El albatros viajero es el ave de mayor envergadura que hay en este Planeta.
Todos los años
pongo un breve comentario en el blog sobre la fiesta de hoy.
Resulta
significativo que dos apóstoles tan importantes compartan una misma fecha y una
sola solemnidad. ¿No sería más justo dedicar un día a cada uno?
La respuesta es
evidente: escribí el año pasado que San
Pedro y San Pablo son las dos alas de la Iglesia. Las dos son necesarias; con
una sola, la Iglesia iría (perdón por la broma) “de ala”.
Por tanto deben
estar unidas y bien unidas. Juan Pablo II dijo, respondiendo a un periodista, dijo que sí, que él era el sucesor de Pedro, pero que el Señor quería que sucediera
también a Pablo. De ahí sus frecuentes viajes apostólicos por todo el mundo.
Hoy se diría que
la Iglesia vuela más alto y más lejos que nunca alentada por el Papa Francisco. Cruza océanos como el albatros y desafía las tormentas y las tempestades. Agradezcámoslo a Dios, y no demos demasiado crédito a los que pretenden resumir
la doctrina del Santo Padre en un titular de prensa o en un tweet.
Las dos alas
siguen surcando el cielo bien unidas, al ritmo que el Espíritu les marca.
5 comentarios:
Una foto chulisima!!!
Y gracias por estas palabras suyas que me ayudan a rezar mas por el Papa.
Feliz fiesta
D. Enrique el leer su escrito ha sido reconfortante y esperanzador.
Ya se que no le gusta mucho los elogios, pero con permiso...bravo!!-
El ave de la fotografía, con esas
alas, es magnifica, preciosa,al igual que lo que ha tenido a bien
de compartir....de gran envergadura.
Gracias.
Ευχαριστώ!
Espectacular foto !y...mejor si cabe el magnifico comentarío!
Gran momento de inspiración!
Una vez leí que el vuelo de un ave es uno de las mejores representaciones de lo que verdaderamente es la libertad.
Es algo curioso, porque un ave que vuela bien, lo que hace es elegir bien su ruta en función de las corrientes y se deja llevar..., realmente no elige la dirección del vuelo, ya que muchas veces elige la corriente más propicia para elevarse bien. El ave tampoco es autosuficiente, no es todo autopropulsión, ya que se ayuda de las corrientes, del tiempo. Tampoco se empeña en volar cuando llueve o truena como haríamos los humanos si tuvieramos alas. Digamos que depende de la naturaleza, no es autosuficiente, se deja llevar
y son embargo su vuelo resulta bello y muy libre. A lo mejor, más que una representación de la libertad, resulta una representación de lo que deberíamos hacer nosotros respecto a la voluntad de Dios.
Gracias Don Enrique!!
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