Un diario dice en su portada que la mayoría fue “abrumadora”. “Aplastante” leo en el interior de otro. Y yo, que no me siento “aplastado” ni “abrumado” (tampoco soy aplastador ni abrumador), pienso, como el búho, que la lengua es el espejo del alma,
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
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2 comentarios:
Me encantaría tenerlo tan claro!
Las almas retorcidas son muy impertinentes...éso si!
¡Qué mono el buhíto!
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