martes, 5 de junio de 2007

Un Consejo de las Familias para gobernarlas a todas

El Colegio Peñacorada, de León, me envía periódicamente por correo electrónico su boletín de actividades, en el que también se recogen artículos de interés para las familias.
Ayer se hacían eco del que ha publicado
Carlos Martínez de Aguirre, catedrático de Derecho Civil en la Universidad de Zaragoza, a propósito del recién creado “Consejo Estatal de Familias.” Vale la pena leerlo. Aquí está.

Es conocido el planteamiento que da lugar a la historia desarrollada en El Señor de los Anillos: Saurón, con ayuda de los bienintencionados elfos herreros, forja anillos de poder, que entrega a los Señores Elfos, a los Reyes Enanos y a los Reyes de los Hombres. Ocultamente, forja también el Anillo Único, que tiene poder sobre todos los demás: «Un anillo para gobernarlos a todos». Los anillos menores son simplemente el instrumento dirigido a permitir el dominio del Anillo Único sobre las tres razas, y al final sobre toda la tierra.

Salvadas las distancias (que son grandes), esto es lo que me ha venido a la cabeza cuando he podido leer el Real Decreto de 11 de mayo de 2007, por el que se crea el Consejo Estatal de Familias, y el Observatorio Estatal de Familias. Veamos por qué.

La finalidad del Consejo es en sí muy loable: se trata -dice el Preámbulo del Real Decreto- de crear un cauce que canalice la participación y la colaboración con el movimiento asociativo del ámbito familiar; eso sí, «teniendo en cuenta la diversidad de situaciones, modelos y problemáticas familiares existentes en una sociedad democrática y avanzada como es la sociedad española de principios de siglo XXI, tratando de integrar en su seno esa pluralidad de sensibilidades y enfoques». Además, de acuerdo con el artículo 1.3 del citado Real Decreto, «el Consejo y el Observatorio Estatal de Familias tienen la finalidad de institucionalizar la colaboración y la participación de las familias a través de las asociaciones que representan o defienden sus intereses en la definición, aplicación y seguimiento de las políticas que les afecten en el ámbito de competencias atribuidas a la Administración General del Estado». Para ello, el Consejo Estatal de Familias tiene como funciones, entre otras, realizar el seguimiento de las políticas públicas relativas a la familia, formular propuestas y recomendaciones a la Administración, y emitir dictámenes sobre los proyectos normativos u otras iniciativas de la Administración relativas a la familia.

Hasta ahí, todo tiene muy buena pinta: un órgano aparentemente encargado de hacer llegar la voz de las familias hasta el Gobierno, de presentarles sus problemas e inquietudes, de facilitar la «perspectiva de familia» en relación con las políticas o proyectos normativos desarrollados o a desarrollar por el Gobierno central.

¿A quién representa en realidad?

Los problemas vienen cuando se comprueba la composición del Consejo Estatal de Familias: un total de 38 miembros, de los que diecinueve -entre los que están el Presidente y el Vicepresidente del Consejo- proceden de la Administración, y otros diecinueve son representantes del movimiento asociativo de ámbito estatal que representan o defienden los intereses de las familias. Esto quiere decir que el Consejo, cuya función parecía ser hacer llegar al Gobierno la voz de las familias, está formado decisivamente por representantes del Gobierno. Esto garantiza a su vez que, con independencia de los debates internos, cuando el Consejo de Familias haga llegar su opinión al Gobierno, éste oirá en realidad su propia voz, y no la de las familias, lo cual será así aunque todos los representantes de las asociaciones familiares hayan votado en el mismo sentido: el voto de los consejeros gubernamentales, unido al voto de calidad del Presidente, decidirá a favor del Gobierno. ¡Y ésa será formalmente la voz de las familias! El Gobierno podrá después exhibir el informe favorable del Consejo de Familias, y hacer frente así a las críticas que le lleguen desde las asociaciones familiares.

Más cosas podrían decirse sobre la tipología de asociaciones familiares con representación en el Consejo, y sobre el sistema de selección, que dan una vuelta de tuerca más a favor del Gobierno (¡nunca está de más atar bien todos los cabos!)

Por eso, creo que en realidad se trata de un Consejo Estatal de Familias dirigido a gobernarlas, a suplantarlas, y a contrarrestar, por ejemplo, la contestación familiar que este Gobierno ha experimentado a lo largo de la legislatura. Y el anillo que se ofrece a las asociaciones familiares son los puestos en el Consejo, que aparentemente les dan mayor proyección y capacidad de influencia. Pero al final, lo dicho: un Consejo para gobernarlas a todas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Este Consejo Estatal de las Familias parece tan peligroso como el "Anillo Único" que forjó Saurón. Gracias por avisarnos.

Anónimo dijo...

Ahora sólo hace falta un frodo que queme el Real Decreto en los fuesgos del monte Oronduin, que en español se dice Moncloa.

Anónimo dijo...

Así las cosas, habrá que conseguir que un Gobierno modifique el RD para que los miembros del Consejo Estatal provengan al 100% de la sociedad civil, y no de la Administración.

O mejor aún, un Gobierno que prohiba a cualquier funcionario del Estado o cargo electo pertenecer a consejos estatales. ¿Qué es eso de un Gobierno que se aconseja a sí mismo? ¡Es absurdo! Pero tan dulcemente intervencionista, mmmmmm

De todas formas el Estado del Bienestar es una manzana envenenada, porque (parafraseando a Joaquín Garrigues Walker -creo-) es más fácil vivir esclavo que vivir libre, y por eso muchos renuncian de buen grado a su libertad.

Lo siento, chicos. El último eslógan de Renault "elige el camino difícil" es sólo humo. No lo quieren decir de verdad. Pero habría que tomarles la palabra.

(y una maratooooon wo wo wo)

Me voy a dormir, que Marta y Jaime me esperan. ¡Buenas noches!

Marta Salazar dijo...

real decreto? y así dicen que estamos en el s. 21!?

el lenguaje citado, me recuerda al corporativismo italiano de la época de Mussolini.

muy bueno su art.!

Altea dijo...

Así que era eso por lo que corrían de un lado a otro los enanos y demás bichos en el Señor de los Anillos. Nunca conseguía enterarme, con lo simple que era.
Respecto a lo del decreto, de no ser por lo trágico del asunto, sería para echarse a reír. Me recuerda a un chiste de Mafalda, en el que después de leer en el diccionario la definición de "Democracia" (Sistema de gobierno en el que el pueblo toma las decisiones), Mafalda se pasó el resto de viñetas riendo a mandíbula batiente, con la perplejidad de su familia, que no sabía de qué iba. Aquí tampoco hay manera de tomar la palabra, está visto

Juanan dijo...

Si esto es así, me parece una burrada digna del más postmoderno de los estados totalitarios. Pero aún tengo mis dudas...

¿Los 19 consejeros salidos de la Administración a quién o a qué se supone que representan? ¿Y los otros 19 no serán de movimientos como el foro español de la familia? ¿O me estoy haciendo un cacao mental yo solito con mi ignorancia?

Ay, no entiendo nada. Lo único que entiendo es que esto se parece a lo de los anillos, un caramelo con trampa. Pero no acabo de entender por qué.

. dijo...

Vaya. ¡Un brindis!

Por lo menos es algo más que lo que hizo el PP cuando estuvo gobernando 8 años. Llegó al poder en el 96 y la ley de protección a las familias numerosas vio la luz en 2003, de manera que no se pudo aplicar hasta el 2006 porque se aprobó el reglamento que la desarrollaba el 31 de diciembre de 2005.

En esa Ley se preveía la creación del Observatorio de la Familia.

Mediante la creación del Consejo, se supedita en su seno al Observatorio, con varias pegas más: la representación de las asociaciones familiares viene designada ya en el Real Decreto (no nominalmente, pero sí en cuanto a su índole), se reúne una vez al año, las conclusiones no son vinculantes, y además se encuentra bajo el paraguas del Consejo Estatal, con lo cual... un brindis al sol. Máxime con la paridad existente entre los representantes de las distintas administraciones públicas y los movimientos asociativos. La idea es involucrar a representantes de los distintos ministerios para hacerles llegar las necesidades de las familias, y que estas sean tenidas en cuenta en el desarrollo de las políticas de cada ente ministerial. Lo malo es que no sirve de nada, puesto que la mayoría de las competencias en materias que afectan a la familia y a la política familiar, están transferidas a las Coumunidades Autónomas.

Un brindis al sol.

Pero para brindar hay que tener copa, y el que se brinde a las asociaciones la oportunidad de pelear en el seno del Consejo o el Observatorio no es del todo malo.

Anónimo dijo...

Esto es como todo. La calidad depende de la fuente y hasta que no cambiemos de fuente no vamos a parar de sacar "gazapos".

Entre esto y la educación para la ciudadanía tenemos que empezar a aprovisionarnos. Lo siguiente es el racionamiento de alimentos.

Si la historia se estudiaba era por algo...