Este
año, en la segunda semana de cada mes, me organizan un carrusel de retiros de
lunes a viernes. Como el temario es prácticamente el mismo, lo importante es
preparar las dos primeras meditaciones e incluso llevar un pequeño guión. Luego
me repito sin repetirme. Quiero decir que, en realidad, nunca digo las mismas
cosas; pero la melodía no cambia, y las dos o tres anécdotas que cuento se van
coloreando solas.
Ayer,
lunes, recordé una vez más aquellos veleros blancos del Parque del Retiro, que
tanto juego dieron en la JMJ: los confesonarios.
A
Juan, un sacerdote que se pasó allí muchas horas, un amigo le preguntó con
cierta ironía:
―¿Y
tú qué haces aquí? ¿Reparaciones espirituales?
―Más
que eso ―contestó―: aquí se resucitan muertos.
La
anécdota me sirvió para media meditación. Durante la otra media comenté algo
que leí en una revista. Parece ser que un chico se acercó a los confesonarios
para sacar una foto, pero uno de los voluntarios de la JMJ le detuvo:
―No se pueden sacar fotos. Hay que respetar la intimidad de los penitentes…
Pero
el chaval, con un lagrimón a punto de caer, le contestó:
―Es
que ese señor que se confiesa ahora no lo había hecho desde hace 40 años. Es mi
padre y quiero que tenga un recuerdo.
10 comentarios:
Por un lado recuerdo las palabras de Cristo a través de la parábola: "Estaba muerto y ha resucitado" Sobran explicaciones.
Respecto al chico chino, debe ser un momento muy emocionante. Cierta persona muy cercana a mi ha comenzado a ir a misa hace poco. Rezo para que sea perseverante.
Don Enrique, ¿hay alguna forma de que si ponemos algún comentario en el globo, un email nos avise de que hay respuestas? Antes de este lavado de cara, lo había.
No tengo ni idea. Yo no he cambiado nada en el blog. Supongo que eres tú quien debe hacerlo, pero no sé cómo.
Tiene razón Relicary, antes había una opción de que te avisaran si había nuevos comentarios. Ahora yo no la veo.
En cuanto a la entrada, me sigue emocionando el recuerdo de aquellos veleros blancos, las colas para confesar. Los chavales, y no tan chavales, de rodillas o sentados, vaciando el baulario. El ambiente de alegría que se respiraba en aquella calle del Retiro. Fue algo increíble, único.
Emocionante.
Yo no estuve en la JMJ,pero si estuve enganchada a la 13tv toda la semana...ya se que no es lo mismo...pero la emoción,aunque desde muy lejos,fué enorme.
Un cariñoso saludo.
Me pondré las gafas de leer, a ver si descubro qué narices han hecho los de guguel
MUY BUEN ÁNIMO! A lo hecho pecho, yo me confesaré mañana si Dios quiere, que seguro que quiere por mi parte no me faltan ganas, eso si que es aligerar el fardo. no perdais la ocasión, ¡YA! Adiosle-pido
Veo que ha vuelto con las pilas cargadas, dispuesto a trabajar el lado sensible de su nutrida clientela. ¡Bien hecho!
Lo de recibir aviso de nuevos comentarios se ha vuelto poco más complicado. Hay que ir a la configuración de la propia cuenta y en la zona de 'blog a los que sigo' modificar las preferencias. Pero no lo han puesto fácil.
Gracias por la información, Carlos. Probaremos.
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