La perspectiva

Me explicaba un tinerfeño con cierta sorna que "Padre Dios" creó la Gran Canaria para que desde allí se pudiera ver mejor el Teide, que, como es sabido, está en Tenerife. No sé desde dónde está tomada esta foto, pero no cabe duda que la perspectiva es muy importante.

Mi amigo y yo hablábamos de los problemas de nuestra tierra, de cómo han cambiado las cosas desde los años ya lejanos del colegio.

―Hasta el Serantes parece otro ―le dije bromeando―.

Él sin embargo trataba de llevarme a su terreno; a las peleas de partidos y a los nacionalismos más o menos radicales. Le expresé mi convicción, no política sino ética, de que lo que llamábamos “Gran Bilbao” se ha ido aldeanizando con los años de tanto mirarse al ombligo.

―Ser católico ―remaché― es tener corazón universal, y no nos vendría mal examinarnos de vez en cuando de esta asignatura.

Él torció el gesto medio ofendido y acabó por decir: 

―Hay que estar aquí para entender los problemas…

―Ya.

Es curioso cómo calan las frases hechas. Yo siempre he pensado lo contrario: que para entender un problema complejo viene bien alejarse, contemplarlo desde lejos, con perspectiva histórica y geográfica. El cerebro humano no se atrofia al llegar a Burgos.

―¿Y por qué no se lo dijiste?

―No te metas en esto, Kloster. No lo entenderías… Tendrías que ser de aquí.