta carta,y cuanto hace pensar y reflexionar de
como nos comportamos en ocasiones,
mal, claro está.
Ha sido emocionante leer la carta y
no se sabe decir con palabras.
Igualmente me ocurre con otras entra
das que usted D. Enrique tiene a bien de compartir en el Globo y las
leo una y otra vez, necesito entenderlas bien.
¡Viva don Vicente del Bosque! Un hombre sencillo y equilibrado, con los pies en la tierra, que no se deja inflar por las alabanzas cuando triunfa, ni desinflar por las puyas cuando no triunfa. Yo de mayor quiero ser como él.
Preciosa carta, ya podia el rey haber recibido con tanta premura a los padres con hijos con sidrome de Down,en vez de recibir a los gays y lesbianas, que conste que no tengo nada en contra de ellos. Pero que diga en su discurso que son un ejemplo para la sociedad me parece una " real tonteria" los autenticos heroes de la sociedad somos los padres de familia numerosa y los padres con hijos con minusvalias.¿ a ver cuando nos recibe a nosotros?
Anónimo, creo que lo de l "ejemplo para la sociedad" lo decía por las ONG, a las que también recibió.
En hora buena a los heroes!
Efectivamente los padres de las familias numerosas junto con los padres de los hijos con alguna minusvalia son los autenticos heroes de la sociedad.....junto con muchisimas más personas que no tienen ésa idiosincrasia...pero tienen otras diferentes...A ver si no estais de acuerdo!
La reina demostró mucha empatia con los gays,(no estaba obligada a ello)fué su real granito de arena y asi continuará..
Poniendo sus reales granitos de arena!
Ahora está más contenta que antes ....ya es la reina...y podrá demostrar lo "real"que es para los españoles tenerla de reina.
Con recibirlos y tratarlos con el mismo respeto que al resto de las ONG era suficiente para una reina,pero no...empatizó y hasta le regalaron un cuento a las infantas sobre una familia gay y sus retoños.
Precioso!
Está muy bien escrita y transmite valores.
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