jueves, 15 de mayo de 2014

Presencia de Dios

Aún no he tenido tiempo de veros, pero sé que estáis aquí: golondrinas, vencejos, aviones, alondras, cucos, alcaudones, oropéndolas… ¡Las aves de la primavera!
Oigo vuestros cantos a todas horas. Aunque tenga los cinco sentidos ocupados en una tarea absorbente, allí, en el fondo de mi conciencia, noto que estáis, e identifico cada canto con los oídos del alma siempre alerta. También en sueños. Ayer me despertó el silencio inesperado del autillo, que dejó de emitir por un instante su silbo rítmico. Me puse en pie alarmado.
―¿Qué ha ocurrido?
―No te inquietes ―me respondió mi ángel―. Se ha tomado un descanso. Enseguida reanudará su canto.
Cerré los ojos de nuevo y me susurró el Custodio:
―Procura tener presente a Dios igual que a las aves. Aunque trabajes mucho, aunque no le digas nada, aunque estés dormido… ¿No oyes el canto de tu Señor?
 

25 comentarios:

yankee dijo...

Qué bonitooooo!
Gracias por recordarnos que Dios está siempre por encima de todo. A veces se nos olvida.

pacita dijo...

Uf Pater!!!! A mi me pone nerviosa parece un despertador ese pitido cte

Cordelia dijo...

Gracias, de nuevo

Enrique Monasterio dijo...

Cordelia, tus siempre escuetas "gracias" me conmueven más que cualquier elogio.

Vila dijo...

Creo que no me vendría nada mal aprender algo de esa finura de oído que usted describe.

Supongo que será a base de práctica y años de constancia (lo de los años va sin faltar ehhhh ;) )

yomisma dijo...

Esta ud de un abuelo.....yo tb le doy las gracias, aunque comprendo que las de Cordelia son conmovedoras....

Alejandra dijo...

Verdad verdadera, qué tontos somos!.

P.G. dijo...

Acabo de encontrar tu Blog por casualidad. Cosas del destino suelo decir yo. Me parece fascinante sobre lo que escribes, en decir, sobre todo. Comentas todo y escribes genial. ¿Sabes? Nunca había leido un blog así, pero me pareces una persona curiosa y fascinante. Muchos besos desde Madrid Enrique.

Sebastian Flyte dijo...

Otra para el club de fans. Yo estoy por apuntarme también.

Anónimo dijo...

CARTA A MI SACERDOTE DE CABECERA.

Querido D.Luis quiero informarle,de como ha ido en los ultimos quince dias el tratamiento que usted me receta para que mi alma crezca fuerte y pueda entrar en el cielo, como usted bien sabe el tratamiento lo llevamos aplicando muchos años y aqui le paso el parte medico de la ultima quincena.Ya que debido a mis viajes no he podido pasar por consulta desde hace dos semanas.
Pues bien sin entreterne mas le detallo lo mas significate.

He tenido altibajos,en algunas fases de mi tratamiento,he tenido recaidas de pequeños virus que creia superados,he intentado combatir estos virus con una pildora de humildad que se llama "sintimelapego de 50 mg" conviene tomarla despues de cada exito o halago social.
En otros momentos en cambio he tenido la senasacion de que el tratamiento no avanzaba, que siempre estaba en el mismo sitio, teniendo una gran sensacion de que todo evolucionaba mal, en este caso querido D.Luis me he echado un colirio de avemarias que se llama " señorquevea en 100 mg" es recomendable en estados de estancamiento general, tambien me he aplicado una pomada que se llama " acordaos de 150 mg" ideal como usted me receto para estados en los que uno no puede mas, cura las ampollas del alma, ademas me he tomado un jarabe que se llama "tulopuedestodo de 200 mg" ideal para el cansancio del corazon.
Tambien he tenido que acudir a urgencias (1) al menos dos veces en los ultimos quince dias, ya que mis niveles de defensas estaban bajisimos.
Pero sin duda lo mas eficaz ha sido la inyeccion de "eucaristia" solo se vende en botes de 500 mg y necesita receta previa, pero cuando te entra en vena te sientes superman.
Por ultimo querido D.Luis me siento como un niño capaz de contagiarme de cualquier virus si dejo el tratamiento.
Estoy desenado pasar por su consulta esta semana para revisar la medicacion y hacerme un tac general del alma.

(1) confesion sacramental

¿ Donde se puede recibir este tratamiento para los que esten interesados ?

en cualquier centro del Opus Dei o en culaquier institucion de la iglesia catolica.
Valided de la oferta hasta el final de los tiempos, pero ni un segundo mas.

El transito al cielo es una linea que une muchos puntos, no es un solo punto

antuan dijo...

El canto de mi
Señoe muy bueno! Y los ángeles también yo me unía eata mañanai. Mientras ponia mesas. Adiós le


Anónimo dijo...

Mi hermana está saliendo de un cáncer muy agresivo y no deja de leerle todos los días, de hecho a veces nos transmite alguna de sus entradas, pero está muy enojada con Usted porque nunca le publica un solo comentario que hace, ya ni sé qué decirle, como si fuera yo el piloto.
Saludos desde siete horas menos que Ustedes, de este lado del Atlántico.
Tomate

Enrique Monasterio dijo...

Pues no lo entiendo, Tomate: yo solo rechazo los comentarios que me elogian desmesuradamente o me insultan.
Tampoco admito descalificaciones a personas o a la Iglesia.
A ver si tu hermana se equivoca al escribirlos o no los envía haciendo clic en el lugar previsto... No sé

Por favor, que no se enfade conmigo

pacita dijo...

D.Luis???

Enrique Monasterio dijo...

A mi también me ha sorprendido lo de Don Luis; pero me han llamado peores cosas

Anónimo dijo...

D. Luis es D.Luis Pereda que que es mi medico espiritual desde hace muchos años.

pacita dijo...

Este se ha equivocado de globo.!!!

Papathoma dijo...

Jaja, pues yo he pegado un respingo, porque asi se llama tb mi cura de cabecera y no sé si le gustaría una "carta abierta" en la red. Luego he visto el tono simpático y metafórico de la carta y pienso que no le importaría.
De todas formas....a saber cuánttos habrá por el mundo con el mismo nombre.

No creo que se dirija a usted, más bien parece un relato con "mensaje" para los lectores.

pacita dijo...

Ya se q me meto siempre pero a mi con todo respeto no me ha gustado nada la carta pero bueno aquí cada uno es libre de escribir lo q quiera..Pero es q tantos consejos espirituales así abiertamente no se...

pacita dijo...

Ya pero como escribes aquí a D.Luis Pereda??? Porcierto sacerdote majisimo q conocí hace muchísimos años

Fernando Q. dijo...

saberse impregnado de esa presencia de Dios, cosa más bonita...

la carta a don Luis me ha encantado. Original y emotiva. Deliciosa.

ah, y gracias, Cordelia...

Anónimo dijo...

Gracias por tu sinceridad Pacita me hace mucho bien. Gracias

Maitezgz dijo...

Buenas tardes Don Enrique.
Me ha llevado tiempo decidirme a comentar, pero bueno aquí estoy.
Como siempre Padre, espero tener su permiso.
No sabia que en el Globo no se puede escribir cartas a un sacerdote, pues
yo....eso es lo que hago, bueno si no son cartas, tenga la suerte de expresarme, como mejor se.
Sobre la carta; no se como decir lo
importante que para mi, ha sido la
suerte de poder leerla.
Bueno y nada más por si escribo algo que no debo, para nada me gustaría molestar Padre.
Por cierto, me empiezan a interesar y mucho las aves.
Cuando lleguen a mi terraza las observaré por si me quieren decir algo, y cuando los parajarillos me esturrucien la tierra de las plantas, pues bueno, también.

Anónimo dijo...

Buenas tardes,
Es la primera vez que yo hago algo de esto. Comentar en un blog. Alguien cercano me la recomendó y tengo muy buenas referencias de los "Enriques".
He leido los comentarios de este artículo. Me da envidia ver tanta seguridad en la presencia de Dios. Llevo tres años algo perdida, y eso me desespera. Estoy sorda y ciega. Toda mi vida Le he pedido que esto no sucediera, en especial, a la Virgen pero ha sucedido. Ahora soy madre y me agobia esta inseguridad. Siempre me había sentido protegida y amparada, pero ahora siento que Dios está, pero no como sentía y pensaba. En este mundo estamos solos y Él no nos puede amparar.
En fin, a mi sí me gustaría que los Angeles o culquiera de allí Arriba me dijera algo, para volver a sentirme segura.Quizá lo hacen pero ni lo veo ni lo escucho.¡¡¡Es horroroso!!!
Un saludo.

josemaria dijo...

Algo parecido le pasó ayer a un amigo y, tras leer cuán atento estuvo su ángel de la guarda, me ha dado por pensar que tal vez fuera el suyo -el de mi amigo- quien le dio la idea que cuento.

Un martes en Valencia, y en la calle Cirilo Amorós, la misa iba a dar comienzo cuando, por la puerta de atrás, entró el padre de una niña en la que mi amigo está verdaderamente interesado: guapa, bien educada y verdaderamente cristiana: ¿qué más se puede pedir? -me decía.

En fin, que, al entrar su padre, y al mi amigo verle, fue para él como si todas sus indulgencias, errores, pecados y omisiones se pusieran en pie y, en los pasos del padre de su querida Dulcinea, lo miraran fijamente y le reprocharan: ¿dónde está tu entereza, dónde la nobleza interior que es pasaporte incanjeable para pedir la mano de mi hija? A mi amigo le dio un escalofrío, y debió saludar con cara de tonto cuando pasó el hombre a su lado.

Al terminar la misa, me dijo, se cubrió la cara para no tener que despedirlo y se quedó sentado, como si estuviera rezando. Aquí es donde debió tomar parte su ángel cuando, de una forma tan sonora como clara -así me lo contó mi amigo- le sugirió la pregunta de cómo podía avergonzarse ante el padre de una niña, y no ante su Padre Dios, y en el mismo momento y lugar del Sacrificio de su Hijo. ¿Cómo no le dolían, ante el mismo Calvario, sus indulgencias y omisiones, y lo que es más: sus pecados de desertor desvergonzado?

No lo ha olvidado todavía, y aún me lo recuerda, siempre que puede.