Hoy he recibido más de un centenar de comentarios-spam elaborados, como sabéis, por robots estúpidos. Google detecta a casi todos los intrusos y los envía al basurero, pero aun así, muchos se me cuelan por las rendijas del globo y tengo que eliminarlos yo uno a uno.
No tengo más remedio que contraatacar con el consabido sistema de pedir a los comentaristas que descifren unos caracteres torcidos para demostrar que no son robots ni antropoides camuflados.
Comprendo que es una lata, pero no se me ocurre otro sistema. Dentro de unos meses volveré quitaré el filtro. A ver si para entonces las máquinas se han cansado de tomarme el pelo.
4 comentarios:
¡Vaya!, lo dice quien no es robot. ¿Qué ganarán o por qué lo harán si no ganan nada?
Sí que ganan. Los spam son siempre publicidad de algo que se vendé por Internet
y no siempre recomendable para vender, por eso lo manda un ordenadore.
No se preocupe don enrique, encantados de mostrar que tenemos alma!
Don Enrique, eso nos pasa a todos, aunque no en la misma cantidad: llegan muchos spam. A usted le pasará más porque quizá su globo tiene más audiencia.
A mí me llegan sobre todo a la dirección de mi correo electrónico; pero ya digo, tampoco son tantos afortunadamente.
Un abrazo.
Publicar un comentario