Divorcios guays
No sé si alguna vez perderé por completo mi capacidad de asombro. Hoy he comprobado que, por el momento, aún me sorprendo y hasta me escandalizo al contemplar las lamentables costumbres que va creando la especie humana.
M.L. me cuenta en un e-mail que ya se ha consumado su divorcio. Los niños “gozarán” de la custodia compartida y su padre ha organizado una fiesta para celebrarlo. Una empresa especialista en eventos se ocupa de todo. En principio participarán del jolgorio sólo los invitados del ex marido; pero la ex esposa ha recibido una invitación por si quiere participar.
Omitiré los adjetivos con que adorna su mensaje la cónyuge en cuestión; pero me ha producido escalofríos el estrambote final: “Le he dicho a J. que cuando le quiten la próstata, que será enseguida, la entierre solemnemente y organice un evento para celebrarlo con la banda del pueblo. A esa fiesta sí que iré con los niños…” etc.
No os preocupéis; mi consejo ha sido templado y prudente. Rezaré para que se produzca el milagro de la reconciliación, pero me temo que habría que apretar unos cuantos tornillos en la sesera del “ex”.
11 comentarios:
Buenos días Don Enrique y a todos los "globeros".
Desgraciadamente estas empresas existen desde hace ya un tiempo, junto a aquellas que te ofrecen "vacaciones de infidelidad" a modo de ¿experiencia?
Si esos negocios funcionan, ojalá no demasiado en el futuro, el problema es más de la propia sociedad que los consume.
Es penoso, pero siempre nos irán sorprendiendo las combinaciones para ganar dinero sin importar los m edios. Y la Moral no puede legalizarse de modo que depende de los propios medios de la sociedad.
¿Seremos capaces? A la pobre M.L. ojalá al menos J. acabe pidiéndole perdón, aunque sea al final.
Qué poco ecológicos, de verdad.
Me temo que hay tantas seseras con tornillos a apretar...
Yo también me asombraba hace relativamente poco cuando me contaban esto que usted cuenta, que ya se organizan -con empresas dedicadas a ello- "despedidas de casado", para "celebrar" ¿? los divorcios.
Gonzalo, y luego se quejan de que la boda es un desembolso de dinero considerable.
Creo que esa fiesta, en la que además tu gasto personal va aumentar, me parece más absurdo todavía.
Y hablo en general, no de este caso particular que no habla D. Enrque.
He acabado riéndome por su sentido del humor...pero según vi la imagen de la tarta, casi se me saltan las lágrimas.
Esta mañana, una amiga mía me ha dicho que su marido se quiere divorciar. A ella le ha pillado por sorpresa y está fatal, tirando del carro familiar -como siempre- para que el daño sea el mínimo.
No consigo acostumbrarme a esto. ¿Soy rara?
D. Enrique, a veces quiero decir algo, pero son tantos los sentimientos que no sé ni cuál escoger ni cómo expresarlos. Su entrada de hoy es una de las que me producen este estado. Me da pena, rabia, impotencia... ver cómo se trivializa algo tan importante, cómo se celebra el fracaso de lo que debería ser un proyecto vital. Si esto lo trasladamos a un proyecto empresarial a nadie se le ocurriría celebrar la quiebra de su propia empresa y el dejar a los empleados en paro ¿no?
Sentido común ¿dónde te has ido y cuándo piensas volver?
Saludos apenados.
Sin palabras. Pa empezar cada vez se lleva menos la tarta solo en celebraciones pero en este caso con unos cucurullos es más que sufi. Ahora lo que se lleva en fiestas es fruta y helado bicolor: melon con h. de pistacho y kiwi con h. de nata. no queda nada. Contraste y une un montón más que separar. Que es triste y no va. Adiosle
Menudo contraste, justamente ayer por la tarde estuvimos enseñando a los niños el vídeo de la boda. Noté que mi marido, su amigo, se emocionaba un poco. Y almu empezó a dar saltos por el salón cuando reconoció al cura oficiante de la Boda y empezó a gritar su nombre de pila... Fue muy divertido.
Por cierto, los modelitos de gafas que llevábamos todos eran tremendos, je,je empezando por el de usted.
Dentro de dos meses cumpliremos 18 años. ¡¡ Qué gozada!! y todos seguimos tan guapos... o más.
Mercedes, has dado totalmente en el clavo.
Está claro que el sentido común no ha huido de todas las seseras...
Yo lo animo a no dejar de sorprenderse, don Enrique. Esa es la mejor medida para estos asuntos.
Que Fuelte!!!!
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