jueves, 8 de marzo de 2012

La Primera Confesión

Esta mañana aparece en "Alfa y Omega" este breve artículo que me pidieron la semana pasada. Sigo en reparación hasta el finde, pero ya que ha salido en papel...


Me piden que explique con una anécdota cómo los niños más pequeños a veces consiguen que sus padres se acerquen de nuevo a Dios.
¿Una anécdota? Lo difícil es elegir entre las cien o doscientas que uno recuerda.
A punto de empezar la primavera, las niñas de 3º de Primaria, del colegio Aldeafuente, se preparaban llenas de entusiasmo para acercarse al sacramento de la Penitencia. Unos meses más tarde harían la Primera Comunión.
Pero una niña de esa edad aún no ha aprendido a ofender a Dios –dijo la mamá de Marta–.
Ojalá no apruebe nunca esa asignatura  –le contesté–. Pero lo importante es que ya sabe pedir perdón. Y cuando tú le perdonas, le encanta que le des un par de besos, ¿no? Pues exactamente eso será para ella la  primera Confesión.
Con el examen de conciencia, las niñas entraban en trepidación. Sabían muy bien que aquello no era un juego, pero, a los 7 años, jugar y vivir es lo mismo.
Yo tengo cuatro pecados, ¿y tú?
Yo nueve.
Jo.
Luego, en casa, hacían los deberes con papá y mamá.
Lo de los deberes me lo dijo otro padre, cuyo nombre no recuerdo.
Estos deberes son más difíciles que los otros. Ahora, mi hijo está empeñado en que hagamos juntos el examen de conciencia. Y luego, ya verás…
En efecto. Lo veía. No una vez, sino muchas, el primer penitente era papá o mamá.
 Ave María Purísima. Que me ha dicho la niña que yo también tengo que confesarme… Y han pasado tantos años… 
¡Si supierais cómo se palpa la gracia de Dios al otro lado del confesonario! 

19 comentarios:

Relicary dijo...

Me estoy acordando de las palabras del personaje del adre Brown creado por Chesterton. El simpático curita refería que había conocido el alma del ser humano especialmente en el confesionario.

Se aprende mucho con estas anécdotas. Supongo que el mismo confesor puede sacar temas para meditar más tarde.

De paso, y sin ser pelota, gracias por darnos un post hoy a pesar de la apretada agenda.

¡Buenos días!

Mercedes dijo...

¡Qué bonito! Y viva la inocencia y la sencillez de los niños. Muchas gracias.

Fernando dijo...

Me alegro de su retorno, Don Enrique.

Su post es simpático, pero trata un tema muy difícil, que yo veo estos días, cuando mis sobrinos se preparan para la Primera Comunión. ¿Cómo se les puede hablar de la seriedad del sacramento si sus padres no lo practican? Para ellos nunca será algo serio, sino una simple ceremonia, previa a la Comunión. Así pasó con mis sobrinos mayores, que no creo que hayan llegado a la 2ª confesión.

Es inútil predicar si no tienen el buen ejemplo al lado.

Enrique Monasterio dijo...

Tienes razón. "La educación de los niños empieza 20 años antes del nacimiento de sus padres" (San Josemaría).
Por eso un buen colegio debe ocuparse de los padres, los profesores y los alumnos, PRECISAMENTE POR ESTE ORDEN.

Anónimo dijo...

GRACIAS Don Enrique ¡¡¡la confesion que importante¡¡¡

Anónimo dijo...

Que buena señal D.Enrique esto es que ha mejorado,de todas las formas sigo rezando,y tómelo con paciencia.¡Ah! Dios también se vale de los niños, para convertir a los mayores.

Belen dijo...

Entro y le encuentro,¡que alegría!
con este post tan bonito y la foto...una bendición.

Un cariñoso saludo :D

yomisma dijo...

La confesion de los niños es una de las cosas mas bonitas y sencillas que uno puede contemplar. Van sin miedo ni vergüenza porque saben que es Jesús al que van a encontrar siempre con los brazos abiertos. Y los que sus padres no practican por cualquier motivo hacen testimonio aunque solo sea una vez. La Gracia suple, uno no tiene que nacer sabiendo...

pacita.. dijo...

Hombre que alegría encontrarle ! mi hijo pequeño hizo su primera comunion en la misma fecha que la hice yo (fue una casualidad)

Mariano dijo...

¡Qué poco "políticamente" correcto es la Confesión! ¿Verdad?, pero ¡Qué correcto,importante, bueno, necesario, beneficioso, etc. etc.... es pedir perdón!
Me alegra volver a verle, aunque sea de manera temporal y, por cierto.............¡Qué tiempos los de Aldeafuente!......

Anónimo dijo...

¿Se da cuenta de que todos los que comentamos hoy, hemos "entrado en el globo"?. ¿Seremos globodependientes? No nos deje....¡queremos de esa droga!
Un abrazo y a descansar..

LAH dijo...

Cómo se vale Dios de todo para que nos acerquemos a El, es fantastico!

Vila dijo...

Ver a mi hijo la semana pasada haciendo su primera confesión fue toda una lección . Ojalá no perdamos nunca esa sencillez y confianza con la que lo hacen ellos.

Anónimo dijo...

Y lo bien que se lo pasan los confesores con los mini-confesandos, de ahí las penitencias tan simpáticas que les ponen, empezando por la de tomarse un par de huevos fritos; o aquella de... "enseñame esas zapatillas nuevas que traes", a lo que el pequeño penitente se separa del confesonario y da una vueltecita; y tambien la de ..."juega una partida de tenis con tu padre"... Dios se tiene que tronchar de risa!.

Marite dijo...

Que padre que ya este de regreso!!!!!! Le necesitamos!!!!!

Marite

Relicary dijo...

Me gusta lo que ha comentado Don Enrique. Como futuro padre, espero, es una frase que viene bien.

Quiero compartir una anécdota con los viajeros del globo. Recuerdo que cierto primo mío tuvo la desgracia de tener una insoportable voz de pito en su infancia.

Tras salir de su primera confesión, le pregunté qué tal le había ido. Lo que me contestó casi me hizo caer del banco: "Me ha confundido con una chica por mi voz".

No se le olvidará nunca ese momento, desde luego, y hoy en día nos lo recordamos entre risas y cervezas.

Belen dijo...

D.Enrique,menudo pedazo de partido.

¡¡¡AUPA ATHLETIC!!!

Y esa afición...se merece una ola.

Un cariñoso saludo y mi oración.

Lucía dijo...

Si, yo soy catequista de ninnos que van hacer este anno la primera comunion y me preocupa mucho el hecho de que parece que tienen este hermosisimo sacramento olvidado, lo tienen ahí como algo secundario...a veces creo que necesitan un anno mas de preparacion para recibir dos sacramentos tan grandes...no se, solo quiero que los reciban con mucha ilusion y no por cumplir.
Gracias por este post D.Enrique.

Marian dijo...

Cada vez que veo a alguno de mis hijos entrar en el confesionario se me salen las lagrimas de emocion, y le doy gracias a Dios.